Síndrome de Estocolmo [ziall]

Capítulo 33

Niall lanzó los dados, cuando fue el turno de Zayn perdió las esperanzas de ganar. No estaban jugando Monopoly, Zayn no sabía jugarlo y le parecía algo estúpido además de que el juego que tenía el rubio no tenía todas las piezas, hace años que no lo jugaba. Desde que se fue su madre, él y su padre dejaron de jugarlo, la cosa quedó en el olvido cuando Greg decidió que era lo suficientemente maduro para vivir por si solo y se fue de la casa en busca de un apartamento y un trabajo. Después de que Niall rebuscara en el ático por algún otro juego de mesa, y se reencontrara con varias cosas que lo atacaron con buenos recuerdos de su infancia, bajó hasta la sala con una caja en sus manos a la que le quitó la mayor parte de polvo de antemano. Jugarían serpientes y escaleras. Zayn se burló un poco de él por su gran elección de entretenimiento pero con el paso del tiempo metidos en el juego, Zayn era el más emocionado por ganar, la expresión de orgullo de Zayn se esfumó al ver el número que marcaban los dados. Era el número exacto para que la ficha del rubio llegase a una escalera que lo manda a la última casilla, volviéndolo el ganador del juego.

-Éste juego es una estafa-masculló infantilmente.

-¡Ja! Te gané-exclamó el rubio sonriente.

-¿Te parece dos de tres?-sugirió desesperado.

-Yo exijo un premio antes que nada-ladeó la cabeza con una pícara sonrisa en los labios, casi mostrando sus dientes imperfectos.

-¿Qué quieres de premio?-lo imitó alzando las cejas. Niall soltó una risa, se rascó las sienes algo avergonzado y lo miró de nuevo, a Niall le gustaba mirarle, estaba seguro de ello.

-No lo sé, ¿qué se te ocurre?

-Hm, tengo en mente algo pero quizás quieras otra cosa-insinuó el moreno bebiendo por completo lo que quedaba en su taza de chocolate.

-¿En qué pensaste?-le siguió juego, era divertido jugar a hacerse los interesantes.

-Ven aquí, a mi lado-dijo Malik dando unas palmaditas sobre el espacio vacío a su lado en el sillón en el que estaba sentado a manera de invitarlo a que se sentase a su lado. Niall obedeció y se acurrucó a su lado.

-¿Entonces? ¿Cuál será mi premio?

-Hum... No lo sé-rodó los ojos fingiendo inocencia-, creo que se me ha olvidado cuál sería tu premio.

-¡Ah, qué malo eres! Gané limpiamente y lo viste, merezco mi premio-hizo un puchero, cruzando los brazos y haciendo una mueca con los labios de a como lo hacían los niños de tres o cuatro años.

-Qué tierno eres. Eres como ese pokémon, Oshawott. Abrazable y tierno-los ojos de Zayn brillaban y no era efecto de la luz. A Niall le gustaba verlo sonreír de esa forma, sabía que no lo hacía con cualquier persona, esa sonrisa era sólo para él.

-Gracias. Dame mi premio-hizo la cabeza hacia atrás y la apoyó sobre su hombro, con esos orbes azules esperando la entrega de su dichoso premio.

Zayn sonrió de medio lado, le acarició la mejilla derecha con el pulgar, rodeando sus hombros con el otro brazo. Se inclinó un poco, juntó sus narices y besó la comisura de los labios del rubio, provocándolo, dejándole con las ganas de un beso real.

-Eso tampoco se vale-susurró el irlandés contra los labios de Malik.

-¿Y qué cosa sí se vale?

-Besarme como se debe.

Zayn sonrió de nuevo, junto a Niall era una bola de sonrisas y pequeñas risas, era agradable. Se inclinó y roso sus labios contra los de Horan. En un movimiento rápido, el rubio estaba sentado sobre sus piernas, ahora inclinaba la cabeza hacia atrás y a un lado para amoldar a la perfección sus labios, se besaron lentamente, tomándose su tiempo, sin apresurar las cosas. Un beso debe disfrutarse. Entonces, la puerta principal hizo un ruido indicando que se estaba abriendo, anunciando la llegada de alguien. Zayn reaccionó con rapidez y empujó a Niall al suelo, le dolió escuchar el sonido que causó su caída.

-¡Ouch!-exclamó el rubio entre dientes.

-Lo siento-susurró Malik.

-Niall, he llegado a casa... Ah, no me dijiste que estarías con tu amigo. ¿Por qué estás en el suelo?-era su padre.