El experimento

Itachi

Mire al pequeño pelirrojo que corría detrás de Kyubi en el jardín, y sonreí cuando sus pequeños gritos se escucharon, después de que despertara y viera a mi hijo Sasuke tenía la sorpresa de que Gaara pasaría una temporada con nosotros, la madre de este también estaba bajo sospecha por tal motivo Gaara tendría que haber ido a parar a una casa de acogida pero Sasuke hablando con Tsunade logró que le cedieran la custodia. Si llegado el momento no se mostraba la inocencia de sus padres hablaría con Sasuke para que Gaara formará parte de nuestra pequeña familia como un miembro permanente de esta. Después de todo yo ya lo sentía como un miembro de la mía desde hace mucho tiempo atrás.

Sasuke me había explicado que las personas rescatadas, habían sido llevadas a las oficinas principales de los policía donde fueron valoradas por un médico, el departamento de investigación había logrado contratar con algunos familiares de algunas cuantas personas, esos antes de poder verlas tenían que ser puestas al tanto de lo que realmente había sucedido, y con las explicaciones adecuadas y la ayuda brindada por el departamento habían podido reencontrarse con sus seres queridos, muchos no tenían esa misma suerte, no habían encontrado a nadie que pudiera recibirlo de regreso al mundo de la libertad y por lo tanto tenían que estar en la estación policial, los sujetos de prueba más adultos habían salido del lugar una vez que su estado mental había sido comprobado.

Las noticias no habían parado de hablar de lo sucedido, el nombre de mi padre y sus socios era repetido en todos los canales de noticias y el mío se mencionaba como una incógnita. Todos querían saber el paradero del hijo de Namizake y por qué había permitido que la empresa de mi padre hiciera tales atrocidades, otros pensaban que yo era un loco más que había apoyado las investigaciones y había dado total libertad a los científicos para que experimentarán.

El ruido de la puerta al ser tocada me sobresaltó un poco, escuche como era empujada y mire a la persona, los ojos de Itachi chocaron con los míos y una pequeña incomodidad se removió en mi interior.

-¿puedo pasar?

-Esta es tu casa, no deberías pedir permiso.- dije.

Sasuke me había traído a la casa de Itachi el mismo día del rescate, él no quería que regresáramos a nuestra casa y de cierta forma me aliviaba no volver ahí, posiblemente seguiría hecha un desastre y no me apetecía recordar lo sucedido.

-Pero este cuarto lo estás ocupando tú y eso es lo correcto- asentí sin decir nada y le mire, parecía como si deseara decirme algo, Itachi cerró la puerta tras de sí y con paso lento se colocó a mi lado.

Me moví un poco en la silla que ocupaba, y regrese mi vista a la ventana fingiendo admirar el paisaje.

-¿cómo está? - pregunté.

Sus ojos negros se iluminaron un poco y camino dos pasos más en mi dirección.

-Un poco bajo de peso, Sasuke dice que su falta de memoria puede ser temporal un bloqueo que su mente hizo para mantenerse a salvo. Él desea verte, pero no quiero que se esfuerce mucho su pierna está rota, por fortuna los medicamentos son fuertes y lo mantienen dormido la mayor parte del tiempo, la anemia nos preocupa un poco, pero todo estará bien.

-Tratare de que Sasuke me deje salir de aquí para verle.

Mis palabras parecían mentira, Sasuke se había vuelto muy protector y cuidadoso conmigo, apenas me dejaba solo y si lo hacía me prohibía salir de la cama. Los ojos de Itachi me confirmaron lo que pensaba y dejo salí un suspiro escandaloso.

¿Acaso había un Uchiha en este mundo que no fuera así?

-Naruto....

No sé si fueron las palabras lentas o sus pasos calmados los que hicieron ponerme alerta, lo vi pararse frente a mí y levante mi cara para poder seguir viéndolo a los ojos, sus ojos se fijaron en los míos para después con total parsimonia hincarse en el suelo, sus cabeza se bajó y sus manos tomaron las mías.

-Siento mucho lo que hice- dijo serio- aceptaré la culpa, aceptaré si desean irse de aquí y cortar los lazos familiares- ¿de qué hablaba?- también le diré a Sasuke, pero primero necesitaba hablar contigo...

-¿Itachi...?

- Pain se entró de mi relación con Deidara, Kabuto te vio ese día en el centro y cuando se enteró que mi hermano estaba contigo contacto a Pain, utilizaron de señuelo a Deidara, les di información sobre ti y las cosas que hacías, utilice a mi hermano para obtener información sobre tu embarazo...

Sus palabras de cierta manera no me sorprendían, lo había visto muchas veces observarme y poner una mirada dolida cuando veía a su hermano, pero ahora podía saber por qué me evita en ocasiones o ese sentimiento de alerta que me inquietaba cuando está cerca de él.

No podía culparlo, no cuando la persona que amaba está siendo amenazada.

-Amenazaron con matarlo...-sus ojos buscaron los míos y en ellos podía ver tal vez la desesperación que sintió cuando la amenaza había llegado - me hicieron hacerlos regresar y utilice la nueva información encontrada para lograrlo-Lo mire, deseaba que soltara mis manos para que pudiera taparme los oídos, sentía que lo que diría a continuación me haría odiarlo- Yo no sabía lo que ellos te harían, no sabía que regresarían por ti, pensé que solo les interesaban los datos de tu gestación.

Sus manos fueron retiradas de las mías y yo le mire, su cara había vuelto a bajar ocultando su vista de mí, el estómago se me revolvió ante el recuerdo de aquella noche, la quemadura en mi mano y todos los cardenales que había conseguido aquel día seguían en mi cuerpo, adornando mi cara, brazos y cualquier otro parte, el dolor que sentí ese día y el miedo era algo que nunca podría olvidar, y yo había jurado hacer pagar a cualquier persona relacionados con ellos. La imagen de Deidara con su sonrisa triste y sus ojos perdidos hizo que cualquier indicio de enojo en mí se evaporará.

Mi vista viajó a la pequeña persona que descansaba en la cuna y de nuevo a Itachi.

-Entenderé si no desean volverme a ver... Por mi culpa viviste un infierno...

Deje salir el aire lentamente y lo interrumpí.

-No te creas tan importante Itachi... Vivía en un infierno mucho antes de conocerte -su cara se alzó para verme y yo le sonreí le estire una mano y la tomo vacilando un poco- Yo también haría lo que fuera si amenazaran a mis seres queridos -¿tenía caso que lo odiara por querer proteger lo que amaba?-ahora párate verte así no me sienta bien - me volvió a mirar pero se levantó.

-Naruto yo...

-No hablemos de esto más, no deseo recodarlo. No necesitas mi perdón, hiciste lo correcto aunque usando unos métodos incorrectos, no le digas a Sasuke de lo sucedido, será nuestro secreto, solo de los dos- agregue dejando en claro que ni a Deidara podía decirle. Cuando iba a volver a decir algo levante una mano- dejamos el tema de lado y ayúdame a volver a la cama, me duele la espalda en esta silla y la herida me arde...- dije poniendo una mueca de dolor.

Sus manos me brindaron el soporte para que me pudiera levantar y yo con las mías hice presión en mi estómago para procurar que todos mis órganos se quedarán en su lugar y no se les ocurriera salir por la herida.

-Naruto ¿puedo preguntarte algo?-lo mire y el continuo - ¿cómo supiste que era él?

Me ayudo acomodarme en la cama y sonreí cuando termino de poner unas almohadas atrás de mí.

-La foto en tu oficina.- dije moviéndome en la cama.

-¿la foto...en mi oficina?

Lo mire tratando de averiguar si su pregunta ante mi respuesta era una broma.

-En tu oficina hay una foto donde sales con él- sus ojos se pusieron fijos en los míos y con la misma seriedad de siempre asintió.

-Gracias por salvarlo.

-Yo no hice nada, todo lo hiciste tú. - la simpleza en mi voz pareció sorprenderlo y comencé a cerrar los ojos.-aunque fue él, el primero en extender su mano a mí. - susurre

-Te dejo descansar, todavía te sigues recuperando y yo sólo vine a molestar.

Lo escuche alejarse y el ruido de la puerta ser abierta.

-Itachi - dije abriendo los ojos para ver si él me veía - no olvides que será nuestro secreto.

Lo vi asentir y después me quedé solo.