Me caeras bien.

95 15 2
                                    

Narra Nicolas.

Había dejado a Emily en casa después de insistirle ya que ella pensaba que yo la violaría en mi auto, de verdad tendría que acostumbrarme a las idioteces que decía, igual así... Me gustaba.

Ya estaba llegando a mi casa cuando vi una moto en frente de ella y un chico enfrente de ella, seguí y parquee mi auto detrás de la moto cuando me baje note que era Eduardo, el imbécil exnovio de Emily. Esto iba a ser interesante.

–A ti te estaba esperando – dijo el imbécil.

–Pues yo no esperaba verte – dije caminando hacia la puerta de mi casa.

–Y no me iré hasta que no lo haga – dijo llegando a mi lado.

–¿Te quedó gustando el golpe? – dije tensando mis puños.

–A ti es el que le va a gustar si no me escuchas – dijo mirándome.

–Habla, no tengo toda la noche – dije parandome serio.

–Quiero que te alejes de Emily – dijo y no logre aguantar y estalle en carcajadas.

–¿Estas bromeando verdad? – dije mientras seguía riéndome.

–No le encuentro gracia y no es broma, aléjate de ella... Contigo cerca no puedo recuperarla, me enferma saber que esta con alguien mas – dijo sin quitar su mirada de mi.

–Pues no deberías perder el tiempo, ella ya no quiere estar contigo así que déjala en paz, creó que debió quedarte claro hace unas horas – dije volviendo el paso hacia casa.

–Te advierto si la haces sufrir te matare y tampoco me rendiré, es la mujer que mas amo en la vida y la recuperare quiera quien quiera ¿te queda claro?

– No deberías hablar de hacerla sufrir cuando fuiste tú quien la destruyo y la volvió como es ahora, deja de ser un imbécil y lárgate o juro que te mato – dije echándolo.

– Tu no sabes nada, bastardo – dijo subiendo en su moto y marchándose.

Al entrar en casa tenia la sangre hirviendo en mi ¿quien se creía el imbécil ese para decirme que me aleje de ella? Luche por lograr al menos tenerla de amiga y no iba a dejar que el nuevamente la lastimara, no cuando estaba yo cerca.

(...)

Narra Emily

Necesitaba un trabajo urgente, no quería seguir dependiendo de mi hermano aunque el no pusiera problema por enviarme lo que necesitará quería salir adelante sola, además ya no estaba en la universidad así se tendría tiempo libre. Nicolás me dijo que cerca a su casa había una nueva cafetería y que estaban buscando chicas así que decidí ir.

–Hola – le dije a una señora de unos 40 años que al parecer era la dueña – Vengo por lo del trabajo – dije sonriendo.

–Oh claro, precisamente necesitaba alguien ahora, mi hija no vendrá hasta en la tarde ¿como te llamas? – pregunto.

– Emily – Sonreí.

–Yo soy Betty, mucho gusto y bienvenida – me dio la mano – Se que es algo rápido pero necesito de alguien ahora.

–No te preocupes, mejor para mi – Sonreí.

–Vale, empezaras con esa mesa, ahí esta la carta llévala, suerte – dijo sonriéndome entregándome un delantal, una agenda y las cartas.

La mañana fue pasando rápido, creo que había nacido para ser mesera, ya que todo estaba saliendo muy bien, había ganado algunas propinas e incluso le caía bien a Betty.

Entro una chica medio alta de cabezo oscuro y mirada perdida, por un momento se me pareció a Lorna y me dio nostalgia, entro a la cocina y salio con un delantal, quizá trabajara allí tan bien.

El lugar estaba vacío en ese instante así que yo estaba sentada en la barra tomando un vaso de agua y ella se hizo a mi lado.

– Así que tu eres la nueva? ¿como te llamas? – quiso saber.

–Amm Emily – no me gustaba hablar con personas que no conocía así que no le di gran importancia.

Vi entrar a la perra de Ashley y su grupo de putas, entre ellas Camila vi como se reían al verme ahí.

Putas y mil veces putas - pensé.

Mira hacia mi lado y vi como la chica atendía otra mesa así que tuve que atenderlas yo.

–Bienvenidas a Betty's ¿que desean tomar? – quise ser lo mas amable posible.

–Miren a quien tenemos acá, querida Emily tanto sin verte, te hemos extrañado mucho en la universidad – fingió un puchero.

–Lamento no decirte lo mismo – fingí una sonrisa – ¿Que van a tomar?

–Tráenos 4 jugos de naranja naturales por favor – dijo y yo solo me retire, perras.

Llegue a la barra haciendo mala cara, se verdad no las soportaba

–¿Paso algo? – preguntó la chica.

–Solo no soporto a esa perras.

–Lo se, son unas plásticas de mierda – dijo ella sonriendo – déjame yo les llevo su encargo – dijo haciendo una cara sospechosa.

Me quede mirando como llegaba hasta la mesa de ellas y cuando estaba a punto de entregar los jugos note como los botaba encima de ellas dejando principalmente a Ashley llena de jugo por toda su ropa, no pude evitar reírme; yo note que no fue un accidente, ella lo había hecho con toda la intención y eso me agradaba.

–¿Estas loca? – dije riéndome cuando se acercaba a la barra – te van a echar.

–Créeme, no lo harán – me guiño un ojo.

– Este es el peor lugar al que he venido, parecen unas locas acá – grito Ashley cerca nuestro – De seguro tu la enviaste, perra.

–Ey ey, te calmas – dije riendo sin parar y en esas salio Betty

–¿Que esta pasando acá? – preguntó.

–Que tu empleada nos tiro todo encima – dijo Ashley señalando a la chica y Betty solo se río – Es una inútil.

–No voy a permitir que le hables así a mi hija, si lo hizo quizá lo merecías así que saca ahora mismo tu trasero y el de tus amigas de mi cafetería ahora mismo niñita – dijo Betty y recordé que ella me había hablado de su hija y también entendí de lo que hablaba ella al decir que no la echarían.

–Están locas – fue lo último que dijo Ashley antes de salir corriendo de la cafetería, al ya estar afuera las tres nos miramos y rompimos en carcajadas, casi llorábamos al reír.

–Si sigues así vas a dejarme en quiebra – dijo Betty a su hija – limpia antes de que alguien llegue – dijo entrando de nuevo a la cocina y yo Sonreí.

–Mucho gusto mi nombre es Lucy – dijo sonriendo.

–¿Sabes algo? Me caerás bienSonreí y ella también.

Prefiero Estar SolaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora