Capítulo 18: Cicatrices.

114 17 34
                                    

La herida entre el hombro y el cuello de Jungkook era demasiado profunda. La daga sin duda había llegado hasta una arteria o vena importante; por el brillante color de la sangre, debía ser una arteria. No había tiempo que perder.

JM: –¡Apártense! –exclamó Jimin sin esperar a que nadie le indicase nada, tomó a Jungkook por el cuello, presionando su palma derecha sobre la herida que no dejaba de desbordar sangre.

YJ: –Está inconsciente, ha perdido demasiada sangre –señaló Yeonjun–, ¿podrás regenerarla?

JM: –Ya lo veremos –se limitó a responder.

Cerró sus ojos, que hace unos segundos se habían empapado de lágrimas, intentando concentrar su singularidad adquirida. Entre el contacto entre su palma y la piel de Jungkook se comenzó a destilar un rastro de luz amarilla, haciéndose más brillante y potente con cada segundo. Jimin fruncía sus labios por la dificultosa tarea que se le hacía sanar una arteria principal, además de regenerar la sangre perdida.

Repentinamente la tensión se fue de sus labios y sus párpados dejaron de ser presionados con fuerzas. Al separar sus manos del menor, los rayos amarillentos bajaron su brillo hasta desvanecerse, dejando ver la piel de Jungkook restaurada, sin dejar siquiera rastro de alguna cicatriz.

WH: –¡La herida desapareció! –exclamó el chico musculoso que les había recibido en aquel lugar–. ¡Es... maravilloso!

JM: –Lo es, ¿cierto?... ¡Agh! –El gemido de dolor se le escapó de sus labios, cuando comenzó a sentir el penetrante ardor en su hombro. Colocó su mano en el lugar que dolía, buscando minimizar el punzón que sentía, pero era inútil pues no se trataba de una herida real.

HW: –¿Qué le sucede? ¿Estás bien, amigo? –preguntó el otro chico que estaba en la sala.

HS: –Son efectos secundarios del uso de su singularidad adquirida –respondió Hoseok–. Yeonjun, ayúdame a llevar a Jimin a aquel sillón –le indicó al mayor de TXT, y entre ambos tomaron a Jimin por la cintura y hombros para guiarlo hasta el sillón.

El calor en el hombro de Jimin se hacía cada vez más profundo y realista, incrementando el dolor hasta su extremo, en la cumbre, para así comenzar a desvanecerse y casi desaparecer. Jimin apartó su mano del hombro, pero no era por buenas noticias lamentablemente, pues el dolor solo estaba cambiando de objetivo, recorriendo su cuello y cara hasta llegar a su cabeza.

JM: –¡Agh, está comenzando! ¡Mi cabeza...! –El retumbante punzón que sentía en el interior de su cráneo parecía querer destruir todo lo que allí había. Con sus dedos presionaba las sienes casi tan fuertemente como presionaba sus párpados. La nube en su mente crecía y se hacía cada vez más densa, dejando un desastre de recuerdos alterados de su memoria en una laguna turbia que no le permitía generar un mínimo y simple pensamiento.

YJ: –Jimin, ya va a pasar. Resiste –le decía Yeonjun, acariciando sus cabellos, intentando impartirle seguridad y fuerza. Tomó los dedos de su hyung, colocándolos frente a sus ojos–. Mira, las cintas. Esta blanca, ¿la ves?

HS: –Vamos, Jimin –le alentaba Hoseok–. Tú puedes.

WH: –¿Qué están haciendo? –preguntó el chico musculoso, confundido por lo que realizaban Hoseok y Yeonjun; pero detuvo sus palabras cuando Jimin comenzó a pronunciar.

JM: –Kim... Nam... Joon –pronunciaba Jimin en voz baja con labios titubeantes, mirando las cintas en sus dedos–. K-Kim... Seokjin. –Abrió sus ojos dejando caer un par de rápidas lágrimas–. Min... Y-Yoon-Yoongi. ¡Aghh! –gimió y cerró sus ojos muy fuertemente. Su cabeza tomaba otro punzante dolor que parecía romper su cerebro a la mitad.

DYNAMIS: Salvar o Destruir - [BTS & TXT] - (Agentes Especiales)Where stories live. Discover now