A su lado

2.3K 227 178
                                    

-¡No!

Sasuke estaba molesto yo estaba molesto y el bebé no paraba de llorar.

Posiblemente también él estaba molesto.

-¡Necesito ir! -baje la voz tratando de no molestar a Daiki que poco a poco comenzaba a calmarse en los brazos de sus padre mientras esté lo mecía con fervor.-¡También es mi problema Sasuke entiéndelo!

-¡Si, pero no necesitas ir! ¡Ya diste tu testimonio y hay otros tantos más, no necesitas estar en ese juicio aburrido! - dejó de mecer al bebé y se paró.

-Necesito escuchar sus respuestas, las contestaciones que le dará al juez.-mi voz se suavizó y vi que sus ojos hicieron lo mismo.

-Digan lo que digan no saldrán de la cárcel, así que no tienes por qué preocuparte.-depósito al bebé con cuidado en la pequeña cuna y me miró, yo aleje mi vista de él y trate de enfocarla en la pequeña cuna.-Dobe...-sus manos acunaron mi cara y yo cerré los ojos- Necesito atesorarte, verte a salvo, y no puedo soportar la idea de que este a metros de ellos.

-Solo necesito escucharlo, ser consciente realmente de la sentencia, nunca estaré tranquilo si no estoy ahí para presenciarlo.-no sé si fue mi voz lastimera o la leve mueca que hice, pero los labios de Sasuke tocaron los míos.

Nuestros ojos se envolvieron en una pelea silenciosa y vi cuánto le costaba a Sasuke aceptar que fuera al juicio.

-Nos sentaremos atrás, no quiero siquiera que sus ojos sean capaz de mirarte- Sasuke se acercó al ropero y tomó varias prendas que dejó a mi lado - te ayudaré a cambiarte ya vamos tarde.

Mis manos comenzaron a desabotonar la camisa mientras Sasuke buscaba unos zapatos para mí, cuando lo vi acercarse retire la mirada ocultándola de él, no deseaba que me viera, mi cuerpo estaba como una paleta de colores a causa de los golpes que me había dado el día que llevaron, las manos de Sasuke quitaron las mías y él termino de desabotonar mi camisa, me ayudo a deslizarla fuera de mis brazos.

-Yo puedo hacerlo Sasuke.- dije deteniendo su mano que en ese momento tomaba una camisa.

Los ojos ónix me miraron y yo quite la mano de la suya. Siempre que veía mi cuerpo su mirada se endurecía terminaba molesto y eso me preocupaba. Se alejó de mí tomando el pequeño bote de pomada y lo destapó poniéndose en las manos, sentí sus dedos fríos rozar en mi piel y me estremecí cuando su toque comenzó a pasear por mi cuerpo, retire la mirada de su cara, no podía aguantar el enojo que mostraban sus ojos.

-¿Te molesta que mi cuerpo ya no sea lindo? - pregunté con pesar sin querer verlo.

Sus manos detuvieron su andar para tomarme con delicadeza la cara y obligarme a mirarlo.

-Me arde la sangre de solo ver lo que te hicieron- me besó - no confundas mi enfado dobe.

-No me gusta que me veas -susurre -yo puedo cúreme, no necesitas verme en este estado.

Sus ojos me miraron de nuevo fríos, para después suavizarse.

-No me pidas que no te atienda, déjame cuidar de ti.

No dije nada mientras siguió atendiendo mis heridas, levante las manos cuando me lo pidió y deslizó por mi cuerpo una camisa.

-¿Daiki?-pregunté mirando al pequeño bebé que ahora dormía.

-La niñera de Gaara lo cuidara.

Sus manos me ayudaron a parar y salimos de la habitación, agradecí mucho saber que Itachi nos había instalado en la planta baja y el único problema que tendría serían los escalones de la entrada, la primera vez que había salido de mi habitación la casa me había parecido demasiado sombría, pero ahora parecía un lugar lleno de luz.

El experimentoWhere stories live. Discover now