Habías viajado junto a Sebastian a Gerona donde una hacienda de tu propiedad se encontraba, habían intentado quemarla hace un par de días y te habían llamado a revisar los daños. Sebastian había averiguado que el conde de Renwik había tenido un cerco militar por los alrededores, parecía que aquel hombre escondía un propósito.
-Que es eso?- preguntas al mirar por la ventanilla una colorida carpa que se extiende varios metros.
-Al parecer son gitanos- Responde él mirando en la misma dirección- creó que invadieron sus tierras.
-No molestan a nadie- te encoges de hombros, la carpa se queda atrás y unos minutos después puedes ver la entrada de la hacienda.
Varios perros acompañan el carro ladrando y acosando a los frisones que lo llevaban, Sebastian parece incómodo ante el escándalo canino.
Una bellisima mujer de piel oscura recibe al carro en la entrada de la hacienda, en los ojos grandes y blanca sonrisa reconoces a tu vieja amiga Irene.
-Señorita _______- te saluda con una gran sonrisa, ella realmente se había puesto guapa- bendito sea, la extrañe tanto!
-Irene!- respondes al efusivo abrazo- Ay querida pensé que no te acordarías de mi!
Hacia más de 6 años que no pisabas esa hacienda, lo único que seguía igual era el edificio,aunque incluso eso ahora se veía distinto.
-Dejaré sus pertenecías en su habitación- Sebastian bajaba los pesados arcones de equipaje con facilidad.
Irene te lanzó una mirada interrogatoria en cuanto Sebastian entró a al edificio, en seguida rieron de manera torpe.
-De donde a salido él? Cuantos años tiene? Puedo casarme con él?- preguntaba ella exagerando ademanes románticos.
-No lo sé, deberías preguntarle-respondes entre risas.
-Señorita _______- la voz de Martín, el hombre al que tu padre confiaba su vida y padre de Irene, te llamaba desde el otro lado de la casa- es un gusto verla de nuevo!
-Es un placer conocerla- dice Sebastian a Irene que había entrado mientras tu hablabas con su padre- me podría indicar donde se quedará la señorita _____?
-A..arriba, en la tercera habitación de la izquierda, es la más... Grande- responde ella señalando las escaleras.
-Te agradezco- Sebastian sonríe y se pierde de vista en los pasillos.
-Eso fue patético- sonríes a la chica que te saca la lengua en respuesta.
Los jardines fueron los más afectados por la llamas, cientos de rosales, reducidos a ramas negras.
-Sabes- dices a tu mayordomo mientras caminas entre los restos- amaba este jardín, mi madre y yo pasábamos mucho tiempo aquí cuando era pequeña.
-Lo sé- responde él con la enigmática sonrisa en los labios.
-Pero...- no puedes terminar la frase ya que Irene te llama a gritos desde el otro lado de la casa.
Al llegar dónde te llaman puedes ver un establo a medio quemar, Irene sobre la copa de un gran arbol, ella siempre tenía tanta energía, siempre tan libre, aveces podrías olvidar que tuvieron la misma educación.
El vestido amarillo que usas te impide por completo el alcanzarla.
-Subeme- ordenas a Sebastian.
-Aquella hermosa virtud suya de usar atuendos inadecuados- Sebastian te toma en sus brazos, tu rostro se sonroja al recordar el vestido cobalto y sus complicaciones.
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"LA VENGANZA DE LAS ROSAS" Sebastian Michaelis y tú.
Fanfiction"Cuando tenga permitido tomar su alma será parte de mi para toda la eternidad, esa es la manera en que los demonios amamos, yo la amo sin importar cuán confundida esté al respecto, incluso si nunca me dedica una sola sonrisa, sólo la necesito a uste...
