Un Omega en Apuros // Luzuplay

Capítulo XI: Crónicas de un Ataque Anunciado y Un Personaje Extraño

Canción en multimedia: Gimme Love — Carly Rar Jepsen – EMOTION

El omega favorito de todos nosotros se encontraba en su casa, o mejor dicho, búnker, aún pasando y repasando mentalmente la noche en la que él y su alfa (porque sí, ahora es SU alfa y nadie podía negarlo) se confesaron, se dijeron cosas bonitas, cosas hermosas, cuando él se sintió como un chaval de instituto tonto enamorado del alfa popular de su instituto por el que juraría que nunca se fijaría en él, pero en este caso sí sucedió, y Auron le agradecía a quién pusiese por permitir que alfa famoso le hubiese puesto la mirada en él y le hubiese permitido amarlo con todo lo que podía, Auron reconoció que ese toque eléctrico que sintió no fue por causa de un rayo enviado por los dioses o porque el alfa contrario estuviese en contacto con electricidad y hubiera causado una reacción en cadena de energía pasando de cuerpo a cuerpo... No, ese toque significó algo, ese toque algo tenía que ver y Auron quería averiguarlo...

Se levantó de su cama, se bañó y se arregló, acomodó su cabello en punta como habitualmente le gustaba, su corazón se llenó de entusiasmo y esperanza, al mismo tiempo que de impaciencia, había quedado de reunirse con su alfa para pasar una tarde juntos en su casa y conocerla al fin, pero cuando estuvo a punto de abrir su puerta, alguien la tocó de forma un poco débil, como no queriendo que el de adentro escuchase y abriese. Auron, aún parado en el umbral de su puerta suspirando por lo bajo, frunció el ceño, se enfadó con quién sea que esté detrás de esa puerta, abrió la puerta automáticamente. Al hacerlo, una pequeña porción de humo negro le pasó por su nariz, este la arrugó en una mueca de disgusto mientras cruzaba sus brazos en una pose media intimidante, el otro chico se dio la vuelta, subió su mirada y sus mejillas se coloraron mientras intentaba sacarse el cigarrillo de la boca.

-       ¿Te puedo ayudar en algo? – preguntó el omega, fingiendo una sonrisa amable, aún con los brazos cruzados y pose de autoridad viéndole directo a los ojos mientras esperaba una respuesta.

El chico sólo le vio a los ojos, tiró su colilla consumida por todas las caladas necesarias, la colilla rebotó en el pasto, el chico extraño la aplastó con la planta de su pie y le dirigió la mirada.

-       H-Hola – le dijo el chico de ropa gris estilo militar mientras le miraba de manera nerviosa, sus manos temblaban un poco y su cara tenía un pequeño círculo rosa en la mejilla, Auron se preguntó de qué podría ser, pero inmediatamente rechazó su pensamiento y siguió en lo suyo.

Auron se extrañó, ¿este chico es tonto o le pegan en casa?

-       Hola, ¿te puedo ayudar en algo? – le preguntó Auron, dejando su postura intimidante de lado y queriendo parecer más afable.

-       Aaaam, e-es s-sólo que e-eres nuevo y-y... p-pues quería saludarte – el otro chico tartamudeaba peor que metralleta en pleno combate, a Auron su pensamiento le hizo reír, pero no lo demostró, eso sería descortés de su parte. Auron se relajó un poco más, el chico mostraba ser bueno.

-       Ah, con que es eso, no hay problema – Auron le respondió con una sonrisa – mi nombre es Auron, mucho gusto, tío – Auron nuevamente le sonrió mientras le estiraba la mano para encontrarse con la del contrario, el típico saludo de cuando acabas de conocer a alguien.

-       M-Mucho gusto, A-Auron – le respondió el contrario con una tímida sonrisa – me llamo Mangel – Auron se quedó con la mano extendida, ya que el contrario medio la vio, pero algo en él se rehusaba en querer tocar al contrario.

Auron alejó su mano nerviosamente, la metió en su bolsillo y se sintió incómodo, había un aire de incomodidad que no dejaba que las cosas fluyeran, cuando conoció a los demás, todo había fluido de forma más tranquila, todo era risas y algunos cuantos datos generales para entender al otro, le pasó cuando conoció a Willy, cuando recién conoció a su alfa y al alfa aquel de pose prepotente que hablaba con un aura de misterio a propósito, el de pelo en punta y ojos de amatista. Auron ya no recordaba su nombre.