2: Un día en la casa Malik

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Narra Dawn Malik:

—¡Dawn! ¡Llegarás tarde a la nueva escuela!—gritó mi mamá. Sí, papá nos había dado la noticia. Todos estudiaríamos en una escuela pública.

Me puse una camiseta que decía School sucks, start a band, y era justo lo que íbamos a hacer.

—¡Dawn!

—¡La puta madre, mamá! ¡Ya bajo!—grité. Mamá apareció en la puerta con cara de pocos amigos y ambas manos en sus caderas.

—¿Qué te dije sobre decir palabrotas?—preguntó.

—Que no debo—respondí. Papá entró y se sentó a mi lado de la cama.

—Déjala, Perrie. Aún tiene diecisiete, y recuerda que decíamos en nuestra época...

Yolo—respondió riendo. ¿Ah?

—Exacto-—sintió y río también—Bueno, Dawn, vamos donde Harry.

Cogí una mochila negra de color entero ,con pins de bandas antiguas, como Little Mix, One Direction, 5 Seconds Of Summer y The Wanted. Papá me dijo que eran buenos.

Bajé a la cocina y cogí una manzana. Subí al auto de papá y me senté en el asiento del copiloto. Arrancó y yo sólo me dediqué a mirar por la ventana.

—¿Cómo crees que será tu nueva escuela?—preguntó con la vista en el camino.

—Buena, supongo. No lo sé—me encogí de hombros.

Diez minutos después de viajar entre las ruidosas calles de Londres, llegamos a la casa Styles, a la que amaba profundamente.

—Bueno, toca la puerta. El tío Harry irá a recogerlos. Te amo—dijo y me dio un beso en la frente.

Suspiré y toqué el timbre después de que mi padre se fue. Veinte segundos después, Meghan abrió la puerta. Llevaba una camiseta que llevaba el texto de "Good bands never die".

—¡Dawn!—me abrazó. Me agaché un poco y le correspondí el abrazo. Entré a la gran casa y me senté en uno de los grandes sillones rojos. Desde mi vista, se podía apreciar la cocina y las escaleras, que en realidad era un tubo por donde bajan los bomberos. Subían por otras escaleras que había en la parte trasera.

—¿Listas?—el tío Harry entró con una camisa abierta hasta el segundo botón con Edward al lado, quien llevaba una chaqueta de cuero y una camiseta blanca adentro con unos jeans oscuros.

—Sí—estaba nerviosa, pero... Ojalá sea una buena experiencia. Papá dijo que era para ganar fama. Los paparazzis nos encontrarán bajando de la camioneta todos juntos, y luego querrán hablar con nuestros padres y ahí ellos le dirían que seríamos una banda. Todo estaba malditamente planeado.

—¡Pues, vamos!—subimos a la camioneta y fuimos camino a recoger a los demás. Cuando llegamos todos a la escuela, ya eran las ocho quince, aun teníamos quince minutos más y los paparazzis ya estaban ahí.
Reconocieron la camioneta al instante y se acercaron. Todos estábamos algo asustados y nerviosos, pero Harry nos repetía "No pasa nada, sólo son hombres que quieren ganarse la vida".

Habían contratado a dos guardaespaldas, y aún me quejaba de nuestra gran "entrada triunfal". Mientras bajábamos del auto, los guardaespaldas nos guiaban entre los paparazzis hasta la entrada. Íbamos apretados y no había un espacio vital entre ninguno.

Cuando entramos, volteé y vi como los paparazzis se pegaban al vidrio de la entrada para obtener mejores tomas de nosotros.

—Bueno, chicos, si necesitan algo, estaremos más cerca de lo que piensan. Algún problema o algo, sólo avísennos—dijo el que creí que era Johnny. Todos asentimos y los guardaespaldas se esfumaron.

Los hijos de One Direction ➸ sin editarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora