Ruth: Qué hago... Qué hago... (Pensativa)

   Ruth miraba los colores rojizos de la criatura, y los ojos color miel que tenía. Se la derretía el corazón cada vez que le miraba. Pero algo cambió su cara. El lagarto tenía una herida en un costado.

Ruth: ¿Me dejas verla?

La chica volteó con cuidado la criatura, e inspeccionó su herida.

Ruth: Hmm... ¿Un pájaro? Es posible...

   Ruth pensaba en quedárselo temporalmente hasta que su dueño diera alguna señal de que lo buscaba. Pero antes de ello, tenía que llevarle al veterinario. Se la ocurrió meterle en su bolsillo de la sudadera. Cogiendo su LongBoard, se fue rauda a la panadería para volver lo antes posible a su casa. Sin importarla las heridas que se había hecho.

   La chica pudo observar, como en el camino, el pequeño lagarto se asomó por el hueco del bolsillo.

Ruth: ¿A que nunca habías ido tan rápido? (Riéndose)

   Cuando llego a casa, se aseguró de que no estuvieran sus padres

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   Cuando llego a casa, se aseguró de que no estuvieran sus padres. Buscó en su habitación una caja de zapatos vacía y puso en un rincón una pequeña toalla.

Ruth: (Metiéndose) ¿A si estas cómodo?

   El lagarto miraba a Ruth. Y parecía que la sonreía.

Ruth: Oouh... Me derrites el corazón...

   La muchacha llevó a la criatura al veterinario que había a varias calles de su casa. Cuando volvió a casa, escuchó la bienvenida de sus padres. Asustada, decidió ir rápidamente hasta su cuarto. Dejo al pequeño lagarto bajo su cama, justamente cuando abrió su madre la puerta.

"Ni dices hola ni nada. (Suspirando) Gracias por ir a por el pan."

Ruth: Lo siento... es que... ¡Tengo que hacer un trabajo y ya sabes, a mí las ideas se me van volando!

"Está bien. La comida no tardara en estar, así que estate lista."

   Ruth suspiró profundamente cuando su madre cerró la puerta. Sacó de nuevo la caja y la dejó en la cama. La criatura seguía mirándola de una forma un tanto divertida, que hacia reír a Ruth.

Ruth: Antes de ir al veterinario, cogí una mandarina. ¿Quieres un trozo?

   Ruth partió a la mitad una rodaja y se la dio al reptil. Con su lengua, lamía el líquido que soltaba la fruta.

Ruth: No entiendo como alguien ha podido abandonarte a sí. O a lo mejor te has escapado. Pero... Parecía que te habían hecho la herida hace mucho tiempo. Por suerte no estaba ni infectada ni nada.

  Ruth cogió su móvil y preguntó a sus compañeras.

Ruth: Chicas, tengo una sorpresa.

Attack On Titan University. (SNK.)Where stories live. Discover now