29. [atrapada en la rosaleda]

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Areum

02:08

Las mangas de su camiseta me cubrían más de lo planeado, pero no me molestaba si era el precio a pagar por tener el confort olfativo de Jungkook.

No me había dicho más de tres frases completas en el trayecto a casa, y no le culpaba.

Ya que no podía tener su voz, me conformaba con su olor en el pijama.

-¿Jungkook? -salí del baño, y las luces graduadas de su habitación me revelaron su figura ejercitada guardando la ropa-. Ya estoy...

Asintió con recta educación, y esta vez no se paró a mirar cómo me quedaba su ropa como hacía de costumbre.

Estaba bien, me lo merecía. Jungkook estaba enfadado conmigo y lo tenía que comprender, a pesar de que solo conociese la punta del iceberg del asunto Kim.

No reaccionaría mejor si se enterase del contrato y del acoso, entre otros.

-Dormiré en el sofá -vi por primera vez el chocolate amargo de sus ojos, sin azúcar ni caramelo. Incompatibles con mi Kook de siempre.

Los dos estábamos sufriendo una transformación

Sus piernas lo alejaron de mí hasta la puerta, y acorté los excesivos metros entre nosotros cuando la ansiedad me volvió.

-¿No vas a dormir en tu cama? -hice puños a los lados de mi cuerpo para evitar cogerle la mano.

-No, tú duermes ahí -ladeó la cabeza para acompañar a su sonrisa gélida, y no dejaba de perturbarme la frialdad de Jungkook-, estarás más cómoda.

¿Por qué me trataba tan bien incluso cuando le había hecho daño? Sabía lo mucho que me gustaba su cama y había tenido la nobleza se cedérmela.

-Me gasté unos cuantos millones de won amueblando la casa, es hora de comprobar la eficacia -mis nudillos blancos captaron su atención, pero solo se apoyó contra el marco de la puerta-. Creo que hablo por los dos cuando digo que ha sido un día muy largo, Areum. Espero que duermas bien.

Apretó la mandíbula al mirar mi cuello, los labios tensos en una línea. Me había pedido explícitamente que me quitara el maquillaje, diciendo que era malo para la piel.

-Bye bye -se despidió de mí con la mano y se dio la vuelta.

Tenía muy claro que esto solo se iba a resolver con comunicación, y estaba dispuesta a hablar con él a corazón abierto.

-Jungkook -me adelanté en el pasillo, bloqueándole el paso con nada más que mi cuerpo y mi pánico a su neutralidad-, háblame, por favor.

Se cruzó de brazos serio, marcando los bíceps a través de la camiseta corta. Jungkook nunca perdía la compostura, pero si quería me podía derribar fácilmente; con ese cuerpo podía hacerlo a cualquiera.

-Quiero saber lo que piensas -me quedé a centímetros de él, mis manos juntas en una plegaria. No recordaba haber estado tan vulnerable con él-, si me quieres insultar no te lo tendré en cuenta, pero no sabes lo que me asusta tu silencio.

-Pues ahora sabes cómo me he sentido yo estos meses -se encogió de hombros, y su rostro marmóreo me provocó ganas de llorar. Yo había hecho que estuviéramos así-. ¿Era tan difícil decirme que te estabas follando a Kim?

-Lo siento mucho, Kook -fruncí los labios para evitar el temblor, y experimenté la mirada impasible de Jungkook.

-Lo sientes pero has estado creándome falsas expectativas -su risa seca me perforó el pecho, y se le bañaron los ojos en aversión-. ¿Sabes qué, Areum? Me da igual lo que hagas con tu vida sexual, después de todo no somos novios, ¿no?

Sugar, daddy ; kth, jjk [+18] COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora