Mi Corazón Te Encontró [Chris Evans]

Capítulo 1

Todo mundo hablaba emocionados que darían el nombre del nuevo vicepresidente de la empresa Downey, querían saber los nuevos teléfonos o avances tecnológicos que tendrían, nunca se defraudaba de los lanzamientos de la empresa.

Mientras que en la familia Downey todo era un caos, las reuniones familiares terminaban en peleas por saber quién sería el vicepresidente, a Steve Downey el hijo menor de la familia no le importaba en absoluto, el aún no tenía la edad suficiente para terminar como su hermano mayor Mike, que lo único que quería era dinero y poder, pero claro, sabe disimularlo justo como su esposa Mía.

A Miranda no le importaba tampoco, ella tenía sus propios desarrollos tecnológicos e ideas que daban buenos frutos para hacer su propia pequeña empresa, pero su padre sabía que ella era muy inteligente y podía aportar más a su empresa. La chica no era para nada ambiciosa y no le importaba el dinero, al contrario, todos la conocían por ser amable, dulce, noble y de buen corazón.

Los días pasaban y el día tan esperado había llegado, era otra de las reuniones en las que darían por definitivo el nombre de la persona. Miranda caminaba tranquilamente a la entrada de su casa.

—Buenas noches Esmeralda —saludó a la empleada de la casa con una sonrisa, la cual se encontraba en la entrada esperándola.

—Buenas noches Señorita Miranda — respondió la señora hizo una reverencia y le recogió su suéter para colgarlo, ella sonrió.

—¿Por que habla más de dos minutos con la sirvienta? —habló Mike moviendo rápidamente su pie desesperado, mientras esperaba la llegada de su hermana.

—A ella siempre le ha gustado hablar con ellos, los siente como familia —habló tranquilamente su madre sonriendo.

—Eso es repugnante —respondió bufando, cruzándose de brazos.

Su padre Robert solo observaba, Steve estaba jugando en su Nintendo Switch edición limitada. Mientras que Mike y su esposa Mía estaban desesperados por saber el nombre del próximo vicepresidente, querían que fuera Mike.

—Buenas noches —saludó con una sonrisa Miranda, llegando a la sala.

—Buenas noches —respondieron todos tranquilamente.

—Heeey niño deja de jugar y hazme caso —dijo abrazándolo con mucho cariño, Steve comenzó a reí, el quería mucho a su hermana.

—Bien ya que estamos todos aquí, comencemos cenando, Esmeralda ya pueden traer la comida —menciono amablemente Robert. 

—Sí, señor —respondió Esmeralda asintiendo.

Luego de unos minutos que se fue Esmeralda, regresó con más de los trabajadores con la comida en sus manos, la pusieron en la mesa y comenzaron a cenar. Todos cenaban con tranquilidad y en silencio, hasta que finalmente todos terminaron, Esmeralda regresó para llevarse las cosas.

—Bueno, como saben hoy anuncio el nuevo vicepresidente, y déjenme decirles que no lo hice por preferencias, si no por el que realmente hará un mejor trabajo —hablo serio Robert.

El ambiente en aquella casa se tensó un poco, por fin sabrían lo que pasaría, Mike y Mía continuaban ansiosos, mientras los demás estaban tranquilos

—El vicepresidente será —quedó en silencio unos minutos para generar intriga. —Miranda

Mike, Mía, Steve y Miranda abrieron sus ojos como platos ¿qué había dicho? ¿Escucharon bien? ¿Miranda vicepresidenta? Mike estaba enojado, muy enojado pero trató de disimularlo frente a su familia y Mía lo ayudaba un poco.

—De verdad que me agarraste desprevenida papá —Miranda ríe levemente. —Pero verás que haré un buen trabajo —hizo una reverencia.

—Confío en ti hija —su padre se acercó y la abrazó, luego todos aplaudieron.

Mía sonrió y Mike también lo hizo, recordó algo que alegró este momento para ellos. Después de convivir un poco más cada quien se despidió y se fueron a sus casas, claro que Steve aún vivia con sus padres.

—Hasta luego Mike —se despidió con un abrazo Miranda.

—Hasta luego Miranda —Mike sonrió con malicia en el abrazo.

—Ya no juegues mucho Nintendo Steve —gritó riendo, Steve también hizo lo mismo.

—No —dijo riendo también

El chófer de Miranda se encontraba listo para arrancar ella se despidió de todos con su mano moviendo la de un lado al otro y se subió al carro. Mike sonría ampliamente pues nadie sabía lo que traía detrás de él, su plan comenzaba.