21: "Tomas - YoonGi".

484 31 5
                                    

Mauro

Caminaba desorientado por las calles desconocidas de Corea. Estaba con Tomas, fumando un prensado.

- T/N ¿qué pasa entre ella y el chino pálido? -Preguntó él con algo de dificultad después de un cómodo silencio donde solo se escuchaban las calada que le dábamos al cigarrillo.

- Qué se yo. Ya viste que T/N vive rechazando hombres. Seguro todavía no se siente segura, ya sabes. Dos desamores, dos infidelidades.

- Cuando te fallan las personas más importantes, ahí entendes todo. -Le dio una larga calada al cigarrillo.

- ¿Y vos?

- Ya sabes, Candela se me esta insinuando. Yo sé que me quiere pero... sigo enamorado de la calle.

- Seguís enamorado de T/N.

- Solo... solo me voy a seguir hundiendo en mi ansiedad y depresión. No me confesé hace meses, no lo voy a hacer ahora que a T/N le empezaron a salir bien las cosas con un hombre.

Le di un largo trago a la botella de Jacks Daniel's. Tomas hace unos meses me dijo que tal vez eso que creía amistad se había hecho amor hacia T/N.

- No vuelvas a caer. No voy a permitir que esas pastillas te consuman, Tomas.

- Intente de todo Mauro, te juro que lo intente.

- Escúchame una cosa, sos mi hermano. Y no voy a dejar que el alcohol y la droga te vuelvan a hacer lo mismo que pasó hace un año, Tomas, esto es entre vos y tus penas pero si tenes que tomar mi mano yo te doy hasta el brazo.

- Si me ayudas, Mauro, puede que caigas conmigo y eso no lo voy a permitir.

- Y... caeremos juntos. Siempre juntos.

YoonGi

Me senté al lado del gran cajón que guardaba restos de un cuerpo. Era fría y estrecha aquella habitación del cementerio donde en la entrada figuraba el apellido "Park".

Había una mesita donde estaba una foto de ella, unas velas, cerillas, rosarios, cruces, fotos pequeñas de dioses católicos y una pulsera que le pertenecía. Al lado de esta una escoba con una pala. Y al otro lado de la mesita ese cajón grande con una tela blanca encima y flores de distintos tipos y colores.

- Lamentó no haber venido antes pero tenía mucho trabajo y mi mente estaba en otro lado. Lo siento. -Sonreí mirando mis manos- Hace algunos meses conocí a una chica, es hermosa. ¿Recuerdas que te dije que lo que sentía por ti no era más fuerte y grande que ningún otro sentimiento? Bueno, ella rompió otro récord. Y pensar que cada día qué pasa se intensifica. Sé... que de donde sea que estes, estas feliz porque haya hecho lo que yo creía que jamás podría. Superarte. Superar tu muerte. Hasta yo mismo me sorprendí. En verdad no es mucho lo que te tenía que decir, solo que mañana pienso invitarla a una cena y ver qué pasa.

Dije una que otra cosa irrelevante y saque todo ese montón de tierra que había en el piso debido a lo poco transcurrido del lugar.

Caminé hasta mi auto el cual lo había estacionado al rededor de tres cuadras antes de llegar al cementerio. No había lugar más cercano en el que pudiera dejar el auto. Desde lejos llegue a verlo y acelere mi paso pero mi hombro chocó abruptamente con el antebrazo de alguien. Digo antebrazo porque era una cabeza más alto que yo.

Mire su rostro y enseguida lo identifique, C.R.O, Tomas. Sería inconfundible. Tatuajes, oreja con la marca de la expansión, seriedad y por supuesto un cigarro entre los dedos.

- Disculpa, YoonGi ¿verdad? Bueno... en verdad no importa, te voy a llamar chino.

- Soy coreano.

- Lo mismo. Oye, sé que me tenes marcado. Ya sabes, te gusta T/N y digamos que ella y yo somos muy cercanos, pero... tranqui. A mi me tenes descartado, es decir... si, ¿para qué mentirte? T/N me encanta. -Fruncí el ceño- Pero no tengo intención alguna de meterme en su relación.

- ¿A dónde quieres llegar con esto? -Le dio otra calada al cigarro.

- A que... bueno, en verdad no lo sé. Supongo que para que no te sientas intimidado o que supongas que soy una amenaza para lo que sea que esté pasando entre vos y mi amiga pero que no me voy a meter. Solo... preocúpate por Paulo, él sí que te la puede robar y vino con esas intenciones. Cuídate chino. -Y se fue caminando tranquilo bajo las miradas despectivas de dos señoras que estaban en una pequeña casita donde se venden flores. Él dio un paso brusco en su dirección asustándolas intencionalmente a lo que él y yo reímos leve.

Puede que no sea tan malo después de todo aunque eso de que le encanta mi chica, me estaba carcomiendo la cabeza.

El rap no es para mujeres. YOONGIWhere stories live. Discover now