"La Promesa" [Charlie X Alastor] [CHARLASTOR]

†Capítulo 13†

La tarde había llegado, y Charlie por fin, había despertado, para minutos después darse cuenta de que una manta la cubría, era raro, solo recuerda que había caído dormida por él cansancio, decidió no darle tantas vueltas al asunto y fue a guardar la manta en su lugar, unos segundos después se encontraba bajando al libing, en donde Vaggie, Angel Dust y los hospedados, disfrutaban los postres de la cafetería, fue a hacer compañía hasta que sintió como alguien susurraba su nombre.

—Charlie, Charlie... -decía la misteriosa voz-

—¿quien es? -volteo a mirar-

De las sombras, una en particular llamó su atención, era la sombra de Alastor, ¿que hacia alli? ¿no tenía que estar con él? Muchas preguntas rondaban por su cabeza, hasta que la sombra le hizo un gesto como si quisiera que la siguiera, y así lo hizo, la llevó a la terraza del hotel para poder estar más tranquilos.

—¿que haces aquí? ¿No deberias estar con Alastor? -preguntó la princesa sentándose en el barandal del balcón-

—estoy aquí por que quiero, si él me llama enseguida ire, de eso no te preocupes -la sombra movió su mano de arriba a bajo-

—entonces...¿dices que dejaste a Alastor por voluntad propia?

—exactamente -dijo sin apartarle la mirada-

—ah, ¿entonces que quieres hacer?

—cuentame de ti -solto sin más-

—pues que te diré, naci aqui en el infierno, y durante años he tratado de que puedan mejorar la sobre población de una manera pacífica...sin llamar a los ángeles, de hecho intenté de todo, pero ahora, creo que por fin esta dando sus frutos todos mis esfuerzos -le sonrio de una manera tierna-

—ya veo...-la sombra volteo a ver él horizonte de la fiudad pentagrama-

—¿y tu? -preguntó esta vez Charlie, a lo que la sombra volteo a verla- ¿quieres mucho a Alastor?

—¿que? Jajaja, no, no, no, no...de hecho, amo lo mismo que él, si él ama tal cosa, yo amo tal cosa, bien...pero...dejando eso de lado, si llegué a amar y a querer proteger a alguien importante para él -solto sabiendo sus acciones-

—¿¡Alastor tiene una persona especial!? -gritó emocionada la rubia-

—Para ser exactos, tenía, ya que, aquella persona que en realidad llegó a amar, era su pareja, una dama tan hermosa y perfecta, unos cabellos rubios como el sol, una mirada azul cielo, una personalidad graciosa y cariñosa con todos los que la rodean, así fue como aquella dulce dama lo conquistó en el mundo humano, 1927,  en New Orleans -la sombra suspiró-

—¿y que pasó con ella? -Charlie ya sonaba preocupada de lo que podría haberle pasado-

—Murió junto a su hijo -Charlie abrio los ojos de para en parte y se tensó un poco- ese fue él golpe final para Alastor, su hijo y su esposa, eran las únicas personas a las que realmente quería...murio con 5 meses de embarazo...je, y está en ese estado de asexualidad, por que quiere encontrarla aquí, pero aun no lo ha hecho, sin embargo, yo ya lo hice, ¿te lo digo Char...-la miró y la princesa tenia ambas manos en su cabeza- ...¿lie?

—Yo eh...wow...no sabía eso de Al, ¿y por que me lo cuentas a mi?

—ese, es un secreto -y la sombra se fue por llamado de su jefe-

Charlie se quedó en blanco, no esperaba escuchar eso de la vida de Alastor, pero supongo que va a tener que actuar como si no supiera nada, así que regresó a la cafetería tratando de hacer parecer que nada había pasado, mientras tanto, en otro lugar de la ciudad pentagrama...

—¡Vuelves a meterte con la señorita Rosie, y te juro que no vas a extrañar tus putos órganos! -gritó Alastor con furia poniendo a Rosie detras de él, la cual se encontraba cubierta solamente por él saco rojizo de Alastor-

Si, la dama casi sufre una violación despues de que destruyeran su morada, suerte que su amigo llegó para ayudarla, Alastor la abrazó para intentar calmarla y lo consiguió, la abrigó un poco más y partieron rumbo al Hazbin Hotel.

—gracias -avanzó a articulo la dama-

—no fue nada Rosie, sabes que de todos modos, lo ubiera hecho, proteger a las damas es mi deber -decia el demonio cuervo sonriendo mientras cerraba los ojos demostrando orgullo se si mismo-

—¿Ya...encontraste a Charlotte?

Esa pregunta hizo que detuviera mi caminar para después negar y seguir sin decir ninguna palabra más, me sentia estúpido, ¿"proteger a las damas"? ¡Maldición! ¡¿Lo decía encerio?! ¡Ni siquiera había podido proteger a mi familia! ¡¿y me atrevo a decir eso?! ¡Mierda Alastor, calmate! Calmate...para evitar la mirada de pena de Rosie, chasquee los dedos para aparecer ya en la puerta del hotel, en la cual se encontraba Charlie, y, al ver en estado de la dama que tengo a mi lado solo con mi saco, se alarmó demasiado

—¡¿R-rosie?! ¡¿Que te hicieron?! -la tomó de los hombros preocupada- N-no, mejor no me digas nada, ya me lo imaginó, ven, te llevaré a una habitación y te llevaré algo de ropa, sigueme -dijo ayudándola a cubrir con su saco rojo-rosa para llevársela por las escaleras.

—¿no te recuerda alguien? -dijo la sombra en la pared-

—si, un poco a Charlotte, Charlie...-sonríe mas complacido-

[...]

—¿te sientes mejor? -preguntó Charlie a Rosie-

—si, gracias alteza -dijo ya mas tranquila puesta uno de sus vestidos

—ñe, solo con Charlie estoy bien, espero que disfrutes tu estadía en el Hazbin Hotel, te iré a preparar un té, ¿o quieres café?

—un té de canela por favor -la dama sonrió-

—¡un café entonces! ¡Ya te lo traigo! -y la princesa de fue-

Rosie solo soltó una sutil carcajada para acomodarse mejor en él sillon en él que estaba, mientras que, en la cocina...

—hey Charlie -saludo Alastor- ¿que vas a hacer?

—cocinar, dah...

—...-con una sonrisa-

—...

—¿a preparar un té?...-sonríe nerviosa- de canela...-hacia su voz más aguda, había respondido de mala manera al demonio radio-

—adelante, cariño -dijo terminando de prepararse su café-

Esta no dijo nada para preparar en té con canela y llevárselo a rosie, el día paso rápido, hasta que a la mañanita siguiente,  Angel Dust, había reservado lugares para un bar ese momento, todos tuvieron que ir, pero, lo que nadie se esperaba, era que, al entrar, encontraran a una señorita regordeta, rubia, bailando en el tubo, era la atracción principal para los hombres, ya que la mayoria los tenia a su lado, o le lanzaban dinero, otras cosas tambien era que cuando miró a Alastor, fue bajando mesa por mesa como si de escaleras se tratara, se acercó al demonio de la radio y bajó un poco su escote delante de el

—mira todo lo que quieras, nene~ -dijo

—no gracias, cariño, daselas a alguien más -aparto la vista y observó como Charlie se sacaba su saco para ponérselo en los hombros de Mimzy-

—Cubrete linda, vas a acabar pescando un resfriado

—eso...no me importa -se quito el saco y se lo lanzó a la cara, Alastor tenia un impulso incontrolable en ese momento, así que tomó a la bailarina y se la llevó a rastras a su camerino para lanzarla hacia su escritorio para adentrarse y seguir discutiendo con ella, más aun, despues de mucho tiempo después de no verse...

Será, una noche larga...

Continuará