- ¿crees que me he besado con los cuatro?

- ¿quién no? Hay una lista de rumores acerca de eso que demuestran que no son simples rumores- la representante de la clase apretó un poco sus dientes mientras que sonreía con arrogancia, se encontraba un poco nerviosa por su atrevimiento.

La rubia, en cambio, no dijo nada. Sólo le sonrió a la joven antes de extender su mano hacia el pasillo para tomar la corbata de cierto mago de luz hacia ella.

- en realidad, eso es una mentira- le aseguró Lucy, tenía una sonrisa pero sus ojos decían que no estaba ahí para ser dulce y cortés- ¿no es así, Sting?

El mencionado asintió, algo confundido.

- Sting-sama sólo está mintiendo por ti, no seas tan....- la muchacha cerró su boca antes de terminar de hablar.

- ¿perra? ¿Eso ibas a decir?

El rubio se tensó en su sitio. Estaba en medio de una situación incómoda, siendo el único de sus amigos arrastrado a esto. Y abrió bien grande sus ojos en el momento que Lucy jaló más de su corbata hasta que sus labios estuviesen sobre los de ella.

Definitivamente le dolía el cuello, pero quería ese beso.

- ¿¡q-qué haces!?- otra muchacha exclamó asombrada.

Los alumnos del salón comenzaron a sobresaltarse.

- has dicho que los rumores eran demasiados para ser falsos, no?- Lucy soltó al muchacho y se alejó de Sting- bueno, ahora sí he besado a los cuatro. Te he ayudado a que no quedes como una idiota por creer en un tonto rumor

- ..... ¿estás demente?- se atrevió a preguntar uno de sus compañeros al ver que ella empujó al rubio, y al resto de los chicos que asomaban sus cabezas por la puerta, hacia afuera.

- oye, yo quería seguir con ese beso- comentó con fingida tristeza antes de que ella volviese a cerrarla.

- no lo sé, tal vez estoy actuando como la perra que soy, los rumores son ciertos, no?- miró al resto de los estudiantes- díganme, si realmente soy la perra desquiciada que ha hecho tantas cosas desagradables, entonces por qué me lo recriminan ahora? Según ustedes, lo era desde antes

Ellos se intercambiaron algunas miradas.

Algunas personas empezaron a comprender lo que decía, en su mayoría, chicas. Se sentían algo culpables por apoyar en un momento a Touka Whitewizard, pero era cierto lo que decía Lucy Heartfilia.

Ella había sido increíble en los primeros días del ciclo escolar: había sido reconocida por sus profesores por entender bien todas las clases, tenía talento para la magia y logró vencer a la muchacha llamada Lamy, quien siempre se burlaba de manera descarada del resto.

Los chicos se le habían acercado porque la misma profesora Ooba Baabasama los había puesto en un grupo. No era como si la rubia pudiese alejarse por voluntad propia.

Y nunca intimidó a alguien....

- realmente ha perdido la cabeza.....- le susurró alguien a su amigo.

Pero no estaban en de acuerdo con ella, tal vez porque no usaban mucho su cabeza.

- no podía esperar menos de la cazadora de hombres Lucy Heartfilia- le respondió este.

- ¡cállate! Si te escucha... Seguramente mande a sus muchachos para que te ataquen.....

Lucy se encaminó hacia el gran escritorio del profesor. Intentó no decir nada, ya estaba a punto de estresarse. Pero esta vez, soltaría lo que tuviese que decir.

Reencarné como la villanaWhere stories live. Discover now