Lindo Trasero

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Tiene un lindo trasero

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Tiene un lindo trasero.

Perrie Edwards suspiró levemente mientras detallaba con cierto disimulo la parte posterior le persona que tenía al frente. La verdad Leigh-anne Pinnock no estaba nada mal.

Es decir ella sabía que Anne tenía un par de "amigas" grandotas que sobresalían bastante entre las demás alumnas de la institución, pero ahora que también miraba con cierta atención, su trasero también era bastante amplio.

Ahora comprendía porque todos se le quedaban mirando fijamente cuando pasaba.

Sonrío de medio lado mientras se imaginaba una escena algo erótica donde estaban incluidas ellas dos y en una cama. Agradecida de que ella no pudiese saber los ciertos pensamientos morbosos que pasaban por su mente, porque si no saldría espantada, de eso estaba segura; su personalidad era muy frágil a comparación de sus otras conocidas.

Si Leigh-anne se enterara de que Perrie la tenía como fantasía sexual, Anne simplemente se desmayaria y jamás podría volver a verla directamente a la cara.

Aquello le causó cierta gracia.

Notó que la chica seguía leyendo atentamente aquel libro de literatura que la profesora Demetria Lovato les ordenó que revisaran, eso explica porque no había notado su presencia a pesar de estar tan cerca dentro de ese vagón de tren. Pero no le molesto. Así podría seguir teniendo una linda vista de su trasero.

Una cabellera roja captó su atención por el rabillo de su ojo, y cuando volteó, notó a Jesy mientras se escurría entre los apretujados pasajeros hasta llegar a su lado. Enmarcó una ceja al ver que ella, quien también era recién que notaba su presencia, le hacía una seña en silencio y miraba a
Leigh-anne con cierta malicia.

Justo cuando el tren llegó a la estación, las puertas del vagón se abrieron, Jesy avanzó con rapidez y golpeó con descaro el trasero de Leigh-anne, antes de escabullirse por un costado sin ser notada por nadie más con una rapidez tan sorprendente que Perrie se quedó sorprendida y divertida, hasta que una sonrojada Lee Lee volteo desesperada buscando al "abusador" pervertido.

Sus ojos cafés chocaron con los azules de Edwards y la mirada acusadora apareció.

Un momento ¿Leigh pensaba qué Pez había sido la culpable? Es decir, solo porque Perrie estuviese detrás de ella y encontrase lindo su trasero no significaba que tenía pruebas para reclamarle algo.

Al ver la mirada de Leigh-anne, comprendió que ella si la consideraba culpable.

Maldijo a Jesy internamente y abrió la boca para aclarar la situación porque, joder, ella no acosaba a personas en los trenes ni mucho menos las nalgueaba en medio de un tumulto de gente.

Entonces ante aquella mirada acusadora, sorprendida, molesta y perpleja, ella trató de defenderse, pero antes de abrir la boca, Leigh-anne la abofeteó.

—¡canalla pervertida, Edwards! —exclamó furiosa— ¡ni se te ocurra volver a tocarme!

Bien, Perrie, lección aprendienda.

Y mientras todos observaban a la chica con asco, burla y hasta molestia y Leigh-anne, la ex tímida Pinnock, seguía lanzando advertencias y amenazas a una sorprendida Perrie, quien aún no creía que la chica la hubiese abofeteado, Jesy miraba divertida la situación desde la lejanía, sin remordimiento.

Después de todo, Perrie se merecía esa cachetada por andar imaginando cosas no debidas con la tierna y dulce Lee Lee. Ella solo se limitó a joderle lo que le restaba de la linda vista que tenía.

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Lerrie one shotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora