Capítulo 22 { Parte II }

14K 803 60
                                    

No estaba descansando muy bien, la cama me resultaba demasiado incomoda; dormité en algunas ocasiones pero cualquier ruido hacía que me despertara. Me sentía débil todavía pero el dolor de cabeza ya estaba desapareciendo.

Mamá estuvo conmigo el resto del día. Me acompañó en las siguientes pruebas que me mandaron a hacer y platicamos durante buen rato sobre muchas cosas. Eran pocas las veces que tenía el tiempo de hablar con ella, siempre andaba corriendo y de arriba para abajo. Ella de verdad que lo estaba disfrutando, al igual que yo.

Finalmente decidió que debía irse a cenar. La envidié porque ella cenaría rico en algún restaurante cerca del hospital mientras yo comería de esa comida mala que preparaban ahí. A pesar de que la comida de ahí era mala, cuando me la sirvieron me fue imposible no comérmela, estaba muy hambrienta y no me había dado cuenta.

Estar en el hospital como paciente me hacía sentirme extraña, ya que siempre había estado del otro lado, atendiendo a los enfermos. Ser yo la enferma era algo que no me gustaba, quería irme a casa.

Tocaron la puerta pero antes de que yo dijera “pase” esta se abrió. Al ver a Alex se me formó una gran sonrisa en el rostro. No lo había visto en todo ese rato en que estuve ahí, ni si quiera me acordaba de él ya que mi mamá y sus pláticas ocuparon mi mente. Aun debía de darle las gracias por haberme traído al hospital, por tratar de salvarme. Se le notaba cansado, su cabello estaba despeinado y su ropa algo desarreglada, pero la sonrisa que me dedicó fue autentica. Al verlo sonreír el monitor cardiaco comenzó a aumentar su sonido y sentí que me sonrojaba.

—Hola — dijo acercándose lentamente a mí, con las manos en los bolsillos — ¿Cómo estás?

—Hola — respondí sin quitar la mirada de él — cansada.

Llegó hasta estar muy cerca de mí y el monitor cardiaco no dejaba de sonar. Besó mi frente con dulzura y después se sentó a mi lado. Me tomó de la mano y se rio mientras señalaba el monitor.

Hice una mueca y volví a sentir como mis mejillas ardían.

—¿Hago que tu corazón se acelere? — preguntó de una manera juguetona.

—Sí — mascullé mirando hacia abajo, hacia nuestras manos entrelazadas.

Alex volvió a reírse.

—Solo ignora el sonido — murmuré.

—Será imposible — rodó los ojos, divertido.

Nos quedamos en silencio unos segundos, mirándonos. Amaba detallar detenidamente a Alex, como si quisiera grabar en mi memoria cada centímetro de su rostro.

—Gracias — dije sin apartar mi mirada — por salvarme, por traerme hasta acá. Supe que te pusiste muy mal por la preocupación… perdón.

Negó con la cabeza.

—Me diste un gran susto Amy — me soltó de la mano pero ahora sus manos se dirigieron a mi rostro y lo acunaron — me volví loco al pensar que algo grave te estaba pasando. Pensé que iba a perderte. Y… me di cuenta que… no quiero que eso pase… —susurró.

Sonreí al escuchar sus palabras, palabras que me conmovieron completamente.

—Voy a estar bien. Aquí estoy y no me vas a perder — le aseguré  y él sonrió, acarició con su pulgar una parte de mi mejilla.

—Amy — me nombró de nuevo tratando de captar por completo mi atención; no era necesario pues él ya tenía toda mi atención— Yo quería decirte que… yo sé que nuestra relación es algo rara, ya que no es algo “oficial”— se rio quedamente provocándome una risa a mí también — y tenemos varios obstáculos por pasar — meneó su cabeza —Pero eso no significa que no me importes. Me di cuenta que quiero protegerte, cuidarte, hacer todo lo que yo pueda hacer para que estés bien. Eso es lo que hacemos cuando las personas en nuestra vida son importantes, cuando las queremos.

Little bit of medicine, little bit of love. [Disponible en Físico]Where stories live. Discover now