Can't help falling in love with you (Percico)

XII Percy

La respiración de su compañero era tranquila, sin darse cuenta la había sincronizado a la par de esta, era relajante, más llevaba una hora despierto desde que el menor se entregó a los brazos de Morfeo, su mente no era capaz de aclararse, estaba cegado, el sueño vivido que había tenido, la aparición de Eros, el secuestro de Annabeth, la compañía de Nico, le estaban haciendo un rollo en la cabeza, lo mejor que podía hacer era desviar su Déficit de atención e intentar centrarse en algo, lastimosamente ese algo fue Nico.

-Sombritas ¿será que no he dejado de pensar en ti desde que apareciste en mi vida otra vez?-Su voz parecía perderse en el silencio de la habitación, en los oídos sordos y en la conciencia dormida.

Las cosas con Annabeth no iban difíciles realmente, tampoco era una relación difícil de llevar, la quería, más tenía claro que sus sentimientos quizá presentaban un ligero cambio, admitía que su corazón se aceleraba acunado en brazos de alguien más, admitía que de debilitaba ante ese deje de ternura y hostilidad que tan armoniosamente congeniaban en el heredero del inframundo.

Aquella situación se tornaba difícil, no tan solo en la cabeza del pelinegro si no que lograba sacudir hasta la cima del Olimpo en que dioses se enfurecían ante algo que encontraban tan banal como el amor, un sentimiento tan terrenal para algunos y para otros tan profundos, tan propios como su propia esencia. Era de esperarse que aquella semana definiría futuras relaciones entre los mismísimos dioses.

-Percy, despierta.

Aquellas palabras acompañadas de pequeñas palmadas a sus mejillas le fueron suficiente para abrir sus ojos, aún estaba oscuro, hacia frío, el sol ni siquiera había salido, más la luna ya no se presenciaba en su esplendor en medio del manto oscuro, pero aquellos ónix ojos le observaban ansiosos, comenzarían aquella misión y el aún no lograba descifrar su sentir o siquiera su pensar.

-Debemos irnos-Habló Percy.

-Lo sé, debemos avisar-Contestó Nico.

A paso apresurado el ojiverde corrió a su cabaña, preocupándose por lo básico, un baño, ropa, comida, su infaltable contracorriente, mientras el azabache italiano daba una rápida ducha para poder informar de su cruzada según "procedimientos legales de semidioses en una cruzada cual acrónimo o título debería ser más corto pero a nadie se le ocurrió nada".

Aún así antes de que saliera el sol ambos semidioses se encontraban fuera del campamentos armados y semi preparados para lo que las Moiras le tenían preparado, irían tras Cipariso antes del eclipse solar y sin importar que rescatarían a Annabeth.

Lastimosamente sonaba más fácil de lo que era desarrollarlo, 7 días, pensaban, hasta les sobraría tiempo, para ser semidioses que habían estado en presencia de Cronos se estaban confiando demasiado, el tiempo siempre les jugaba en contra, más aún cuando El cazador no era el único objetivo en su cruzada y no era el primero que los mantenía como objetivos.

Zarparon desde las costas de Long Island en un barco que hurtaron prestado, trazaron su ruta atravesando el atlántico dentro de dos días y medio deberían estar avistando las costas de Portugal, si bien un viaje normal duraría entre 15 y 17 días, gracias a los lógicos dotes de Percy ese tiempo podía disminuir considerablemente, aunque esa disminución era directamente proporcional al vomito de Di Angelo,  más no podían darse el lujo de disfrutar un maravilloso viaje de 15 días por las turquesas aguas del océano, no estaban de vacaciones si no en una cruzada.

Cuando las horas transcurrieron y el estómago de Nico desechó hasta lo que no tenía el vaivén de las olas y la brisa marina le resultaron agradables, así como la sola compañía del héroe, ambos se sentaron en la cubierta, el curso había sido dirigido, con que lo revisaran cada cierto tiempo, no tendrían problema alguno.

-¿A que se refería Eros con lo de Elvis?

No esperaba esa pregunta, no tenía respuesta a esa interrogante.

¿Que se le daba bien? La improvisación, se levantó frente a los ojos de Nico y comenzó a hacer la peor imitación en la historia del Rey del Rock and Roll, aquello no tardó en producir una escandalosa risa por parte de su acompañando, risa la cual acompañó con naturalidad y cuando aquello calmó se decidió a hablar

-Se refería a sentimientos, Nico, a sentimientos que deben permanecer en resguardo-su voz se oía apagada.

El silencio les abordó sin previo aviso y permaneció como un callado tripulante.

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Nuevamente buenas noches queridos agradables lectores💘 esperando estén disfrutando de una bellísima noche, les he traído un nuevo capítulo por la alegría que me han producido el día de ayer, simplemente son inigualables. Tengan lindo día y agradables sueños