Status Quo

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El mediador apareció frente a él y aunque le había abierto la puerta, creyó sentir que era un fantasma; se hallaba invadiendo su espacio personal, exhalando humo blanco por las fosas nasales de la máscara. Ante su presencia el zorro tensó los músculos del cuello y tragó saliva, se le crispo un poco el pelo y no podía evitarlo. La llamada había disipado su borrachera; la visita de aquel, sin embargo, lo despertó para mantenerlo en estado de alerta. Ese pequeño ser olía a tripas ensangrentadas y después de cada reunión su departamento terminaba con un hedor agrio y una mezcla de incienso o humo.

— ¿Qué se le ofrece? — Bajó la cabeza con docilidad — Po... Por favor — se aclaró la garganta — Dígame en qué puedo ayudar.

El individuo movió las manos, se comunicaba por lenguaje de señas o en su defecto por imágenes visuales creadas en el subconsciente de su receptor.

¿Cuánto daría usted para permanecer dónde está?

—No... No entiendo.

Este año podrían existir cambios violentos, muy violentos.

— ¿Por qué?

Repárelo.

— ¿El qué?

Su camisa huele mal y su saco está roto. Costure. Costure los huecos y ate los cabos sueltos.

— Lo siento, es que fui al cumpleaños de un amigo. No suelo estar así frente a usted... — no por respeto, porque le aterraba.

El mantenimiento de las cosas es importante.

— ¿Cuál es la importancia de mi saco?

Arregle lo descompuesto. Ser líder es tener causas poderosas, poderosas y convincentes. ¿Sigue siendo un líder o le cedió su lugar a alguien más?

— Sí, lo soy — respondió temblando porque tenía al mediador frente a sus narices - Por favor, deme una pista.

Arréglelo, o muera.

Los Cuatro Astutosحيث تعيش القصص. اكتشف الآن