2. leilei

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Y entonces, es ahora donde me doy cuenta en que mis impulsos, mi orgullo, y mi estúpida manera de pensar, pueden arruinarlo todo, y llevarse la vida de una persona inocente, a la cual yo involucré sin sentido alguno.

Papá me mira con sus ojos bien abiertos en cuanto me ve llegando con Negan, quien está detrás de mi.

Olivia, quien está con Arat, tiembla y me observa con sus ojos asustados, pensando en que yo pude haberme dejado llevar por el miedo, ocultándolo todo.

— Señores, señoras... creo que aquí tenemos a alguien que quiere decir algo.

Papá mueve su nuez de Adán sobre su garganta y yo suspiro, cerrando por un momento mis ojos.

— Yo tenía el arma que faltaba. Negan es quien lo tiene ahora. — Olivia se queda petrificada. — Lo siento por haberte metido en todo este lío, Olivia. Pero tú ni siquiera lo sabías.

— Rick... ¿tú estabas al tanto de todo esto?

Papá lo sabía perfectamente bien. Siempre lo supo, desde el principio en el cual le confesé en que Deanna me había dejado mantenerla conmigo.

Ahora mismo, mi padre mira al suelo, pero no se inmuta. Ni siquiera es capaz de parpadear.

— ¿Me vas a hacer contar? ¿Enserio?

Negan se ríe, pasando por delante de mi cuerpo.

— Papá...

— Si. Lo sabía. Pero ella ni siquiera...

— Sh. Es todo lo que yo necesitaba saber. — Negan le hace una señal con su mano a Arat.

La muchacha mira con algo de desprecio a Olivia, pero sin otra opción ante la orden que su jefe le da, la suelta a la mujer que está a cargo de la armería, provocando que ella suspire con tranquilidad, temiendo por lo que pudo haberle pasado por mi maldita culpa.

— La próxima vez que armen un teatro así, no voy a pensarlo dos veces. Olivia tendrá una perfecta perforación en su cabeza, y...

— ¿Por qué Olivia y no el que tenga la maldita culpa de ocultar una pistola? — me atrevo a retrucar.

Los ojos de Negan cambian su expresión. Ahora mismo, me mira tan mal, que mi corazón palpita fuertemente, porque sé que he metido la pata hasta el fondo.

Papá baja la cabeza y niega unas cuantas veces, de seguro por lo decepcionado que está de mi.

Negan empieza a caminar con lentitud hasta mi cuerpo.

La distancia entre ambos se rompe, y puedo sentir a su respiración mezclándose junto a la mía.

Sus dedos cubiertos por el guante negro que lleva, se posan sobre mi mentón. No quiero mirarlo, pero me obliga a hacerlo ante la presión que hace contra mi piel.

— Tú estás acostumbrada a llevarte el mundo por delante. Tu padre y tus hermanos, hacen exactamente lo mismo. Algo que no entiendo, es el por qué. Pero conmigo aquello se está acabando, Alaïa. Y estaría bueno que empieces a tratarme bien, porque eso es lo que vas a hacer de ahora en más.

— ¿Y sino, qué?

— Alaïa. — papá susurra mi nombre con sus dientes apretados.

Ahora, la mano de Negan se desliza hasta mi cuello, aunque no aprieta fuerte.

Me digno a tener que verlo fijamente a sus ojos verdosos y oscuros.

Me gustaría que estuviese sonriendo de manera cínica, pero no. Está muy enfadado, molesto, con rabia.

ÉXTASIS (NEGAN) +18 (SUGAR DADDY)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora