Por bailar contigo al son de tu palpitar

23 4 0
                                    

MT
Porque quizás esté exagerando, pero voy en serio cuando digo que te quiero demasiado. Que no recordaba lo bonito que era sentirse así, que nunca fui capaz de estar tan en calma conmigo misma y con alguien de fuera a la vez. Diré que te has ido colando despacio entre mis grietas, que fuiste como esa canción de melendi en la que dice "_sin pausa pero sin prisa_", calando hondo en mi pecho, excavando entre mis escombros y enterrando bajo ellos la semilla del quererte, y todo esto querido mio, todo esto lo hiciste sin prisa alguna, midiendo cada momento exacto para no darme cuenta de lo que me habías hecho. A veces, me da por mirarme dentro, a ver cómo va por ahí, a ver cuántas tormentas siguen acechando a mis habitantes y cuantos huracanes han vuelto a destrozarlo todo. Desde que estás tú cada vez que me miro dentro ya no veo ningún desastre natural, que sólo me veo a mi, pero eso es lo normal, habitual diria yo. Anoche volví a mirarme y debo decir que te vi muy entretenido recogiendo esos escombros, siguiendo las instrucciones de un plano que tenías entre las manos, hablando solo, sin entender el desorden de mi pecho. Te estás construyendo un castillo aquí dentro, y lo único que quiero hacer es echarte una mano y acabarlo contigo, después sentarnos frente a él a contemplar de cerca lo que hemos construido y sellarlo para que nunca nadie nos lo eche abajo. Llevo días demasiado pensativa, pasan rápido demasiadas cosas por mi cabeza y no consigo prestarles la misma atención a todas aunque esa sea la intención. Me muero de ganas por verte, que sólo imaginar tenerte a un centímetro de mí ya hace que me recorra por todo el cuerpo una electricidad capaz de reavivar un millón de veces a Frankenstein, que solo pensar en rozar tus mejillas ya me eriza la piel al instante, y que pensar en sentirte al lado, en sentirte a ti a mi lado en solo un abrazo, en abrazarte tan fuerte como pueda... Hace que el corazón se me encoja y entre en coma por un instante, volviendo segundos después a la vida con más pasión que nunca. No te haces una idea de las ganas que tengo de tenerte aquí, acariciandome de cerca, que aunque las penas me las calmes estando lejos, quiero entender todo tu cuerpo, aprender a leerte y que te conviertas en mi libro favorito, que no deje de leerte nunca y que siempre me acuerde exactamente en qué página está aquella frase que tanto me gustaba, quiero saber quererte bien, porque quererte más todo el mundo puede, yo quiero quererte mejor, que no se nos olvide nunca todo el caos que montemos, que si se nos cae de todo encima, aprendamos a bailar sobre ello. Que lo que peor llevo es lo egoísta que me siento al pensar en lo que me va a doler que te vayas si vienes. Que lo admito, todavía no me hago a la idea de tenerte cerquita y que un día y sin darnos cuenta, ya debas volver a irte, pero que aún así espero impaciente el día que vengas, en la sonrisa que se me pondrá al tenerte delante, en las ganas que tendré de abrazarte fuerte y la vergüenza que me dará decirte algo, en lo roja que me pondré solo con que me mires y en todas las cosas que tenemos pendientes para hacer mientras estés aquí. Que quizás eso sea lo que más me guste, verte y llevarte a sitios especiales, que nunca me ha gustado compartir mis sitios con nadie por si esa persona se marchaba y en aquel lugar solo quedaría el recuerdo de aquel momento, pero contigo me apetece llenar todo con tus recuerdos, recorrer las calles y reír al pensar en lo que me dijiste en aquel cruce un día a las 3 de la tarde... Quizás esté sintiendo demasiado, pero no sabes lo bonito que me estas haciendo aquí dentro, las ganas que tengo de cogerte la mano y no soltarte nunca, de mirarte a los ojos y decirte que te amo bonito, mejor y más libre, que te amo como sé que nunca antes había amado y que ahora me quiero tanto a mí, que haremos todo más sano, que quemaremos tus dudas y tus miedos y crearemos ese espacio donde no haya materia, donde se inhiban los miedos y si todo se vuelve oscuro ahí dentro, nosotros pintaremos de colores todo un manto de estrellas, recreando en el universo todas aquellas galaxias que veré en tus ojos y sentiré en el alma. Que siempre me gustará sentarme en una roca a contemplar el mar, ver como chocan entre ellos y sube la marea hasta cubrir mis pies, y no hay cosa que más ilusión me haga, que cuando esté ahí sentada, y gire la cabeza hacia un lado, te vea a ti posado sobre otra roca, respirando aire fresco, sonriéndole al mar y haciendo que a mi boca se le escape otra sonrisa tonta, asumiendo que ya no quiero que te vayas nunca, y si lo haces, nunca querré echarte de mi memoria, siempre te dejaré un hueco, como aquello que me cambió tanto, para bien, que ya no me dejaron ganas de conocer a nadie más. Te amo.

00:56

Pasadas las 00:00Donde viven las historias. Descúbrelo ahora