Capítulo 10

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Ya habían pasado varios meses desde que Chris y Miranda vivían juntos, poco a poco se conocieron más y se agradaban, también mientras se conocían fueron naciendo sentimientos. Mientras tanto las cosas en la empresa iban muy bien, aún no hacía ninguna de las suyas Mike pero tenía varias en mente; la familia Downey seguía extrañando a su querida Miranda pero no hacían nada al respecto ¿por qué? No querían armar un escándalo y eso fuera mala imagen para su empresa y familia.

Miranda se encontraba haciendo la comida cuando en ese momento llegó Chris

—Llegaste a la hora exacta —dijo sonriendo y apagandole a la estufa.

—Mmmm si, huele delicioso —exclamó sonriendo y dejando sus cosas en la mesita.

—Vamos come —dijo sirviendole comida.

Miranda y Chris comieron en un ambiente muy agradable, pues como bien se dijo ellos comenzaron a llevarse muy bien y en ellos crecía una conexión mutua. Miranda fue quien se dio cuenta de sus sentimientos antes que Chris, aún no se habían confesado nada pero cada quien por su cuenta lo sabía.

—Tengo la tarde libre ¿qué te gustaría hacer? —preguntó emocionado.

—Hummmm que dices si.... ¡vamos al parque de diversiones! —excalmó aún más emocionada.

—Por supuesto —sonrió.

También le emocionaba ir a un parque de diversiones, la última vez que fue ahí fue con una persona desagradable.

Se alistaron y fueron a la feria, ambos no podían con su emoción, compraron los boletos y entraron.

—¿Que juego te gustaría ir primero?

—Hummmm ¿el martillo? ¿O la montaña rusa? ¿O la rueda de la fortuna?

—Yo al martillo paso, me da miedo estar boca abajo por mucho tiempo y muy alto —dijo negando el chido.

—¿Chris tiene miedo? —preguntó sería para después soltar una risita.

—No —negó Chris.

—Claro que si, Chris tiene miedo —dijo corriendo y haciendo un pequeño alboroto repitiendo la ofensa a Chris.

—¡Te estoy diciendo que no! —exclamó caminando detrás de ella.

Decidieron primero ir a la montaña rusa, se estaban divirtiendo mucho al ver sus caras de espanto y gritando mientras estaban arriba, jugaron a los carros chocones, y demás juegos, luego decidieron ir a comer.

—¿Quieres esta salchibandera? —preguntó llegando al puesto y señalandolas ,El olor que tenían era muy delicioso.

—Sí —asintió sonriendo.

Chris compró dos salchibanderas una para cada uno, caminaban su salchibandera cuando Miranda reaccionó y dijo:

—¡Oh! ¡Nos falta la rueda de la fortuna! ¡Vamos! ¡Vamoooos! —dijo caminando rápidamente hacia allá

Chris negó riendo pero la siguió, al estar arriba de la rueda de la fortuna tenían una maravillosa vista, Miranda observaba muy emocionada, para ella todo esto era nuevo, y a Chris le parecía muy tierna

—Esto no es la gran cosa, es como el London Eye —susurró encogiéndose de hombros.

—¿Eh? —preguntó confundida mirándolo.

—¿¡Nunca has ido ahí!? —preguntó sorprendido.

—No, oh que yo lo recuerde no —susurró con tristeza cabizbaja.

—Oh Miranda lo siento —dijo apenado.

—No pasa nada —sonrió levemente.

—Te prometo que te llevaré ahí ¿esta bien? —susurró con voz tranquila mirándola.

—Sí —ella asintió mirándolo a los ojos.

—Y verás que eso es mejor que esto —sonrió y continuó viendo la vista, o a Miranda viendo la vista mejor dicho.

Luego que bajaron de aquel juego decidieron regresar a casa caminando, había caído la noche y hacia frío, pero a ambos les agradaba caminar entre el frío.

—¿Te divertiste? —preguntó con una sonrisa.

—Sí —asintió aún emocionada.

El sonrió como respuesta, se sentía muy feliz y había pasado un día muy agradable con Miranda.

Mientras caminaban la chica se dio cuenta que tenía la agujeta desabrochada y se agachó a abrocharla, Chris se percató que alguien se acercaba, no le tomó importancia hasta que vio de quien se trataba.

El se puso demasiado nervioso y no sabía que hacer, Miranda se levantó y el la apuró para que siguieran caminando, avanzaron un poco más y ya la habían perdido, o eso creyó Chris. Decidieron detenerse a platicar recargados en el puente

—¿Crees que pueda recuperar mi memoria? —preguntó un poco triste Miranda

—Necesitaría analizar más el caso, pero tengamos fe en que si lo harás, gracias a Dios no fue un accidente grave —explicó tranquilo.

Ella sonrió un poco triste, aunque le intrigaba el hecho de saber quien era ella antes del accidente, no podía negar que era feliz estando con Chris.

Chris inesperadamente besó a Miranda, ella queda muy sorprendida e incluso abrió los ojos como plato pero siguió el beso.

Mi Corazón Te Encontró [Chris Evans]Where stories live. Discover now