-Para nada...

Después de la hora del baño, tengo que esperar a que uno de los dos me escoja la pijama. Si, que me escojan. A este punto llegan que me sacan de mis casillas, pero debo aguantarlo. Se aseguraron de comprarme ropa y zapatos, pijamas, ropa interior y demás cosas para evitar robar de mi casa lo que eran mis cosas.

¿Y mi teléfono? Pues... Estás confiscado por ambos chicos.

-Hoy me gustaría verte de vaca. -Mi expresión se vuelve grotesca.-

-¿Qué?

El chico saca del armario una de las pijamas misteriosas. Simplemente nunca me dejan meter mano a ese guarda ropa para evitar que la esconda y que ponga caras malas. Y ahora... Me sorprenden con una pijama de vaca. ¿Van enserio estos tipos?

Y no solo eso, al pasarme la pijama, de un cajón saca unas calcetas largas también de estampado de vaca

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Y no solo eso, al pasarme la pijama, de un cajón saca unas calcetas largas también de estampado de vaca....

¿Por qué a mí?

-Bueno, la ropa interior es a tu gusto. Voy a servir la cena así que apresúrate, pequeña.

Le respondo con un sonido de mi garganta y sin mirarlo siquiera, escuchó como cierra la puerta al salir.

Tengo ganas de escuchar música...

Me pongo la pijama, las calcetas y cambio mis sandalias por las pantuflas. A decir verdad, siento menos fuerza de la que tenía cuando llegué aquí. Sospecho que todo lo que como me quita fuerza, todo lo que ellos me dan de comer... ¿Podría ser eso verdad?

Me levanto con cansancio hacia el espejo de cuerpo completo y me observo.

-Soy una vaca, moo... -Parpadeo unas cuantas veces.- ¿Dios, por qué me pasa esto a mi?

Suelto una risa forzada con tristeza. Mi vida dió un giro dramático, dos chicos guapos me secuestran, me tratan como a su hija. Tienen un fetiche de padres e hijos y ahora...

¡Moo! ¡Soy una vaca!

No digo miau, ni guau, soy una maldita vaca. ¿Mañana que será? ¿Croac? Por favor, ni siquiera puedo suicidarme. Todos los estúpidos cuchillos están escondidos, medicamentos, cualquier cosa que sea peligrosa para mí está escondida. Al menos intentaría escapar hasta de plano saber que no puedo, entonces intentaría morir.

Al salir de la habitación y bajar las escaleras, recuerdo que te tengo una partida a casi terminar. Así que corro y antes de poder lanzarme al sillón, alguien me carga.

-Ahora a cenar. -Los fuertes brazos de Giyuu me agarran como gancho.-

-¡Oh por favor!

-Jaja, hey. Así no le hacen las vacas.

¿¡Vas enserio, Sabito!?

-No lo haré.

-Entonces no habrá cena.

-Por mi bien.

-Tampoco seguirás tu juego.

Me dejó callada el genio imbécil. Ahg.

-Moo...

-¿Cómo? Tomioka, ¿y si le haces cosquillas para que le haga más fuerte?

-Vamos, ___. No me hagas torturarte.

Instintivamente re soplo como toro por la frustración y me trató de relajar. Aclaro mi garganta y...

-M-mooo...

Un silencio. Uno muy incómodo para mí. Y de pronto Giyuu me estruja entre sus brazos.

-Eres tan adorable~ -Su increíble voz ronca me hace entrar en nerviosismo.-

-Traela para que coma su pasto. -El otro ríe por su comentario para nada gracioso y Tomioka me sienta en mi "silla especial".- Provecho, bella.

-Gracias, mooo. -Ok eso sí fue a propósito, pero lo dije sarcásticamente.-

Comenzamos a cenar en silencio, cada uno pensativo sobre lo que sea tal vez. Realmente no me importa mucho, pero estúpidamente siento deseos de tomarme un licuado. Hablo enserio.

Probablemente a tu también se te antojará un licuado...

-___, te ves adorable.

-Gracias, Giyuu. Pero tengo una pregunta seria. -Me miran serios.- Noto que tienen un fetiche... O más bien dos.

-Eh... No deberías de hablar sobre eso. -Miro a Sabito sarcástica.-

-No, no, no. Voy a hablar porque tengo derecho. -Mastico mi lechuga.- No soy su hija, ¿Eso lo tienen en claro?

-Si. Eres más como nuestra novia. -Responde Tomioka.-

-¡Tampoco!

-Oh, lo eres. Así que si sigues negándote apagaremos la consola.

-¡Ahg!

...

Mooo, soy una vaca.

Kimetsu No Yaiba [Escenarios/OS]Where stories live. Discover now