Tres alumnas recién llegadas son incorporadas a una nueva Universidad llamada Rose. En ella, conviven ciertos personajes "conocidos" que las llevaran a sentir muchas emociones en su día a día como aprendices. Narrada desde la vista de cada una, junt...
El despertador sonó media hora antes de lo habitual. Silvia se replanteó seriamente si le compensaba levantarse tan temprano solo para ver si Reiner llegaba pronto y podían estar juntos un rato antes de que comenzaran las clases.
-Bueno ya que más da.- Dijo sentándose en la cama y apagando el despertador.- Total, ya me he levantado.
Dejó el móvil en la cama y miró fijamente a la pared pensando si debía volver a poner la hora normal en la alarma.
Cuando se quiso dar cuenta estaba dando una cabezada y cogió el móvil apurada.
-Que susto.- Vio que solo había pasado un minuto desde que hubiera mirado la hora por última vez.
Abrió la persiana que tenía completamente cerrada y vio que el día estaba nublado.
-Maravilloso.- Dijo con sarcasmo. No soportaba los días nublados a no ser que estuviera lloviendo.
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Desayunó, se duchó y se colocó una sudadera con capucha tan gris como las nubes que cubrían el cielo.
-Llévate paraguas.- Le decía su madre mientras Silvia salía por la puerta.- A lo mejor llueve.
-Llevo capucha.- Dijo ignorando el consejo de su madre.
-¿Y? Cógelo que no te cuesta nada.
-Que no mamá, que es un engorro. Luego no sé ni donde ponerlo en clase.
-Vale, vale tú verás.- Le contestó su madre.
Silvia le dio un beso y un abrazo para aplacar su pequeño enfado y volvió de nuevo a la puerta.
-Y no vengas tarde ¡No hagas como el otro día y te quedes por ahí sin avisar!
-Sí, mamá.- Cerró la puerta tras ella con las mejillas sonrosadas.
Hacía tres días se había quedado a dormir en casa de Reiner. Por supuesto no había sido en su cama si no en un colchón a parte que tumbaron en el suelo de su habitación.
Había estado a punto de negarle la oferta pero ¿Y si no hubiera tenido una oportunidad así de nuevo? Lo malo fue que al día siguiente tuvo que ir con la misma ropa a clase.
''Ya bueno pero te quedaste en su casa y dormiste con una camiseta suya, eso es todo lo contrario a malo.''
Silvia soltó una risita de camino al bus mientras pensaba si volvería a pasar de nuevo un día así de increíble.
Cuando llegó a la universidad se sentó de nuevo en la hierba para contemplar el paisaje. Los árboles parecían más tristes que cuando hacía sol pero eso no les restaba encanto.
Pasaban los minutos y Reiner no llegaba. Se sintió un poco patética por llevar tanto tiempo esperando allí sin que apareciera y aprovechó para cambiar la alarma de su teléfono.
