Capitulo 1

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Buenas...lo que sea, sean bienvenidos a leer este nuevo fic (Bastante libre) de Hunter x Hunter (Aplausos)

Desde ya, les aviso que es un HxH básico, con un comienzo distinto. Cambie varios detalles bibliográficos de los personajes y altere muchos hechos de la historia original. Si se pierden, no hay apuro, todo tiene una razón al final y realmente este fic no tiene muchos spoilers de los que cuidarse.

AVISO IMPORTANTE

Esa historia también pueden encontrarla en Fanfic.Net con el mismo título, bajo la autoría de Lugarth3.

Si la subo a esta plataforma es para ampliar los horizontes del fic y sobretodo, para seguir activa...A lo menos. Es una reactualización, porque lo he revisado y cambiado varias cosas en la narrativa, en fin.

Se los dejo con cariño y nostalgia. Ahora, ¡A leer!

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Romance de Venganza

La hora ha llegado. Kurapika y Gon tomaran el Examen de Cazador y eso no es todo. Uno de los objetivos de Kurapika también estará allí y no dudara en vengarse de él. En su lista negra, destaca el nombre "Zoldyck".

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Por la venganza, lo das todo. Por el amor, dudas de todo.

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Su cerebro se desconectó. Era imposible razonar en una situación como esa.

— No...Para...

Realmente imposible.

Por más que trataba, su mente solo lo hacía más consciente de lo que le ocurría al resto de su anatomía, palpitándole lastimosamente por dentro, de una manera que podía oírlo hasta en sus oídos.

— Para— repitió, ahogándose en un susurro. Para su sorpresa, había sonado fuera de su personalidad— Y-yo, yo voy...Voy a...

— Lo sé— Su compañero levanto un poco la cabeza, casi recostándose en sus muslos para mirarlo. Qué vergüenza, verlo desde ese ángulo— ¿Por qué no lo dices claramente? Dilo.

Queriendo escapar de esos ojos azules, giro la cabeza sobre la almohada. No fue una buena idea, porque sus cabellos se le pegaron aún más a su cara y el olor a sudor se le hizo asfixiante. ¿Por qué estas incomodidades físicas y la sensación opresiva en su pecho eran tan molestas, tan degradantes, tan...excitantes? Gimió ante el roce de una traviesa lengua caliente en el más sensible de sus músculos. Que descarado.

— ¡No juegues!— se quejó, con la respiración entrecortada.

— Uh, que sensible estas. ¿Quieres terminar rápido?— Y allí estaba otra vez, con su actitud sucia en el peor momento.

Iba a quejarse cuando sintió a unas manos suaves tocar, envolver y deslizarse por su miembro. La caricia le mando botes de electricidad a sus nervios, ardiéndole la piel al punto de temblar.

Era demasiado. Ya no lo resistía. Estaba fuera de su control.

Extremadamente sonrojado, se rindió ante el brutal orgasmo que le sobrevino, vio a su joven amante limpiándose la cara (Con una expresión de lo más impúdica), relamiéndose los labios. Esa imagen suya, sugerente y natural de por sí, lo hizo tener pensamientos poco puros. ¿Cómo podía pensar así, cuando hace poco su excitación exploto en el éxtasis? Cerró los ojos para no verlo.

Al abrirlos nuevamente, tratando de recuperar la calma de su corazón, la mismísima cara de él estaba frente suyo.

— ¿Qué pasa?— Su propia voz le sonó trémula a causa de los efectos post—orgásmicos.

A toda respuesta, el joven sonrió y saco la lengua para pasarla por el puente de su nariz, lamiéndosela como un gato. Esto le erizo todos los vellos del cuerpo.

— ¡Basta, Killua!

El aludido se retiró antes que lo empujara, valiéndose de su insólita velocidad, riéndose con diversión.

— Kawaii.

Un segundo después, lo volvió a lamer.

— Basta...— murmuro, incomodo.

Después de quince empujones y dos intentos de patada, el albino de ojos azules dejo de mofarse de su pudor para quejarse de su seriedad.

Pronto, era hora de partir.

— Buenas noches.

— Que cortante— dijo Killua, quejoso.

— ¿Debería decir "por favor, sal de mi cuarto"?— ironizo, señalando la placa número cuatrocientos cuatro en la puerta. A él le habían asignado un cuarto en el segundo piso mientras que Killua tenía la suya en la planta baja.

— Ahórrate el discurso. Nos vemos mañana.

— Sí...Pero antes, oí que la Segunda Prueba la evaluara una mujer llamada Menchi. Pienso que una prueba guiada por una visión femenina será menos feroz, debemos prepararnos.

Killua estiro un brazo hacia él, lo tomo del cabello para que se agachara e impactara contra su cara, golpeándose contra sus labios. Siempre tan espontaneo.

— Okey— dijo, una vez le soltó— Ten más confianza. Pasaremos, Kurapika.

El niño le sonrió por última vez, salió al pasillo y le dirigió una señal de despedida con la mano. El rubio imito el gesto hasta que lo vio bajar por las escaleras. Una vez estuvo fuera de su vista, la sonrisa de Kurapika se borró y regreso al interior de su habitación, cerrando la puerta con cerrojo. Si Gon venia más tarde, tenían un código de golpes para identificarse.

Ya en su privacidad, Kurapika fue a un armario, uno de los cajones tenia escondida una agenda. Sabía que era arriesgado pero si necesitaba pruebas para defenderse contra cualquier acusación futura podía agradecer tener su escudo.

Abrió la agenda y releyó las organizadas, elegantes y finas letras que constituían todo un plan maestro, un tanto desordenado y con nombres secretos para que nadie supiera de qué trataba realmente la agenda misteriosa. Fue hasta la página doce, donde estaba dibujado un gigantesco árbol de información y desniveles entre datos viejos y nuevos — Un árbol genealógico, sin duda— Con una fotografía escondida entre recortes.

En la fotografía, todos los miembros conocidos de la familia Zoldyck figuraban en un jardín tétrico y desconocido, mirando al frente donde estaba la cámara. Cinco niños y una mujer sacada de la época victoriana. No aparecían el abuelo ni el padre pero Kurapika estaba seguro que seguían vivos, todo sea por boca de Killua, el tercer hijo de esa familia.

Luego de contemplar detenidamente la imagen de un Killua infantil y risueño, volvió a inspeccionar el mapa familiar. Cualquiera pensaría que se trataba de un garabato y eso era justo lo que el Kuruta quería que pensaran si alguna vez descubrían el libro por accidente.

En una de las ramas del árbol figuraba un nombre clave: "neko", ese era el apodo que le había puesto a Killua en su borrador.

— Debo conseguir más información— Se dijo Kurapika, pensativo. Mientras tanto, nadie debía enterarse de su Lista Negra.

"Pero si me descubre, no tendré más opción que matar a Killua", cavilo.

Pronto, el juego del escondite llegaría a su fin.

Cerró la agenda, la guardo y se preparó para acostarse.

Sea un rumor o no, debía estar preparado para las Pruebas de Cazador que vendrían. Debía ganar la licencia, una de sus mayores metas. Una vez que la consiguiera, le perdonarían todo. Hasta la vida de los hijos Zoldyck, a quienes exterminaría junto con el Genei Ryodan.

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¿Vamos bien? Muchas gracias por leer hasta aquí y nos leemos en el próximo capítulo.

Romance de VenganzaWhere stories live. Discover now