||¿Omega?||

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Estaba caminando con un humor de perros, el actuar de esa chica le colaba la paciencia, ¿es que no veía que no la quería cerca de el?, ¿era tanto pedir que se le aleje?.

Estupideces.

Aun que. Ahora que lo menciona, Naruto a estado comportándose extraño, era algo nuevo él echo que saliera corriendo por las palabras de Sakura.

Pero...

Él vio en su mirada, dolor y culpa, esa expresión era nueva. Una distinta a lo habitual, sonriente. En ese instante sintió ganas de alejarlo de la beta y resguardarlo. Para que nadie fuera el causante de esa expresión.

Para poder borrarla, cosa que le puso aun mas de mal humor, desde el inicio algo le molestaba, sin decir el hecho que no recordaba muchas cosas de lo que sucedieron la noche anterior.

Esta claro que recordaba él haber ido al departamento del dobe, y algunas cosas que no quisiera recordar realmente, pero de a poco su visión se desvanecía y algo en su interior luchaba para poder salir.

Bueno ahora que se había tomado como tres supresores se sentía mas tranquilo, y sin pensarlo llevo sus manos a sus labios recordando esa sensación de los labios del otro.

—¿Por que pienso en esto?—un pequeño ardor en su rostro le molesto—tks, son solo idioteces nada mas—

Paro la caminata sin fin que realizaba, ese chico era un problema para su salud mental, al principio pensó que todo terminaría, por que aun que aparentará, en su memoria aun conservaba los recuerdos que compartió con él rubio es su niñez.

Al principio, mientras crecía se daba cuenta que en su interior apreciaba al rubio mas de lo que imaginaba, en sus escasos 6 años descubrió algo que la mente de un niño no pensaba en realidad.

Amor.

Esa simple palabra era como una maldición, o tal vez una bendición. La mente del pequeño niño que poseía le había informado que la persona que tenia como amigo, le apreciaba demasiado. Incluso mas haya de la amistad que él pensaba tener.

Era feliz, el solo verle sonreír y ser el causante de esas sonrisas, pero repentinamente el quería algo mas, quería que ese chiquillo permaneciera a su lado. Algo que jamas consiguió, o conseguiría.

Le quedo claro que él solo estar a su alrededor le trasmitía dolor. Lo vio llorar varias veses pero él que mas le colaba él alma. Era el saber que por culpa de su dolor y orgullo haya terminado con lo que tanto se había esforzado en crear.

Se volvió polvo.

Después de eso, esperaba que al graduarse de la academia dejaría de verle, pero él destino le tendría como trampa o quizás tortura al ponerle en él mismo equipo, sus esperanzas se fueron al caño ese día.

Pero...

Ahora se decía que no era tan malo, por lo menos lo observaría en la lejanía como debía ser desde un principio, pero esto acabo al ver que nuevas sensaciones se avecindaban y no era el único. Ambos compartían mas de lo que se imaginaban. Sin decir que inconscientemente se acercaban mas de lo que ambos quisieran.

—¿Por que provocas esto Naruto?—pregunto observando él cielo, mientras tocaba su pecho sentía su corazón palpitar—tu... Eres una molestia en verdad—

Sonrió. Vamos que él chico sonrío tan pero tan leve que no se notaba, y solo en pensar en él causante de su dolor de cabeza, ese rubio cabeza hueca.

—Esto es...—vio hacia unas casas mas haya de donde se encontraba

Sintió el chacra de sakura y Naruto además de algunos mas pero eso no era lo preocupante, sino que se encontraban cerca de un chacra aun mayor y espeluznante.