Capítulo 8: Acecho✔️

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Ochaco se sintió acechada y vigilada, una sensación que incrementó de camino a casa. Una electricidad estática barrió su cuerpo, poniendo su piel de gallina en advertencia.
Desde que cruzó algunos calles atrás se sintió seguida y al principio pensó en un posible ladrón.

No fue eso lo que encontró al mirar hacia atrás, solo absolutamente nada, camino vacío y todo en silencio sin una pizca de brisa.

Se mentiría a sí misma si no dijera que tiene miedo.

Como sí terroríficos ojos la siguieran con la mirada, clavada en su espalda.

—¿Hay alguien ahí?—tanteó con temor. Sus pasos se detuvieron inspeccionando el lugar, una calle casi vacía y un callejón sin salida.

Casi idéntico al escenario cuando encontró al demonio. Ese hecho la entumeció por unos segundos, ¿existen las casualidades seguidas?

Tragando saliva verifico cada esquina de su entorno, intentando no perder detalle de nada, ¿podría ser que finalmente Katsuki se fue y ahora la acecha en forma de venganza?

Es improbable. Él no juega, es directo y conciso. Además siendo como es simplemente se iría sin más.

Desde la pelea hace dos noches no se han dirigido la palabra. Ella recuerda todo y está completamente segura que él solo se hace el idiota, sin embargo no se va como prometió, ¿por qué?

¿Por qué sigue confundiéndola?

Esos ojos carmín la repasan diariamente con calidez, quemando sus extrañas, no obstante, no desaparece esa furia intensa en sus pupilas. Sigue sintiendo el contacto de sus labios con los suyos, incluso si se emborrachó recuerda todo con total lucidez sin perder algún detalle, por muy insignificante que sea.

Esas miradas de ira y chasquidos de lengua no le dicen nada, parece un niño con berrinche que no sabe lo que quiere.

Debe recordarse que Katsuki Bakugo no es humano, no es débil e inofensivo. Si quisiera podría matarla y aún así...aún así sigue esperando otro beso, otras caricias, sentir esas manos ásperas recorriendo la curva de su cintura, anhela algo inalcanzable, fuera de sus límites.

Eso sumando el hecho que Todoroki sigue diciéndole que lo eche de casa, entiende que su amigo esté preocupado pero no puede ceder ante eso.

Y lo peor es que no sabe porque.

Un escalofrío recorrió su espalda, sacándola de sus cavilaciones. Se irguió y repasó todo el sitio con lentitud nuevamente.

¿Que significa esta sensación?

Alterada y más que nada paranoica frunció el ceño, ¿la mente le está haciendo malas jugadas o solo está cansada?

Quizá simplemente imagina cosas.

—Esto es una tontería—se dijo a sí misma y sin más reanudó el paso, ajena al hecho de que esta siendo observada.


Hawks buscó durante tres días a Katsuki bakugo pero no hubo rastros, investigó en cada callejón y lugar sin señales del demonio

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Hawks buscó durante tres días a Katsuki bakugo pero no hubo rastros, investigó en cada callejón y lugar sin señales del demonio.

Solo tiene 3 semanas para encontrarlo y acabar con su molesta existencia. Siendo un obstáculo para el rey demonio está claro que debe ser ejecutado sin importar las consecuencias.

Mitad ángel y mitad demonio es simplemente neutral, ni malo ni bueno. Solo es solicitado para cumplir misiones, una maldición que se le fue dada porque su nacimiento es una aberración en ambos bandos; cielo e infierno.

Un castigo impuesto gracias a sus padres que huyeron cuando nació.

Ahuyentando los deprimentes pensamientos se coló en la azotea de un edificio en lo alto y entonces lo sintió.

Un sutil aroma de su objetivo entremezclado con una mujer humana. Se levantó de golpe y fijó su mirada desde lo alto ubicando a la muchacha.

Sus ojos captaron una cabellera castaña y cuerpo regordete, con una estatura baja. No tuvo que ver su rostro para saber la belleza exuberante de la humana. Deleite puro lo inundó por la revelación.

Esa mujer huele totalmente al demonio, como si estuviese marcada.

¿Cómo es posible?

Los demonios no procrean con humanos, ni siquiera por la lujuria y mucho menos los de raza de Katsuki Bakugo, por lo que sabe tienen compañeras predestinas solo una vez en la vida.

El mestizo alado bateo sus alas de edificio en edificio sin perder de vista a la castaña ignorante a su presencia. Si la sigue definitivamente encontrará a su objetivo. No sabe porque está con una humana pero eso es irrelevante cuando esté muerto y su cabeza sea llevada ante el rey del averno.

—Malditos tacones—gruñó entre dientes la pequeña mujer, haciendo que su concentración se mantenga en la silueta femenina—. Lo peor es que no puedo usar zapatillas.

Soltó interesantes maldiciones que causaron que esbozara una sonrisa en sus labios. Le pareció de lo más interesante como aquella humana no pareció acostumbrada a maldecir al juzgar por su rostro horrorizado luego de un rato.

—¡Por culpa del idiota de Bakugo estoy hablando así!—exclamó golpeando su frente. Suspiro dramáticamente y volvió a retomar su paso—. No puedo seguir el mal ejemplo de ese irritante demonio.

Y eso lo afirmó. Aseguró la inminente muerte de Bakugo Katsuki.

Se dispuso a volar al siguiente edificio cuando observó cómo el cuerpo de la fémina se estremeció, detuvo su paso y lentamente echó furtivas miradas a su alrededor, con una expresión de temor dibujada en aquellas angelicales facciones.

Hawks abrió la boca, sorprendido, no se supone que ella deba sentir su presencia ni mucho menos verlo.

¿Entonces por qué parece tan aterrorizada?

Una simple mortal no debe sentir la presencia de un ser superior, de hecho eso los debilita por ello son una especie tan inferior.

—¿Hay alguien ahí?

Esa voz suave y temblorosa lo saco de su estupor. La pequeña humana siguió mirando todo pero en ningún momento lo ubicó. Más curioso que otra cosa permitió que se alejara y no la siguió, no por lastima.

No por sentimental.

Si no porque en medio de la bruma de confusión capto algo diferente en la chica, algo lejos de ser humano.

Algo completamente desastroso y aterrador, incluso mas que el mismísimo lucifer.

Eso significa un obstáculo pero a la vez una ventaja, si Katsuki Bakugo no muere por sus manos.

Morirá por las de esa chica.

El beso del demonio Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu