Egoísmo

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La punta del sable corta una gran linea que cruza tu pecho, no es tan grave ya que logras retroceder a tiempo, afuera pueden escucharse los gritos desesperados de decenas de personas, pero al conde parecía no importarle en lo más mínimo.

La oficina tiembla hasta sus simientos cuando una pared se viene abajo frente a tus ojos, entre la gran nube de polvo solo puedes ver los ojos encendidos del demonio que avanza lentamente hacia ti ignorando los gritos y maldiciones de Renwik

Tragas saliva al sostener la mirada de los ojos carmesí, Sebastian frunce el seño arrancando la máscara de su rostro, su traje esta dañado y lleno de escombro, aún así conservaba la elegancia felina al caminar.

-Lamento llegar tarde- se disculpa en tono serio inclinándose delante de ti

Sebastian extiende la mano hasta tu rostro al levantarse, sientes la ligera acaricia de la tela y un una mirada a la herida por parte de los ojos carmesí te hace un nudo en el estomago

-Una ofensa inaceptable- Sebastian da la vuelta para encontrar de frente al conde que sigue hablando sobre una misión divina.-Cuál es el castigo adecuado?

-Termina con él, con todo esto- le respondes en voz baja- me entrego la respuesta que buscaba.

-Entendido- sonríe él mientras se quita los guantes dejándolos sobre el escritorio.

-La diosa me protegera!- Exclama Renwik lanzándose contra Sebastian que lo esquiva con un movimiento casi imperceptible.

-Los humanos se creen cualquier cosa ¿No es así?- Sebastian sonríe mientras el brazo del conde es fracturado- Vamos Myra, la basura como tú apesta a varios metros.

-Lo dice quien ahora es una mascota?- La voz de una mujer se escucha por toda la estancia en tono de burla- al fin puedo ver una hermosa figura en ti "Sebastian"

-Mi señora!- grita Renwik mientras se retuerce en el piso-ayudeme!

De pronto unos brazos delgados y fuertes te rodean, puedes sentir la respiración ligera sobre tu nuca.

-Sigues prendado de esta mujer?- se burla de nuevo, te obligas a mirarla encontrado detrás de ti una mujer casi desnuda de largos cabellos dorados- entonces te ofrezco un trato, vamos Seba...

De pronto eres arrancada de su abrazo por tu mayordomo que te sostiene firmemente contra su pecho al dar un pequeño salto para alejarte de ella

-No tienes derecho a pronunciar el nombre que me otorgó la señorita- reclama Sebastian al mirar con desprecio a aquella mujer a la que había clavado el sable en el pecho

-Maldito cuervo- maldice Myra dando un paso hacia atrás para sacar el sable que la atravesaba.

Ella te mira fijo, Sebastian te acerca un poco más a él sin apartar la mirada de Myra que sonríe complacida.

-Vamos cuervo- ríe Myra lanzando el arma lejos- sabes lo que quiero, podríamos ahorrar tiempo y ambos tendríamos lo que buscamos.

-Intentar engañar a un caído es demasiada arrogancia, "Parásito"- responde Sebastian de manera altiva- lamentablemente no tendré el placer de...

-Quien eres tú?- interrumpes a Sebastian aferrándote aún de su pecho- que es lo quieres?

-Oh querida que tonta eres- Myra sonríe ampliamente mostrando las hileras de delgados y afilados dientes- te acompañé tantos años y ahora me desconoces?

-De que hablas?- respondes separandote de Sebastian.

-Si me hubieras notado a mi en lugar de a él, ya serias mía, me hubiera ahorrado tiempo y palabras- ella extiende su cabellera por uno de los lados con arrogancia- no hubiera tenido que dar tantas vueltas para conseguirte de no ser por que tu amante andaba siempre tras de ti.

"LA VENGANZA DE LAS ROSAS" Sebastian Michaelis y tú.Where stories live. Discover now