Doña ''sin nombre''.

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Ya habían pasado unos días después de la carta y el reencuentro con Eduardo, dure al menos dos días sin contestar llamadas hasta que pensé que había podido seguir 10 meses sin el así que ahora no me sería para nada difícil, prendí uno de mis cigarrillos y decidí llamar a Lorna ya que llevaba mucho llamándome y yo no contestaba.

-Hasta que te dignas aparecer Emily ¿Qué pasó contigo? - Preguntó Lorna sin ni siquiera dejarme saludar.

-Nada solo necesitaba tiempo para mi.. Pero bueno ¿Qué haces? - Cambié el tema.

-Estoy con Juan ¿Y tú? 

-¿Con Juan? Si que te ha durado jaja ¿O acaso lo quieres? - Me burlé.

-Ay Callate, apenas me despida de el voy a tu casa ¿te parece? - Preguntó

-Dale, acá te espero - Colgué

Al colgar empecé a sentirme algo mejor, quizá ese encierro no me hacía nada bien, mi madre siempre  me enseñó que cuando estuviera triste hablará con ella pero ella ya no estaba así que lo mejor era hablar con alguien y yo no tenía a nadie más que a Lorna, decidí arreglarme y ponerme presentable cuando yo hacía eso de quedarme sola en la casa por mucho tiempo no era muy aseada y me descuidaba, me arregle bien y deje presentable mi casa, estaba llena de colillas de cigarrillo y latas de cerveza; no se como lograba beber tanto y no sentirme mal, creo que de los 10 meses que han pasado desde que todo acabo con Eduardo he tomado 4 días a la semana, no me enorgullece para nada.

(...)

- Entonces ¿Te la pasaste acá todos los días encerrada? - Dijo Lorna cuando le conté que había hecho.

- Pues sí, en fin.. Hoy es viernes ¿Qué haremos? - Jamás iba a dejar mi costumbre de salir a beber todos los fines de semana, mi hermano  me mandaba suficiente dinero para botarlo en lo que quisiera.

- Pues si quieres salimos a bailar un rato, prometo no dejarte botada esta vez - Rió - Igual es el último fin de semana porque ya empiezan las clases el lunes - Hizo cara de decepción - Y pues nos toca juiciosas, así que este fin de semana vamos a descontrolarnos más de lo que hicimos en las vacaciones ¿Te queda claro? - Dijo advirtiéndome.

-Ya ni recordaba que teníamos que entrar, entonces a bailar - Dije sonriendo.

-Bueno entonces esta noche saldremos con Juan y pues - La interrumpí.

-Espera, primero quiero que me cuentes ¿Que ha pasado con el? tu nunca habías durado un buen tiempo con nadie y no se esto es raro - La mire seria.

-Pues la verdad el es muy buena persona, pero créeme no será diferente a los demás - Aseguró.

-Pues... será creerte - Dije - Mejor vamos a comer algo y más tarde cuando terminemos llamamos a tu Juan - Me burlé y ella me golpeo.

Salimos a comer lasagna mi comida favorita, realmente hablar con ella me había servido bastante aunque el dolor de por si siempre estaba en mi me había ayudado a relajarme y dejar pasar el tiempo para poder olvidar; y para mi la mejor forma de olvidar era bebiendo, bailando y fumando. Terminamos de comer y llamamos a Juan, me daba mucha risa el solo pensar que tal vez a Lorna le estaba gustando aunque no sería mala idea de una vez por todas ella debería ponerse seria con alguien. Nos encontramos con el quien iba acompañado de otro amigo.

- Les presentó a un amigo - Dijo Juan mostrándonos a Nicolas, Lorna lo saludo cordialmente y yo solo hice un ademán de saludo, este chico al parecer iba a ser una pesadilla en mi vida. Lorna y Juan se fueron adelante y nos dejaron atrás.

- Lo que hiciste el último día estuvo mal ¿sabes? - Me dijo rompiendo el silencio.

- Yo todo lo que hago esta mal y no me molesta - Sonreí ofensivamente.

- Pues no deberías ser así, rompiste mi corazón - Toco su corazón queriendo sonar dramático.

- Te ves más lindo callado ¿sabías? - Dije.

- ¿Acabas de aceptar que soy lindo? - Rió.

- Ay no puede ser, eres tan insoportable, creo que el destino me odia por ponerte siempre en mi camino, eres como una pesadilla - Dije dejándolo atrás y entrando al bar sin pensar en que podría estar pensando. 

Estando adentro nos sentamos en una mesa los 4, que triste quería evitarlo pero ahí lo tenía, puede que fuera muy lindo pero era molesto en realidad no lo soportaba; tendría que empezar a buscar nuevas amistades si el llegará de nuevo a estar con nosotros, lo juro.

- ¿Vamos a bailar? - Me propuso.

- No tengo ganas - Lo ignore.

- Anda nena, mueve ese trasero que te encanta - Dijo Lorna y en serio sentía odiarla, a veces creía que era más mi enemiga que mi amiga.

Acepte y empezamos a bailar, realmente no lo hacía nada mal me tomaba de la cintura y hacía pequeños movimientos buenos, me miraba a los ojos y luego miraba mis labios ¿Que pretendía? Se veía demasiado lindo sonriendo y eso lo odiaba, porque si no me agradaba no tenía ningún derecho a ser lindo, duramos casi media hora bailando en realidad no me estaba molestando para nada pues sabía como moverse al ritmo de la música, pero el estúpido arruino todo cuando se atrevió acercarse más de la cuenta, puso su sonrisa frente a mis labios, me apretó la cadera y me acerco a su cuerpo, tomo mi cabello y roso sus labios con los míos, luego metió su lengua en mi boca al principio no reaccione pero luego sin duda lo golpee.

- ¿Qué te pasa idiota? - Dije separandolo.

- No puedes negarlo, te gusto - Sonrió.

- Te odio imbécil - Lo deje ahí ¿quién se creía? 

- Y yo te odio a ti doña sin nombre - Me gritó mientras me alejaba, me alcanzó a dar gracia, pero igual lo odiaba.

Prefiero Estar SolaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora