CAPITULO 46

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Pintada en el retrato de aquel hombre cuya determinación era pintar, una persona de éxito, pero que no era famoso aun, solo buscaba la aprobación de ellos, quienes suelen levantarse con los bolsillos llenos y no piensan en el prójimo, de todas formas ahí estaba ella, pintada en un cuadro y presente en esa fila de larga duración, no tenia idea de quien la contemplaba, podía ser un mendigo, ser quien quisiera ser el, pero solo podía verla de aquella manera, pintando con su lienzo y pincel una guitarra, dedicada a ella, a su piel de guitarra.

Era de tercio pelo, blanca como la nieve, tímida y cálida, dulce y fría, amarga y divertida, todo en uno, estaba completa y eso le hacia reflejar luz dentro, luz fuera, aun no es aceptable que el mundo no pueda verlo como el lo hacia, porque el si pudo notar ese brillo que resplandecía en medio de esa gran multitud que la rodeaba, justo en esos momentos de puro calor, de alborotos entre la gente, ella pudo notar que alguien la tenia en la mira, se quedo frisada por unos cuantos minutos, aquel hombre no dejaba de mirarla, y de pronto su mirada se fue lejos.

Acercándose hacia ella, le confeso que tenia lindos pómulos y que quería pedirle el favor de que aceptara ser su modelo por unos cuantos minutos, mientras el mundo se distorsiona, logro convencerla y fue directo al escenario, uno donde habían miles de personas, pero que no aplaudían, uno donde la única luz que radiaba era la de ella, y su piel... su linda y suave piel, como de guitarra.

Delicadamente ella puso sus pies sobre un pequeño sillón que el utilizaba para las posturas de los modelos, sus ojos de cristal lo revelaron todo, no hubo ninguna otra distracción para el, que no fuera ella; nadie es tan capaz de hacer eso en estos tiempos.

Le dedicó unos cuantos minutos al pincer y a la tela donde la pintaba, donde ella quedaría marcada de por sí toda una vida, hasta que aquel cuadro decida por completo dañarse, luego de esos cuantos minutos se pudo levantar y observó que la fila ya estaba avanzando, así que le dejó ir a la chica que tenía piel como de nieve, al día siguiente la chica fue a un centro comercial cerca del hotel donde se estaba quedando, notó mucha gente mirando un largo cartel gigante que decía... ''SU PIEL DE GUITARRA, DEDICADA A ELLA'' sin más, solo pudo tapar su boca con ambas manos y de pronto sonrió a la vida, agradeciendo aquel hermoso retrato que le había regalado aquel desconocido pintor, le llamó por el numero que colgaba en alguna parte del gran cartel que estaba en aquél centro, le agradeció y le invitó un café a la tarde siguiente.

~Gracias, por dedicarme algo tan bello en mi vida.


MIENTRAS DUELE.Where stories live. Discover now