Reencarné como la villana

Heartfilia

Lucy caminó con la cabeza en alto, ignorando los murmullos en los pasillos de la academia. Estaba segura de que no podía evitarlos ya que iba acompañada de cuatro de los magos más poderosos de la división de magia, una vez más.

- luces como una reina- le susurró Sting, acercándose a ella ya que la rubia iba con demasiada prisa.

Sonrió de lado, se preguntaba qué era lo que planeaba Lucy, yendo al lugar que más odiaba, al salón de clases.

Sobretodo, por el simple hecho de que el profesor de la primera hora siempre llegaba tarde.

- ¿una reina?- repitió ella, el mago captó su interés.

¿Realmente no lo había notado? Ella estaba caminando de una manera sublime y sofisticada, teniendo a cuatro chicos escoltándola.

Quiso llamarla princesa, pero no era inocente ni adorable con esa pequeña sonrisa en su rostro y esa mirada afilada.

Definitivamente era una reina.

- fresca y agradable, piensas antes de actuar- comentó Rogue sin una pizca de vergüenza mientras que llevaba a Frosch en sus brazos.

- Frosch piensa lo mismo- agregó el pequeño gato verde.

- ¿qué tiene de bueno pensar antes de actuar? Es mejor dejarse llevar, hay toda una vida por delante como para estar pensando tanto- dijo Natsu soltando un bostezo. Hubiese querido despertarse más tarde, incluso planeó llegar tarde al primer periodo.

- por algo eres así, cerebro de flamas- declaró Gray en un estado similar al del muchacho de cabello rosa. Si era sincero, extrañaba su cama.

- heladera andante- estaba demasiado cansado para gritar.

- horno andante

- princesita de hielo

- flamitas

- rosadito

- heladito

Siguieron con un mar de estúpidos insultos en vez de sacar sus puños debido al sueño, y había sido la pelea más tranquila entre ellos en la academia.

- ¿ya puedo matarlos?- pensó en voz alta el mago de las sombras, preferiría mil veces que ellos destruyeran un edificio en vez de escuchar tanta estupidez a su alrededor.

Ya estaba acostumbrado a tener idiotas a su lado, pero era molesto.

- Rogue, no- le respondió Sting mientras que le daba golpecitos con el codo. Quería ver el plan de la rubia, no deberían de desperdiciar tiempo en ello.

- de todas formas- Lucy aclaró su garganta, un poco nerviosa- no entren hasta que lo diga

Ahí estaban.

Y en cuando ella abrió la puerta del salón, todas las miradas se posaron en ella, con caras de asombro y otras de molestia.

- buenos días- saludó la rubia, examinando el salón de clases, faltaba Touka y algunas otras personas de menor importancia, pero le daba lo mismo.

- ¿qué haces aquí, después de faltar toda una semana?- preguntó una muchacha en nombre de todos, parecía irritada.

Lucy notó que llevaba un pañuelo rojo atado a su hombro, lo que significaba que ella era la representante de la clase.

- no lo sé, simplemente tengo que ir a clases, no es obvio?- habló la maga con sarcasmo.

- es más obvio que estés besando a cuatro chicos de nuestro salón, una orgía tal vez- ella lo dijo sin preocuparse por los mismos muchachos, ya que no los estaba viendo con ella.