XIV

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Capítulo 14.





Louis se sentó en la primera banca que vió, dejando atrás a Luke.

Las luces multicolor sobresalían de todos lados, miles de risas y gritos podían ser percibidos, y un auténtico aroma a algodón de azúcar y comida chatarra envolvía el lugar.

Definitivamente era un espacio que lo pondría de buenas, si no fuera por los pensamientos inútiles que llenaban su cabeza, sintiendo esa incómoda sensación que no lo dejaba aclarar su mente.

¿Por qué Harry lo había invitado si planeaba dejarlo solo?

—Louis! —. Luke trotó hasta él, encontrándolo. Se sentó a su lado.

El castaño lo ignoró como lo había hecho desde el comienzo.

—Yo... quería disculparme por lo de la otra noche, si te hice sentir incómodo... —.

En serio que era irritante.

—¿Podrías sólo... Olvidarlo? —. Murmuró, molesto.

El chico asintió quedándose en silencio a su lado por solo un par de segundos. Sólo un jodido par.

—Pero en serio lo siento, no sabía que tenías novia, prometo no volver hacerlo, te invitaré otro clamato como disculpa, ¡Apuesto a que te gustó con apio! —.

Louis lo miró irritado, estaba tan harto de que apareciera en su vida.

—¡Dios! en serio que me gustaría tener un apio en este momento —. Habló con sarcasmo.

—Oh, puedo conseguir uno si quieres —.

De verdad quería golpearlo, pero quería golpear más a Harry por dejarlo allí con él, ¿Qué acaso lo había planeado?

—¿Quieres ir a jugar dardos? —.

Louis lo miró
—¿Eh? —.

La pregunta que se le había ocurrido repentinamente había tomado toda su atención. ¿Y sí Harry ya había quedado de verse con ellos? ¿Con Tom?

—Vayamos a jugar tiro al blanco, creo que es lo mejor que hay aquí —.

Iba a decir que no, pero de cualquier modo no podía ordenar sus pensamientos con todo ese ruido y la presencia de ese tipo.

Suspiró profundamente.
—Está bien —. Respondió poniéndose de pie y comenzando a caminar.

Luke se paró enseguida y lo siguió de cerca.
—Debo decir que soy muy bueno con los dardos porque cuando era niño... —.

Louis dejó de escucharlo cuando sus ojos localizaron a cierto chico con rizos y ojos verdes justo en el juego de tiro al blanco.

El rizado reía con lo que Tom le decía, se miraba feliz.

Maldito, él sí se estaba divirtiendo.

—Lo ganaré por ti, Harry, sólo mira —. Escuchó a Tom decir —Vaya bajándolo, señor —.

El encargado se rió y tomó el peluche entre sus manos mirando atento al actor calcular sus movimientos.

Falló el primer tiro.

Se giró para ver a Luke.
—Jugaré primero —. Dijo, interrumpiendo aquella historia de la infancia que ni siquiera había escuchado.

—¡Claro! Oh, ¡Tom, Harry! También están aquí, que coincidencia —. Les sonrió, llegando al lugar —Nosotros también jugaremos, señor —.

•Perdido En Tus Ojos• LS.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora