Mi Corazón Te Encontró [Chris Evans]

Capítulo 8

Mike iba manejando camino a su casa y  no paraba de pensar en que Miranda ahora sería un problema para su vicepresidencia. Aceleró para así llegar más rápido con sus padres y ver que era lo que pasaba, claro que no se quedaría con los brazos cruzados ahora que sabe que Miranda está bien.

Llegó a casa y ahí estaban todos reunidos de nuevo, menos Miranda, Steve era el más triste de todo y no podía ocultarlo, su madre estaba muy seria al igual que su padre.

—Me marcó Mía, me dijo que era importante ¿qué pasó? —Dijo sentándose en la mesa.

—Como sabrás, no hemos sabido nada de Miranda, por lo que la empresa tiene que continuar —dijo Robert acercándose a él.

Todos miraban atentamente a Robert, Mike sabía lo que iba a pasar, no pensaba que hoy sería ese día que tanto anhelaba y planeaba

—Mike, eres el nuevo vicepresidente de la empresa —anunció serio.

Todos aplaudieron menos Steve, Steve no estaba contento con eso, quería a su hermana de regreso y en ese puesto y no se sentía bien para asimilarlo.

—Muchas gracias padre —Hizo una reverencia. —Daré lo mejor de mi para mejorar la empresa.

—De acuerdo, necesito que vengas conmigo a la oficina de la empresa y darte a conocer cómo el nuevo vicepresidente, y darte tus cargos

—Sí, sí claro —El sonrió.

—¿Pero que les pasa? —dijo levantandose de la silla Steve. —Miranda no está, no sabemos nada de ella ¿Y ustedes tranquilamente cambian de puesto como si nada? —susurró enojado el chico.

—Hijo —Susan se levantó y lo tomó de los hombros para tranquilizarlo. —La empresa tiene que seguir, pero no nos olvidamos de Miranda

—Ella decidió irse por su propia cuenta —interrumpió Mike.

El lo miró enojado, bufó y se fue de ahí molesto, mientras todos veían como se iba.
Mía al igual que Mike estaban más que contentos, su plan había funcionado a la perfección. Mientras Robert y Mike se fueron a la empresa, Mía se fue de la casa, Susan buscó a su hijo que estaba en su habitación, abrió la puerta lentamente y entró.

—Hijo... —susurró la mujer acercándose a ella.

—Madre ¿tu estas de acuerdo en que le hayan dado el puesto a Mike? —preguntó serio.

—Para ser honesta hijo, no, debimos de esperar para saber que pasó con Miranda —susurró su madre.

—¿Tu tampoco crees que se fue? —preguntó mirando al piso.

—No —negó. —Pero tú padre no tenía opción, necesitaba a un vicepresidente de ya, y tu aún no puedes serlo por eso no le quedó más remedio que elegir a Mike

—Sí, entiendo esa parte —respondió cabizbajo.

—Pronto sabremos de Miranda no te preocupes —dijo tomando su barbilla para subir su mirada.

—Si mamá —el asintió con tristeza.

Aquella conversación terminó en un abrazo fuerte de consolación, ellos extrañaba mucho a la chica. Mientras tanto en la empresa, Robert hizo una reunión con los empleados para anunciar lo que había dicho

—Buenas tardes a todos, esta reunión es para comunicarles que el nuevo presidente de esta empresa será Mike, mi hijo.

Mike dio un paso al frente y saludó a todos, mientras muchos murmullos se escuchaban en el lugar, a la mayoría de las personas no les agradaba Mike por que no era muy amable con las personas y en la empresa tenía mala fama de ser muy especial en pocas palabras mamón.

—Les guste o no, yo soy el del cargo mientras no esté mi padre, así que aquí se viene a trabajar no a platicar ni chismear.

Todos asintieron, siguieron hablando de varios términos de los nuevos productos y asuntos por arreglar etc. Robert se preguntaba si estaba haciendo lo correcto, también extrañaba a su hija.