Jardín privado

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Conozco un lugar en el mundo que no conoce nadie.
Donde al caer las penas la tierra se moja y del barro brotan miedos e inseguridades.
Donde al salir el sol brillan radiantes las ganas de querer quedarse siempre un ratito más allí sentada.
Conozco un lugar donde no existe la noche si va a tambalearnos por dentro haciendo trizas los sueños.
Nadie sabe cómo llegar y mucho menos como salir de ahí, pero una vez que lo conoces ya siquiera se te ocurre la idiota idea de querer marcharte.
Es mágico, secreto y recóndito.
Esconde metas que se quieren conseguir sin moverse de allí, da empujones ante oportunidades inigualables y siempre transmite la seguridad que ningún otro sitio ofrece.
Mi lugar tiene nombre.
Y os diré como encontrarlo.
El mapa lo tengo grabado a besos en el corazón por si alguna vez me pierdo y se me olvida el camino de vuelta.
Se encuentra a veces sentado en el sofá y entras en él simplemente alzando su brazo y colocando tu cabeza en su pecho. Escuchando el tic tac de sus latidos, cerrando los ojos lentamente mientras abrazas fuerte sus costuras. Mirándole a los ojos mientras te sonríe. Besandole lento. Dejando que te envuelva entre sus brazos. Recitando un te amo. Dándote cuenta de que lleva siendo tu rincón favorito en el mundo desde que te dejó conocer todos los puntos clave de su cuerpo para aprenderte de memoria la combinación exacta que abriría su paraíso. Y que afortunada al encontrarlo.
Así que sí, tengo rincón favorito en el mundo y se encuentra escondido en tu abrazo.

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Pasadas las 00:00Donde viven las historias. Descúbrelo ahora