MI AMADA REBELDE

CAPÍTULO 17

-¿pero por qué no?-seguí a mi madre hasta que nos adentramos al escritorio de mi padre.

-Porque no lo quiero conocer- respondió, acomodando unos libros sobre el escritorio.

Suspire. Cansada.

-madre, él será mi esposo, el padre de tus ñietos. ¿y te reusas a conocerlo?. Es sólo una cena- suplique.

Ella, paró de hacer lo que estaba haciendo,y me miró fijamente a los ojos.

-ya te expliqué, no estoy de acuerdo con ese matrimonio, y no lo quiero conocer. ¿qué dirán nuestro círculo de amigos?- levantó las manos al aire.

-sólo será una cena en la que estaremos nosotros, nada de amigos- rogue.

Mi madre suspiró, llevándose sus manos a su cara.

- de acuerdo. Si es lo que deseas, será una cena. Pero aún así no cambiaré mi opinión sobre su matrimonio- afirmó.

Cuando la noche llegó, me vestí con mi mejor vestido. Quería estar hermosa para math.

Cuando uno de mis sirvientes me aviso que mi futuro esposo ya estaba aquí, decendi las escaleras, acompañada de una gran sonrisa.

Todo era perfecto.

Abrí la puerta, y allí lo vi, vistiendo con su única mejor ropa que poseía.

Mi hombre.

-buenas noches- me saludó con su galante sonrisa y depositando un beso sobre mi mano.

Sonrei.

Sonrei, llena de amor.

-adelante- lo invité.

Math se adentró, depositando su mirada en cada cosa elegante que poseía el castillo de mi padre.

-vaya.... este castillo es magnífico- murmuró.

Sonrei.

-ven, mis padres te están esperando para cenar- tomé su mano, y lo encamine hacia el comedor.

Al llegar, mis padres lo saludaron y le dieron la bienvenida como debía ser.

Tomamos asiento, esperando que los sirvientes comiencen por presentar la comida.

Una débil sonrisa iluminó mi rostro, al encontrarme con math.

He esperado tanto tiempo para que llegará este momento. Math, junto a mis padres.

Math, mi futuro esposo.

-Bueno....- fue mi padre el que rompió con el silencio - es un placer tenerlo en mi castillo, señor math- sonrió, recibiendo una mirada desaprobativa por parte de mi madre.

- el placer es mío, señor- dijo math, muy agradecido.

- de mi parte, te pido que cuides muy bien a mi hija. Ella es una mujer muy bella y merece ser respetada, amada y adorada- le pidió.

-no se preocupe, señor. Amo a su hija con toda mi alma- me miró -y prometo que la haré la mujer más feliz de estás tierras- me sonrió.

Sonrei.

-eso espero- agregó mi padre, comenzando a servirse algo de comida.

-así que....¿vives con tu abuela?- siguió mi madre, bebiendo un poco de vino.

-así es, señora- respondió math, con una amable sonrisa.

Estaba nervioso.

-espero que te habitues mi querida bonnie a vivir en esas condiciones- soltó mi madre, fijando su mirada en mi.