Dos

432 45 2
                                    

En cuanto accedí a la petición de la chica, hizo una llamada y comenzó a moverse nuevamente por el largo pasillo. Solo me indicó que esperara por el coreógrafo en la sala de ensayos número 3, y luego se fue. Ni siquiera supe su nombre.

Como debía hacer, ingresé en la dichosa sala y relamí mis labios, observando a mi alrededor. Era tan grande como la sala de ensayos N°4, solo que, ahora, sin catorce personas más dentro.
Un lugar de gran dimensión, sin dudas. Y ahora, solo para mí.

A los pocos minutos, ingresó en el lugar un chico que parecía igual de nervioso e inseguro que la chica del pasillo. De seguro sería el coreógrafo, puesto que su trabajo, en parte, podía depender igualmente de esto.

— Bien... ¿Summer? — dio un aplauso y se posicionó frente mío, yo asentí al oír mi nombre — Solo puedo estar una hora aquí, así que tendremos que hacer esto rápido, ¿sí? Te enseñaré todos los pasos, junto con los tiempos, y luego grabaremos la coreografía para que ensayes cuanto necesites.

Tragué pesadamente, sintiendo la presión sobre mis hombros, y asentí nuevamente.

— La canción se llama 'Wonderland'. Aquí vamos.

Y, sin esperar un solo segundo más, el chico conectó su celular al parlante y comenzó a reproducir la intensa canción con la que volvería Ateez a las promociones.

Dios, sí es fuerte.

Intenté mantenerme completamente concentrada en cada una de las indicaciones que recibía, y comencé a imitar sus movimientos, acoplándolos rápidamente a mi mente.

Sin embargo, los minutos pasaron más rápido de lo que hubiese deseado, y pronto se cumplió la hora.
Para mi suerte, el chico había alcanzado a enseñarme cada uno de los movimientos correspondientes. Al ser simplemente un bailarín de apoyo, el baile era mucho más reducido que el del grupo en sí. Pero no podía ser poco enérgico.
Aquello había sido repetido constantemente durante la hora.

Cerré mis ojos unos momentos en cuanto volví a estar sola en la sala, y llevé mis manos a mi rostro.

¿En qué me había metido?

Respiré hondamente, intentando volver a tener un ritmo normal, y levanté la vista luego, viendo mi reflejo en el espejo.
Mi frente brillaba levemente a causa del sudor que empezaba a aparecer. Mi pecho subía y bajaba rápidamente. Mis ojos expresaban un llamado de auxilio.

Pero no lo permitiría.

A pesar de todo, era mi oportunidad. Era el momento que había estado esperando por años y, resultase como resultase, no era algo que dejaría pasar a la ligera.

— Bien, hagamos esto.

Entonces, di un único y sonoro aplauso, y volví reproducir la pista de audio, comenzando a bailar con toda mi energía, intentando no olvidar paso alguno.

El coreógrafo había sido sumamente claro en cuanto a la fuerza y definición de cada movimiento. No había forma alguna -dicho por él mismo- de que ATEEZ pudiese ser opacado sobre el escenario, así que no había razón o excusa para disminuir el rendimiento.

Fascinante, pero complejo.

Pasé horas y horas allí, procurando aprender cada transición y detalle. Mis piernas dolían por el esfuerzo continuo, mi respiración continuaba agitada -aunque el aire había comenzado dejar de faltarme luego de las primeras dos horas ensayando-, mis brazos temblaban, y el cansancio se apoderaba lentamente de mi ser.

Preocupada de mi redimiendo, me vi obligada a dar por finalizado mi tiempo allí. Tenía pocas horas para descansar antes de que todo comenzara.

Salí de la sala de ensayo y me dirigí hacia mi apartamento, afortunadamente cerca de la agencia. Necesitaba dormir lo suficiente para que la fuerza estuviese impecable.

Esperaba que así fuera.

Al llegar a mi lugar, me encaminé directamente hacia mi habitación y me arrojé en la cama, cerrando mis ojos y cayendo dormida de inmediato.

No pasó mucho tiempo hasta que la alarma en mi celular sonase. Debía asistir a mis ensayos de trainee a pesar de todo.
Vi la hora en la pantalla y suspiré, sintiendo cómo vendría este día.

Sin perder tiempo, me obligué a dejar el sueño de lado, y fui al baño para alistarme. Tan rápido como pude, me bañé, cambié mi ropa, desayuné, y volví al edificio de KQ ENTERTAINMENT.

Fui a la sala de Ensayo correspondiente y vi a los demás chicos allí, precalentando como cada día.
Asentí lentamente, viendo la hora en el reloj de mi muñeca, y suspiré.

Verdaderamente sería un día de locos.

Eran las 11:00h cuando la práctica comenzó oficialmente. La música sonaba con fuerza y todos los presentes nos movíamos a su ritmo, bastante sincronizados.

Sin embargo, mi mente solo repasaba una y otra vez la coreografía que había aprendido horas atrás. 'Wonderland' no salía de mi cabeza. Aquel baile tampoco.

Por desgracia, los nervios tampoco.

Solo era cuestión de horas para que mi vida cambiase.
O quizás no.

Dazzling Light | Park SeonghwaOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz