Simple Amistad [Lukadrien] EN RECONSTRUCCIÓN

CUANDO EL CIELO SE CAIGA

Adrien

Minutos después de aquella llamada la señora couffaine llego a casa muy tranquila, hasta notar la mano herida de su preciado hijo. Mostró mucha preocupación al comienzo haciendo preguntas para saber de la salud de "su bebé" pero una vez le quedó claro que no había mucho de qué preocuparse ni siquiera mi presencia la limito a llamarle la atención a Luka quien solo se quedaba de pie esperando a que terminarán de regañarle.

Creí que sería mejor irme de esa casa y dejar a la familia arreglar sus problemas, pero en cuanto intenté despedirme de la señora couffaine Luka aprovecho para decir que me acompañaría a la salida para escapar de su madre.
En cuanto el auto plateado llegó vi como Nathalie bajaba el cristal dejando ver su amargado rostro... Estaba en problemas.
Antes de hacer un escándalo me despedí de Luka besando su mejilla y solo subí al auto dejando a este en la entrada de la embarcación.

Al llegar a casa subí a mi habitación escuchando a Nathalie llamándome a lo que solo la ignore mientras corría escaleras arriba, puse seguro a la puerta y espere lo que esperaba pasará, comenzaron a golpear la puerta y llamarme para que saliera.

-Adrien, abre la puerta por favor. -pidió Nathalie desde el otro lado de la puerta a lo que no respondí haciendo que volviera a hablar.

-tu padre quiere hablar contigo. -comento dejando de mover la perilla a lo que respondí gustoso. Si se calmaban un poco les respondería.

-termine mis deberes, si eso es lo que les preocupa. -fue mi cruda respuesta mientras me acercaba al escritorio dejando mi bolso ahí.

hubo silencio después de eso, un silencio que en lugar de relajarme me preocupo.

la puerta volvió a escucharse esta vez sin ser tan forzada, se ebrio dejándome en claro que habían usado la llave. la figura de mi padre fue la primera en entrar seguido de sus dos empleados... sabía que esto se pondría feo.

Misael

al llegar a casa después de las practicas solo me arroje sobre el sofá al no tener las ganas suficientes para subir hasta mi habitación. deje mi cuerpo caer de golpe boca abajo mientras mi bolso caía al suelo sobre la blanca alfombra. Había sido un día agotador y para ser honesto esa llamada de Luka solo la hizo más preocupante ¿qué habrá pasado con su mano? ¿estará bien? me quede hundido en mis pensamientos por unos segundos hasta escuchar a una de las mucamas hablarme desde detrás del sofá.

-joven Misael desea cenar algo? -pregunto dejándome en claro que nuevamente cenaría solo.

-no, solo iré a mi habitación. -respondí de mala gana mientras volvía a incorporarme sentándome sobre el sofá sintiendo mi cuerpo pesado.

la mucama no hizo más que alejarse de vuelta a la cocina al ver que no le necesitaba.

deje caer mi cabeza hacia atrás mirando aquel candelabro elegante que está a dos pisos de altura y de caer seguro me aplastaría como si nada, no podría ni correr de él, estaba agotado. pero por más que mi cuerpo estuviese débil, mi mente no lo estaba. tenía que mentalizarme para mañana, no podría seguir faltando a clases, debía practicar con la banda, debía mejorar el coro, debía pensar en las clases y tareas atrasadas.

-por favor aplástame... -murmure al candelabro en cual no hacía más que seguir colgando con firmeza y resistencia como era su deber.

pero por sobre encima de todo eso, había algo más preocupante... mi querido Luka. solo esperaba que estuviera bien. le pedí me llamara antes de dormir, pero no lo hizo y yo no le llamaría, no estoy loco. igual, ya eran las 11 de la noche si llamaba a esa hora tal vez le despertaría si ya se encontraba dormido. tendría que esperar a mañana para verlo en la escuela.