"La Promesa" [Charlie X Alastor] [CHARLASTOR]

†Capítulo 19†

Todos los overlords estaban asombrados, pues, nadie nunca se había revelado así ante Lucifer, todos retrocedieron de la escena mientras que otros se fueron para evitar líos con en rey, el cual se encontraba en en suelo con Alastor sobre el y una estática por todo el lugar, Lilith abrazó a su hija para que no vaya hacia ellos.

—¡devuelveme a mi Charlotte! -Alastor comenzó a golpear el rostro de Lucifer el cual ya cansado le codeó en la mandíbula haciendo que el demonio rojo cayera de lado y este se levantara-

—llevenselo de aquí -ordenó a sus guardias pero antes de que estos lleven Alastor se levantó para clavar su mano en la garganta de Lucifer para sacarle la yugular, logrando su cometido-

—buen ataque, Bambi -recalcó el rey chasqueando los dedos para que enormes cadenas rodeen el brazo y cuello de Alastor- pero, no lo suficiente...

—¡papá no lo hagas! -gritó Charlie tratando de salir de los brazos de su madre e ir a detenerlos-

Él rey del infierno ignoró por completo las suplicas de su hija para ver al demonio rojo él cual tenia su sonrisa y sus ojos con antenas de radio, este había hecho crecer sus hastas y él ambiente se volvió mas pesado debido a la interferencia y los símbolos vudú, se abalanzó hacia Lucifer él cual con una mano lo detuvo sujetándolo por él rostro, con la otra, la clavó en él estómago de Alastor para arrancarle los intestinos haciendo que él demonio rojo comienze a sentirse inferior ante él, él no se quedo atrás, pues también con su mano desgarro él rostro de Lucifer, y con su otra mano arrancarle algunos órganos como había hecho con él, era un escenario horrible, las vísceras caían, la sangre se hizo presente, ambos se estaban agotando, mas Alastor, debido a ser solo un pecador, Lucifer por su parte, se regeneraba de todos los daños que sufría.

Alastor ya no sentia las piernas, pero su furia hacia el rey lo cegaba, no lo dejaba pensar con claridad, chasqueo los dedos para que sombras vudú sostengan al rey y lo aprisionen contra él suelo, al hacerlo se abalanzó donde este y clavó los dientes en él pecho de lucifer quitándole la carne dejando ver expuestos sus costillas y órganos, el rubio grito de dolor al sentir como Alastor rompía sus costillas y arrancaba su corazón, esto hizo que el rey comenzara a reír haciendo que Alastor se quede confundido, tenía el corazon del Rey, el ser mas fuerte del infierno en sus manos, ¿que era lo que le causaba la risa?

—que ingenuo que eres, Alastor -el rey se sentó quitando a el demonio de la radio de encima de él para librarse de las sombras desapareciendolas, sonrió a mas no poder para sujetar el rostro de Alastor y golpearlo contra el suelo varias veces- me has entretenido hoy...-dejó al demonio rojo boca abajo para clavar su mano en la espalda de este y que se oyera un grito de dolor por parte de Alastor, el rey jugaba con la columna de este- te di ventaja, idiota -su voz cambio mientras le sacaba la columna al demonio radio y la lanzaba hacia los overlords los cuales retrocedieron de inmediato y hicieron una reverencia ante su rey- ¡Escuchenme bien! ¡no quiero que ninguno de ustedes se vuelva a revelar contra mi¡ -el pecho de Lucifer comenzaba a cerrarse y a aparentar que nada había pasado- ¡de lo contrario kes pasará lo mismo que a este idiota! ¡¿Oyeron!?

—¡Si alteza! -gritaron asustados ante él, nunca lo habían visto tan molesto-

De pronto, unas enormes serpientes salieron del techo, la mayoria eran moradas, aproximadamente unas 4, las cuales esperaron a que Lucifer se retire de encima de Alastor para clavar sus colmillos en los brazos y piernas de este y halarlo arrastrándolo por él suelo siguiendo al rey, Charlie miraba aterrada a su compañero, y notó que este la miraba también, pero sin su sonrisa, no la tenía, tenia una mueca llena de dolor...sus ojos soltaban pocas lagrimas mientras lo arrastraban.

—Charlie...-avanzó a pronunciar aun mirándola-

—¡papá, espera! -se soltó de los brazos de su madre y correr hacia su padre- ¿que vas a hacer con Alastor?...

—oh manzanita, mi dulce manzanita, lo voy a matar -siguio caminando-

—no, papá, te lo suplico, no lo hagas...-Charlie se puso en frente de su padre- ya sufrio mucho cuando peleó contigo, no le hagas mas daño...

Él rey solo suspiro para verla tiernamente y acariciar la cabeza de su primogénita con ternura.

—de acuerdo, morirá de una manera muy linda Charlotte -caminó en direccion opuesta y entró a una habitación algo desgastada del castillo. Charlie lo entendió de inmediato, no, eso no...

Miró como las serpientes levantaban a Alastor y lo enrollaban contra la pared y volver a morderlo pero esta vez, inyectándole veneno, Lucifer sacó a su hija a las malas para que no hiciera ningúna locura, cerró la puerta con llave y regreso al baile.

Los malditos sonidos de las serpientes eran presentes en mis oídos...estaba muy cansado, el veneno me habia inmovilizado...¿que seguia? No lo se, mas serpientes venían a apoyar a las grandes, pero eran pequeñas, igualmente se enrollaban en mi para morderme, sus mordidas si eran dolorosas, lo mas curioso era que todas eran moradas...hasta que de pronto, del techo bajo una serpiente blanca bajó para mirarme con esos ojos amarillentos, esta es la muerte feliz por lo que dijo el idiota de Lucifer...esta se enrolló por todo mi cuerpo apartando a las pequeñas pero dejando a las grandes violetas, para finalmente restregarse en mi cara y abrir su gran mandíbula dejando ver esos colmillos, pero aún así no hizo nada.

—que esperas, animal estúpido...¿quieres una invitacion o qu-

Y efectivamente, había clavado su dentadura en mi cuello empezado a soltar una enorme cantidad de venenos, mas de las moradas,sentí mis ojos pesar, así que los fui cerrando poco a poco, todo se volvio negro, hasta que desperte en New Orleans...¿que pasaba? Soy un...-miré mis manos y en estas tenía lo que en esa época Charlotte me envió a comprar...supongo que debo cumplir lo que pasó esa vez, miré a los policías tratando de entrar a mi hogar, así que tire las bolsas y me acerque a paso lento para abrir la puerta, estos entraron de inmediato a buscar a los malandrines, decidi irme, pues ya había hecho lo que tenía que hacer, hasta que...

—¡Alastor!

La voz de Charlotte se hizo presente, de inmediato me volteé y ella corría a abrazarme llena de lagrimas, al llegar a mi, escondió su rostro en mi pecho sin parar de llorar.

—¡Alastor...tenia miedo, ellos casi me violan, dijeron que me iban a abrir el vientre si no me dejaba, logré llamar a la policía, pero aun así, habian logrado atrancar la puerta y- -puse uno de mis dedos en sus labios para callarla-

Mire su vientre, lo acaricie y mi sonrisa volvió a aparecer...tal vez, esto sea una ilusión, pero es de las mejores que he tenido, acaricie la mejilla derecha de mi dama para besarla, necesitaba sentir esos dulces labios otra vez, ella correspondió gustosamente, volvimos a entrar a casa cuando se llevaron a los idiotas y disparándolos de una buena vez, para mi, el tiempo paso normalmente, como si de verdad estuviera viviendo todo eso, y ahora me encuentro con Charlotte en nuestra cama, teniendo a un pequeñito bebé entre sus brazos, era una niña, había dado aluz en casa, la pequeña había heredado mi cabello y los bellos ojos azules de Charlotte, la cargué y me dirigí a la ventana con ella en brazos ante la atenta mirada de mi esposa.

—papá esta aquí, mi dulce y tierna Alette -Sonreí mientras acariciaba la cabeza de la bebé y ella me sonreía- al igual que mamá -Sonreí mirando a Charlotte la cual soltó una pequeña risita, me acerque a ella y me senté a un lado de la cama para abrazarla con mi brazo derecho, mientras con él izquierdo cargaba a mi hija.

No quiero despertar...

Mientras él demonio moría lentamente gracias a aquel sueño perfecto que él veneno d ela serpiente le habia otorgado, Charlie estaba en frente de él mirándolo, él rostro de Alastor tenía su sonrisa, pero no era la de siempre, era verdadera, de pronto, comenzó a llorar sangre, supo entonces lo que estaba pasando...

Alastor estaba muriendo

Continuará.

¡Perdón, pero tenía la idea en la cabeza y no quería perderla¡ espero que les haya gustado, ¡y nos leemos en otro capítulo!