Lo Mucho Que Te Amo

1.4K 161 69
                                    

Abrí los ojos cuando mi nombre fue susurrado y unas manos frías tocaron mi cara delicadamente, me estiré un poco y vi los ojos ónix observarme.

La confusión me asaltó un momento hasta que reconocí la habitación.

Me había quedado dormido en la oficina de Tsunade y al parecer no había sentido cuando Sasuke me trasladó a casa, ahora me encontraba en nuestra habitación y él me observaba con curiosidad.

-Me hubieras despertado- dije a modo de disculpa.

-Acabamos de llegar, perdón por despertarte, se lo cansado que estabas vuelve a dormir.

-¿Tú a dónde vas?- pregunté confundido al ver cómo se quitaba su camisa para sustituirla por otra menos arrugada.

-Itachi me está esperando abajo, Tsunade quiere que forme parte del equipo médico que se encargará de recibir a las personas rescatadas, nos tenemos que preparar, regresaré para la comida, Sakura vendrá en la tarde, está preocupada, tardamos más en el bosque de lo planeado y quiere ver que las cosas marchen bien.

-¿puedo ir contigo?- pregunté en voz baja, no quería quedarme solo, o bueno no quería estar lejos de Sasuke.

Sus ojos me miraron y una ligera negación fue su contestación.

-Quiero que descanses, el viaje fue largo y después la junta fue mucho peor, tú y el bebé lo merecen.

Camino en mi dirección dándome un beso en los labios para después posar los suyo en mi frente.

-Estará Neji y Sai, Ino se irá después de la comida pero yo estaré aquí para cuando eso suceda, no estarás solo más que un rato.

-Está bien.-murmuré y me acomode de nuevo en la cama.-Por favor... Teme- dije tratando de molestarle un poco - No tardes.

Sus ojos se posaron en mi cuerpo y sonreí cuando vi como pasaba saliva.

-Eso intentare - dijo saliendo del cuarto.

Cuando volví a despertar los rayos potentes de sol se colaban demasiado intensos por la ventana, un dolor en el estómago seguido de una patada me hizo parar.

-Ya voy, ya voy, también tengo hambre.-dije sobando mi vientre.

Camine por los largos pasillos de la casa hasta las cocinas donde una atareada Ino picaba rápidamente unas cuantas verduras, sonreí al ver la y ella me devolvió el gesto, parando su labor.

-Ya casi es la hora de la comida, pero guarde tu desayuno, si esperas un momento lo pondré en la mesa.- dijo mientras se secaba las manos y tomaba un plato limpio.

-Me gustaría comer aquí, el comedor se siente muy solitario en ocasiones.-Murmuré y vi que sus ojos buscaban los míos para después y con calma asentir.

¿Se habría dado cuenta del repentino miedo a permanecer solo que me asaltaba hoy?

Estaba consciente que era una tontería comenzar a temerle a la soledad, pero con los planes de rescate tan cerca mis nervios estaban de punta, y mi mente solamente se dedicaba a buscar posibles fallas en el plan de Tsunade.

Otro punto importante era el motivo de que mi preocupación por Gaara crecía con cada minuto que pasaba y se acercaba más su liberación. Yo quería estar ahí con él, quería estar con ellos para ayudarles cuando las cosas terminaran, pero sabía que Sasuke no me dejaría ir, y lo entendía, no quería que el bebé corriera algún tipo de peligro.

Agradecí la comida que había sido depositada frente a mí y comencé a comer con ánimo.

Todo saldría bien, la misión era tan rápida que ellos se darían cuenta de lo que pasaba ya cuando fuera demasiado tarde, ya cuando no pudieran herir a nadie.

El experimentoWhere stories live. Discover now