STRIKE 1 en un reencuentro

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A ti querida luna,
Vuelvo a sentarme frente a la mirada fija de tu esencia y te observo,
Casi llena,
Te falta nada para completar tu ciclo...
En realidad nunca me gusta volver a ti, haces que piense, que reflexione, que entienda que yo nunca llegaré a estar tan entera como tu...
Esta mañana caían cientos de gotas y yo, con una mirada casi de placer quería que rozaran mi piel de camino a casa.
Salí sonriendo del insti, y miré al cielo, como suplicándole que no dejase de llover...
Hasta que oí su risa, pensé que eran ideas mías, y aún así, como una loca empecé a buscar al causante de aquella melodía tan familiar para mis recuerdos.
Y le vi, justo frente a mi, con esa sonrisa que había causado tantos tsunamis en mi pecho izquierdo que ya no sabía cómo nadar para salir de allí,
No me vió, pero como una idiota me quedé en las escaleras unos 60 segundos sin moverme, observando como reía y cuantas veces había imaginado en que sitio volvería a verle, y ahí estaba a un metro de mi.
Me quedé inmóvil, hasta que otro hombro impacientado empujó al mío para que avanzara...
Ya me iba, y sin saber porqué, volví la mirada atrás buscando de nuevo el recuerdo actualizado de su rostro y un último impacto de su risa, y al verlo, recordé que en realidad, tampoco me perteneció nunca nada suyo, pero aún así me llenó verle feliz.
Confieso que nunca pensé que volvería a verle tan pronto... Y cuando volvamos a encontrarnos, solo espero poder haber cumplido con esa frase de Neruda: "hay heridas que en vez de abrirnos la piel, nos abren los ojos" y no sienta más que la sensación de volver a ver a un viejo amigo del instituto sin tener que llegar corriendo a casa para plasmarle en un papel lo que sentí al verle.

04:27 (191018)

Pasadas las 00:00Donde viven las historias. Descúbrelo ahora