Tres alumnas recién llegadas son incorporadas a una nueva Universidad llamada Rose. En ella, conviven ciertos personajes "conocidos" que las llevaran a sentir muchas emociones en su día a día como aprendices. Narrada desde la vista de cada una, junt...
Todo estaba a oscuras. Cogió el móvil para ver la hora y se dio cuenta de que faltaban todavía tres horas para que sonase la alarma.
JODER.. -maldecía Andrea por lo bajini-
Siempre pasaba igual, era como si su cuerpo rechazase las horas de sueño que tanto necesitaba. 20 años y ya parecía su abuela... ¿Qué sería lo siguiente? ¿Mearse cada 10 minutos tal vez? -pensó frustrada-.
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Intentó volver a dormirse, pero pasada media hora de dar vueltas sin sentido en la cama decidió levantarse.
Fue hacía la cocina para prepararse un café y, para no perder las buenas costumbres, se tragó el picaporte al salir.
¡ME CAGO EN TODO LA CAGABLE QUE DAÑO ME HE HECHO! A este paso me quedo sin puerta y sin brazo... -Dijo Andrea mosqueada-.
¿¡ANDREA QUIERES CALLARTE!? -Decía su hermana desde la habitación-.
En ese momento Andrea tuvo ganas de agarrar una cazuela y una cuchara y darle a su hermana el concierto de su vida. Pero siendo las cuatro de la mañana no le pareció la mejor de sus ideas.
Así que cogió su café, se sentó en el sofá y disfrutó de unas horitas de paz leyendo un buen libro.
Cuando se quiso dar cuenta la alarma sonaba y era hora de prepararse para la uni. Se puso lo primero que encontró en el armario y se miró en el espejo. Era un look sencillo, como ella. Llevaba un vaquero, camiseta básica, chaqueta, deportivas y gorrito.
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Habían quedado en la puerta a menos cuarto para llegar a clase con tiempo. Pero, como siempre, Ruth y Silvia llegaban tarde y Andrea tuvo que esperar.
Mientras esperaba reflexionaba sobre los primeros días de clase. Había tenido mucha suerte al estar de nuevo en clase con sus mejores amigas. ¡Se lo iban a pasar genial!
Sus compañeros le parecieron majos en general, aunque un poco críos para su gusto. Y si a eso le sumas que Silvia ya estaba enchochada de todo el mundo..
JAJAJA -se rió por dentro- Es que esa mujer era de lo que no había.
El curso acababa de empezar, así que de momento todos estaban tranquilos, pero no iban a tardar mucho en meterles caña. Tenía muchas ganas de empezar a dar Filosofía y Economía, eran sin duda las asignaturas que más la interesaban. Con Historia no le pasaba lo mismo, la detestaba, aunque intuía que este curso iba a tener una motivación extra para prestar atención...
