MIENTRAS DUELE.

CAPITULO 35

Hay una cosa que me inquieta mucho, es la perfección de algo, si existiera alguien que me viera de la misma manera en que se puede admirar un cuadro esplendido y radiando en arte, me sentiría expuesta a la felicidad, estaría dispuesta a lanzarme de cabeza como a una enorme ola que llenaría toda mi piel con ella.

Como haría sin aquella escena basada en hechos reales o quizás ficticios?, sin esas mentes brillantes que han dado un pequeño empujón a mi diminuto cerebro, para ir tras algo que anhelaba hacer hace tanto, como agradecerles?, que hacer con las maravillosas ideas que han causado en mi, con ese deseo que han despertado dentro, con las ganas de también sentir la misma expresión en mi rostro, de tocar con mis manos aquello a lo que se le puede llamar prohibido, como le hago?.

Es expresar lo que ellas con muchos problemas lograron llenarme la mente, algo fantástico, una fantasía, una ilusión, un amor no correspondido, algo de lujuria, algo de esto y aquello, algo de ella, virginia, virginia.

Que con infinidad de palabras desconocidas para mi, logro despertar la furia que llevo por dentro y esta vez quise sacar al aire libre, al viento, como si nada mas importara, como si estuviera en aquella película, como si fuera ella, como si estuviera enferma; 

Que pasa conmigo que no me detengo?, es como si fuera mi éxtasis, una droga que calma todo mi ser, que cuando voy al mar, reflexiono y vuelvo a mi encierro para drogarme una vez mas y tener el anhelo de escribirlo todo, como si un rayo llegara de la nada y aplastara toda la casa, con el miedo profundo en mi por los que están allí dentro, mientras yo lo pienso y salgo asustada por lo mismo, es como si le diera un poco mas de sentido a mis escritos, como si nada mas fuese mas importante que solo ello, como sus hijos, aunque los ocultasen de tanto en tanto en las pocas escenas que se encontraban, y como sus hermanos y sus amantes, que eran capaces de admirar su locura por ella, como si yo también fuese parte del equipo.

Y es que no tengo limites, no me siento asustada por ser intensa y escribir a cerca de algo que mis ojos acaban de contemplar y mis oídos acaban de oír, me siento enferma por esto, por amar la lectura y sentirme vulnerable ante ella, como si fuese alguien, una persona, un ser incomprendido que busca ser entendido y ser escuchado, y yo soy ese tipo de persona que ansia abrirle la puerta a ello. 

Estoy aquí, en el presente, en el aquí y ahora porque ellas estuvieron también, me hicieron sentir parte de la película, me hicieron sentir débil, ante sus actos infames e íntimos, quisiera haberlas visto en persona, pero allí estuve, con ambas, con todos, porque sus amantes también exigían una cosa que ellas no le podían ofrecer, no podían sacarlo del todo, y aunque lo confesaron yo me niego a creer que ellos se sintieron satisfechos, también querían mas, mas de lo que podían brindarles, porque como amante, yo también quería mas.

Eso lo hace el amor, la inspiración, las ganas de ir por algo, de ir corriendo tras de ello y perseguirlo hasta lograr alcanzarlo, de tenerlo, de no soltarlo, y al final arriesgarse, de ti, de ella, de virginia.