"La Promesa" [Charlie X Alastor] [CHARLASTOR]

†Capítulo 20†

5 días, habian pasado 5 malditos dias en los cuales Charlie había intentado convencer a su padre de que deje ir a Alastor, ha intentado de todo pero nada es útil, lo único que queda, es preguntarle a su madre.

—madre -dijo tocando la puerta, pues en ningún momento había salido del palacio-

Se oyó un "adelante" de la otra parte de la puerta, a lo que Charlie entro una vez ya tenia él permiso, caminó hacia su madre que estaba leyendo unos papeles, acerca de los que morirán este año, no lo sabia, pero eso no era lo importante, quería sacar algo de información.

—madre, ¿que pasa si jno ya muere en la muerte feliz? Osea, si se lo que pasa pero, ¿va a seguir con su sueño hasta él final de su existencia aqui?

—no cariño -su madre la miró apartando los papeles- cuando ya llega a la fase final, el lindo sueño se convierte en una pesadilla, una que lo va a atormentar en el verdadero infierno, en este momento, el sueño esta acabando poco a poco con Alastor, lo que trato de decirte dulzura, es que lo esta comiendo por dentro.

—p-pero...¿acaso no hay una manera de salvarlo?

—eso no te lo puedo decir mi niña, mejor vete ya a tu hotel -y su madre volvió a su papeleo-

Charlie salio de ahí totalmente molesta, caminaba hecha furia por el palacio hasta que no tuvo otra opcion que crear un plan ella misma.

Mientras tanto...

Me encontraba regresando a la cabaña con un venado en mi hombro, hoy fue una perfecta casería, así, no moriremos de hambre por un tiempo, dejé mi escopeta en mi espalda para cargar mejor al ciervo.

—¡papi! -gritó mi niña al verme llegar para saltar de las gradas de la cabaña y caer al suelo para después correr donde mi-

—hola mi muñequita vudú -le acaricié la cabeza- ¿y tu mami?

—te esta esperando, pero yo ya me adelanté en venir a saludarte, quiero un abrazo -me extendió sus brazitos-

—ya voy cariño, solo dejame dejar él ciervo en un lugar seguro, ¿te parece? -le Sonreí-

—claro, ¡voy contigo! -Allette daba saltitos siguiendome para ayudarme a dejar en venado en nuestra bodega-

—ven pequeña -me agache para tomarla en brazos, mi niña me abrazó por el cuello y caminé hacia la cocina, en donde estaba Charlotte- hola dulzura.

—Alastor, que bueno que llegaras -se acercó a darme un beso, pero cuando lo hizo me sentí un poco débil- será mejor que te vayas a dar un baño, aun falta para que la cena este lista.

—gracias mi amor, Allette, ayuda a mami -dije dejándola en el suelo-

—¡si papá! -y corrió donde Charlotte-

La noche cayó rápidamente, no puedo creer que ya haya pasado 4 años desde que la volvi a ver, me he sentido muy cansado ultimamente, en fin, me había recostado ya a dormir con Charlotte a mi lado, sorpresiva mente esto debería recuperarme pero siempre a la mañanita siguiente me encuentro más débil, el día llegó y yo salí con Allette a la ciudad para comprar algo de verduras, las calles están vacías pero, si hay uno que otro puesto vendiendo aquellos vegetales.

—no, brócoli no...-mi hija hizo un gesto de esco-

—que lastima mi niña, esto es bueno para tu carita y para que crezcas -dije en modo sabio-

—pero no me gusta, puaj -sacó la lengua aun tomada de mi mano-

—lo que digas pequeña -y segui caminando-