Capítulo 2

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Mía se encontraba sentada en el sillón cruzada de brazos, mientras miraba a su esposo acomodando unos papeles en la mesa, ella estaba de acuerdo en el plan, pero aún tenía una pequeña espina que no la dejaba completamente en paz

—¿Estas seguro de lo que quieres hacer? —preguntó Mía un poco preocupada.

—Por supuesto que si —asintió el chico de forma obvia.

—¿Pero eso será solo si no te dan el puesto a ti verdad? —preguntó levantándose y acercándose a él.

—Me lo den o no lo haré —respondió firme el chico.

—¿Por que? —preguntó ladeando un poco su cabeza.

—Mira da igual, si muere, si queda en coma, lo que sea, solo con que este lejos de la familia y desaparecer la de mi vida, dejándome a mi como vicepresidente me da igual —dijo serio Mark encogiéndose de hombros.

—Yo solo espero que te den el puesto —habló la chica haciendo un puchero y acomodándole su camisa.

—Bien, me tengo que ir, iré con el mecánico para ponernos de acuerdo —dijo tomando los papeles y dándole un pico a su esposa.

Ella solamente asintió, se preguntaba si lo que haría su marido estaba bien, aunque ellos querían el puesto a cualquier precio ¿pero desaparecerla aún así? Bueno, si ella desaparece lógicamente le darían el puesto a Mark por ser el único que podría con el. Mía sonrió, esperaba que todo saliera bien como lo planean.

[...]

Mientras tanto Mike finalmente llegó con el mecánico y le explicó el plan, al principio el señor se negó pero Mike le dijo que le pagaría muy bien por lo que terminó aceptando.

Mike fue de madrugada a casa de su hermana, se metieron a la cochera y comenzaron a quitarle gasolina, cortar algunos cables y dejarlos sin frenos. Su hermana dormía plenamente por lo que no se percató de nada. El sabía que ese carro lo usaba cuando iba a la casa pues se llevaba al chófer, y cuando eran asuntos de ella, ella manejaba otro auto.

A la mañana siguiente sería el gran día para la familia, Mía y Mark se estaban arreglando para ir a la cena y saber que era lo que pasaría, por que el de si o si tendría su lugar.

Mark no tenía ningún problema en llevar a cabo su plan, nunca se llevó bien con su hermana por sus personalidades, el era muy repulsivo, creído, ambicioso, y envidioso de un corazón podrido mientras que Miranda era la mujer de los hijos, era tranquila, querida por todos, de gran corazón, humilde, etc. Eran completamente opuestos.
Sería el día, en que Miranda desaparecería de la familia Downey sin ella saberlo.

[...]

Miranda suspiró y se relajó, recargó su cabeza en el asiento. No sabía como se sentía respecto a lo que acababa de pasar, ella no lo pedía pero tampoco estaba mal que lo tuviera, su padre había confiado en ella y haría un gran trabajo

—Ya puede avanzar Adrián —dijo tranquilamente, el chófer asintió y así lo hicieron.

A unos pocos kilómetros que avanzaron, Adrián se percató que algo estaba mal en la camioneta, pronto se quedaban sin combustible, miró el retrovisor y se dio cuenta que alguien los estaba siguiendo

—Señorita, alguien nos está siguiendo —su voz se notaba preocupado

—No te preocupes, avanza más rápido —respondió tratando de estar tranquila.

—Pero me estoy quedando sin gasolina —respondió ahora angustiado.

—Demonios ¿qué pasa aquí? —soltó un poco frustrada. —Acelera —ordenó sin gritar.

El chófer asintió e hizo lo que Miranda le había indicado. Poco a poco todo se tornaba peor y un miedo entraba en Miranda, mientras Adrián aceleraba y se quedaba sin gasolina más rápido se acercaban a la camioneta, y chocaba en la parte del lado izquierdo. Adrián aceleró lo que pudo, y se dio cuenta que no pudo frenar.

Todo fue muy rápido y en un abrir y cerrar de ojos el carro ya estaba volcado, Miranda y el chófer se encontraban inconscientes y sangrando, mientras que en una llamada le estaban informando que el trabajo estaba hecho, Mark sonreía orgulloso. Una ambulancia sonaba acercándose al lugar.

Mi Corazón Te Encontró [Chris Evans]Where stories live. Discover now