El rap no es para mujeres. YOONGI

1: "Lα mejor rαperα del mundo".

Capítulo corto.

T/N

Apreté mis labios.- ¡uno!

Cerré fuerte mis puños mirando el suelo y Misionero dio dos pasa atrás quedando entre Aczino y yo para tomarnos de la muñeca.

Sentí como él elevó mi brazo arriba y mire al público sin creerlo.

Soy la mejor rapera de Latinoamérica.

Sonreí abiertamente y sentí como unas quince personas venían por detrás a abrazarme y felicitarme. Me acerqué a Aczino para abrazarlo fuerte felicitándolo.

- Te lo mereces, siempre serás la mejor rapera que jamás conocí. -Murmuró.

- Sos un gran rapero, Mauro, no lo olvides. -Dije para después alejarme.

Escuchaba a esa gente gritar mi nombre mientras saltaban; tome la bandera entre mis manos para mostrarla a la cámara y después besarla. Me tomaron de la cintura por atrás y me levantaron para después empujarme para arriba una y otra vez.

Y es ese momento me di cuenta que esto era lo que quería hacer. Me di cuanta de que esta es mi familia y este es el lugar donde pertenezco, con esta gente a mi lado estoy completa.

...

Dios, que resaca. Siento que me voy a morir, fue una buena vida, corta, pero buena. Quién diría que me iba a terminar muriendo de una explosión en mi vesícula biliar.

Me levante del sillón de esa enorme casa la cual desconocía. Esquive una par de personas medias moribundas tiradas en el suelo hasta llegar a la cocina y abrir la heladera como si fuera mi casa.

Eche un poco de leche en un vaso el cual busque como diez minutos para luego hacharle chocolate en polvo y batirlo.

Empece a tomar el chocolate y aproveché para leer la botella de leche.

- Ah, la puta madre, esto está re rancio. -Dije escupiendo el chocolate que todavía no había tragado después de ver qué está leche había vencido hace dos semanas ¿Quién es el dueño de esta mansión? Mucha casa poca comida.

Tome mi celular del bolsillo trasero de mi jean negro y me fije la hora, 13:46. Con siete por ciento de batería. Con unos seiscientos mensajes. Con veinte mil notificaciones de Twitter. Con cuatrocientas notificaciones de Instagram ¿Quién se murió?

Abrí WhatsApp y abrí el grupo "Rubios en disturbios". Lo sé, soy genial para los nombres (Aunque ninguno de ese grupo era rubio).

Mike wosouski (Wos):
Quién diría que la boluda sería la mejor rapera del mundo.

Uh, cierto que ayer gané la Red Bull me había olvidado. Abrí los ojos como platos. GANE LA FINAL DE RED BULL. No-lo-puedo-creer. Empece a saltar mientras reía sola. Ya veo que alguien entra a la cocina y me ve así, despeinada, saltando y media fumada.

Creo que se me fue la resaca.

Salí de esa casa que estaba hecha pelota y corrí hasta mi auto. Me subí y apoyé mi cabeza en el volante mientras sonreía como pelotuda. Había ganado la Red Bull, todavía no caigo.

Estacione enfrente de mi edificio y subí las escaleras hasta mi departamento.

- Mauro (Duki), voy a subir mi primer tema. -Dije hablando por teléfono emocionada.

- ¿Estas en tu depto? Espérame ahí, conchuda-Dijo con su voz ronca y gruesa de recién levantado antes de colgar. Nunca había escuchado a alguien con la voz tan madura. Me excitaba su voz, no me malinterpreten, Mauro era como un hermano pero siempre me encanto su ronca voz.

Escuche como abrían la puerta del living con las llaves. Él tenía las llaves de mi departamento.

- ¿Cómo estás? -Dijo entrando a la confina para calentar el agua.

- Bien. En el segundo cajón está la yerba.

- Dale. ¿No tenes resaca? Ayer estabas emocionada y le diste duro al porro, eh. ¿Ya se está subiendo el video? -me miro acusador a lo que yo sonreí- Te conozco fea, hace historias y esas cosas para que la gente vaya a el estreno. -Dijo hundiendo la bombilla en el mate.

Yo publiqué por Twitter, unas cuantas historias por Instagram, WhatsApp y YouTube. Después mis amigos (los cuales eran reconocidos porque en su mayoría hacían música) empezaron a ayudarme enviando historias desde sus cuentas.

Sin darme cuenta faltaba un minuto para que "Chapiadora", mi primer tema, sea
lanzado. Eran 1.800.700 las que estaban esperando el estreno. No lo puedo creer.

- Uy, estoy muy emocionado. -Mauro se frotó las manos sentándose a mi lado.

- Yo debería estar emocionada.

- A mi no me vas a decir de qué emocionarme y de qué no, gila.

- Yo te lo digo si quiero... boludo, ya se publicó. -Susurre nerviosa.

- ¡Ah! -gritamos al mismo tiempo.