CAPÍTULO 28

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Señor ken:

Como se lo prometí,tengo el agrado de confirmarle mi llegada a mis tierras. Me encuentro bien.

En cuanto llegué, tuve la mala suerte de encontrarme con mi madre, desesperada y angustiada, diciéndome que mi padre se había encerrado en su escritorio. No quería ver a nadie.
Pero, por suerte, en cuanto le conté todo a mis padres, la felicidad y la tranquilidad lleno sus corazones.

En estos momentos, estamos todos muy bien. Mi padre ha vuelto a ser el de antes. Al igual que mi madre.
Espero que las cosas se encuentren bien allí. La curiosidad y el anhelo, me hacen querer regresar, pero mi corazón me dice que debo permanecer aquí, por seguridad.

También, espero que usted se encuentre bien.
Sin más que agregar, me despido de usted.

Bonnie.

Doble la carta, y se la entregué a uno de mis sirvientes para que se la entregará al señor ken.

-¿cariño?- mi madre me llamó, guiandome hasta la sala.

Allí, tome asiento.

- Quiero que conozcas a un hombre. Su padre es adinerado y....-inició, a medida que me servía un poco de té.

-madre, no creo que sea el momento adecuado para seguir con eso- le expliqué.

-claro que lo es- me entregó la taza de té -Haz rechazado al señor ken, y no te has casado con ese.... math- hizo una mueca de disgusto -con lo sucedido de tu hermana, es el mejor momento para mejorar nuestra reputación- añadió.

-madre, debéis aguardar para ver que pasará. El echo de que mi hermana se encuentre bajo la guardia del señor keir, no significa que esté a salvo- opine.

-¿y porque no estará a salvo?. Se encuentra bajo el poder de los hermanos más temidos de toda la zona- parpadeo, varias veces.

-porque si su esposo los descubre. Todo será un caos- baje la vista -querrá iniciar una guerra con el señor keir, y nuestra familia deberá apoyarlos- Suspire.

-con más razón- llamó mi atención -debes de tener un esposo muy poderoso y adinerado. Así, podremos ganarle a ese... señor- continuó.

Solté un suspiro. Rendida.

Nadie podía ganarle o hacerle cambiar de opinión a mi madre. Ella siempre fue así, y dudo que cambiará justo ahora.

-aunque será algo difícil de encontrarlo. Desde que la reputación de nuestra familia empeoró, todos tus pretendientes salieron huyendo- confesó -¡ayyy dios! ¿quién me mandó a criar estas niñas tan rebeldes?- se quejó.

Una débil sonrisa adorno mis labios.

Estaba segura que a pesar de todo, nuestros padres nos continuaban amando. Como nosotras a ellos.

MI AMADA REBELDE Where stories live. Discover now