—Solo te preguntaba porque ha pasado... No sé... ¿Cuánto? ¿Un mes? —Creo que era la primera vez que Margaret se sentía tan interesada en hacer plática con algo que me involucrara, también pude notar que la forma en que dijo esas palabras sonaron como si lo que yo dije fue algo totalmente malo. Me reí por lo irónico del asunto ¿Por qué ahora todos parecen dolidos por una supuesta relación que ni siquiera tengo cuando mi ex está por ahí acostándose con otro? Pero no con cualquier otro, si no con el tipo que ella misma se follaba aun estando conmigo y, lo peor de todo, es que todos (Margaret principalmente) lo sabían—. Creo que incluso han sido días.

—Tres semanas en realidad... creo. —Me apresuré a decir. Hasta ese momento fue que me di cuenta que hoy se cumplían exactamente esa cantidad de tiempo y me sorprendí porque ni siquiera me acordaba. Hasta el viernes anterior incluso, me había despertado recordándolo y hoy, sin querer, había pasado de largo ese hecho que, sin duda alguna, había marcado un antes y un después en mi vida—. ¿Cuál es tu punto, Margaret?

—¿No te parece que moverte así de rápido pueda ser contraproducente? —En ese momento sí me giré hacia ella, hasta olvidé la pobre carga de mi teléfono celular y me lo guardé en el bolsillo cuando repetí con una risa irónica:

—¿Contraproducente? —Y me reí de nuevo—. Cuando ella superó esa relación unos cuatro o cinco meses antes de terminarla. La vida sigue, Margaret. No voy a estancarme solo porque ella quiso follarse a un tipo por los millones en su cuenta bancaria. —Nunca me hubiese atrevido a hacer esa elección de palabras para hablar de mi ex novia si no hubiera estado realmente cansado, molesto con Margaret y aturdido. La jefa dragón estaba comenzando a sacar lo peor de mí y creo que si hubiera continuado en ese sitio mis siguientes palabras hubiesen sido peores, así que me apresuré a decir—: Ahora sí ¿Puedo retirarme?

Margaret nada más me miró a los ojos, no hubo una respuesta para eso porque estoy seguro que hasta ella sabía que tenía razón, aunque con mejor ánimo tal vez no lo hubiese dicho de esa forma... tal vez... pero ya me daba igual. Mi jefa se acomodó el bolso Channel en el hombro y cuando me di media vuelta dispuesto a largarme, la escuché decir:

—¿Sabes? Me haces pensar que en realidad no estabas enamorado como decías, más bien estabas en esa relación por comodidad.

Recordé en ese momento una conversación que había tenido con Kate el lunes, el mismo día que se había sentado sobre mis piernas y habíamos pasado bastante tiempo juntos creando el artículo. Cuando se dejó caer sobre mi cama y tomó de regreso la cámara fotográfica, se encontró con las fotografías de Sara que todavía guardaba en ese objeto y me preguntó:

—¿Es tu ex? —Le dije que sí con indiferencia cuando me mostró la foto a la que se refería. Continué leyendo el artículo y con mis manos sobre el teclado iba redactándolo a mi forma en otro documento—. Es guapa.

—Lo es, pero insistió en realizarse cirugías estéticas. —Le contesté. Desde la Sara que conocí desde que tenía quince, a la que existía ahora, había bastante diferencia. Ni siquiera era yo del tipo de hombre que se preocupara por el aspecto físico de una mujer, pero ella decía querer sentirse bien consigo misma, así que tampoco pude oponerme—. ¿Tú te has hecho cirugías alguna vez?

—No —respondió y siguió viendo más fotografías. La miré a través del espejo que estaba en la pared de mi recámara y dejando la cámara sobre su abdomen hizo contacto visual conmigo a través del reflejo—. ¿Debería?

Solté una pequeña risa sin dejar de verla a los ojos.

—Por supuesto que no. Tú eres... —hice una pausa buscando el adjetivo correcto para describirla sin llegar a hacerla sentir incómoda... quería decirle que en realidad si ella creía que Sara era guapa, probablemente ella era el doble, porque en realidad sí, Kate tiene un atractivo que fascina a cualquiera pero no me atreví a mencionarlo. Sé que ella ya lo sabe porque es imposible que no haya notado la atención que recibe de parte del sexo masculino en todas partes, algo que raramente o casi nunca me pasó con Sara—. Preciosa. —Volví a concentrarme en el monitor y continué—: Aunque esa confianza que irradias te hace todavía más atractiva que cualquiera.

¿Cómo (no) conseguir un ligue de una noche?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora