||¿Omega?||

⟨⟨Especial⟩⟩

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Viajes dimensionales

Parte 2/¿?

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Los rechinidos de los zapatos al contacto del suelo en la cancha se escuchaban por todo el amplio gimnasio, haciendo eco, anunciando que los jugadores se encontraban en un entrenamiento u también un juego.

— ¡Una vez más!—el pequeño pelirrojo aún empapado de sudor sonreía con alegría

— Creo que será mejor parar—el Sempai del chico tocó su hombro en su rostro se reflejaba el cansancio con sudor empapando su rostro— Además necesitamos descansar Hinata—

Los demás integrantes de club daban crédito a lo que Suga pedía, está era la cuarta partida consecutiva que tenían, ¿O era la quinta? Realmente perdieron la cuánta al sentir la adrenalina de un juego, donde el que deja caer la pelota, perdía.

— Hee~ de acuerdo Suga Sempai—desanimado asintió a lo dicho, los demás pudieron dar un respiro 

Cada integrante se acercó donde su entrenador junto a su profesor y sus compañeras las cuales esperaban con botes de agua para poder refrescarse, todo parecía tranquilo en el lugar.

Lástima que la calma siempre viene antes que la tormenta.

— ¿Alguien a visto a Ari-san?—pregunto Hinata al ver qué su amiga revoltosa no se encontraba

— Ahora que lo mencionas, no la e visto—respondió el capitán

— La vi en la sala de profesores, pero después de eso deje de verla, pensé que se encontraría por aquí—opino el de lentes mientras le entregaba un bote a Yamaguchi

— O tal vez ya le aburrió el contante acoso del enano—el comentario bromista hizo sentir un poco mal al pelirrojo

— ¡Tsuki!—reprendió Yamaguchi al ver lo decaído que se puso el mencionado

En realidad en la fraternidad como Ari había llamado ›Pasivas‹, sabían la verdadera razón del por qué Hinata era demasiado apegado a la chica albina.

Suga estaba por reprender a su denominado retoño, realmente gracias a la idea de la albina, pero aún así suya también, pero un sonido seco junto a un humo que no sabían de donde provenía captó la atención del grupo.

— ¡Saori idiota!—se escucho el grito de un joven, aún que los demás juraban no haberlo escuchado nunca— ¡Ahora donde carajos nos trajiste!—

— ¡Y yo que voy a saber!—una voz femenina le respondió

— ¡Oye bájate de mi!—otro grito, casualmente igual a la de la primera persona reprochó

— ¿No te gusta?—respondió en burla de nuevo por lo que supusieron la chica

El humo se disipó dejando a la vista tres siluetas, más específicos dos masculinas curiosamente idénticos, y una fémina que se encontraba justo arriba de uno de los chicos.

— ¡Oye déjame!—pataleaba en un intento de safarze de ahí— ¡Oye ayudame que es tu amiga!—suplicó al rubio

— ¿Tengo que hacerlo?—en realidad si no era el no le afectaba, pero la mirada que recibió lo hizo suspirar para luego ayudarlo— Bien, bien—