Un verano en Busan 📷 Kookmin

1 - La llegada

Miro por la ventana del autobús y observo el paisaje de la ciudad de Seúl quedando atrás. Me quedan unas buenas horas de viaje y es en estos momentos en que me pregunto por qué papá tuvo que mudarse tan lejos. Busan está a poco más de 300 kilómetros, básicamente en la otra punta del país. 
Y no es que no me agrade aquella ciudad, aunque no la conozco.

Mi nombre es Jungkook, tengo 17 años y mi mayor problema ahora es mi papá y el hecho de pasar todas mis vacaciones de verano con él. 

Lo cierto es que no tenemos la mejor relación del mundo. Discutimos y mucho. Y cuando no estamos discutiendo, simplemente no congeniamos. Con mamá es igual, tampoco es tan diferente en Seúl, pero papá lleva todo a un nuevo nivel de pelea más exagerado. O quizás yo soy tan exagerado como él y chocamos demasiado, quién sabe.

No puedo contra este hombre. No quiero pasar el verano con él. Es mi último año de escuela y hubiese preferido quedarme con mis amigos. Pero aquí estoy, yendo obligado por mi madre, debido a la custodia compartida. ¿Por qué no puede venir él a verme? ¿Por qué tengo sacrificar yo mis vacaciones? 

Es una mierda que tus padres estén divorciados y tener que dividir tu tiempo entre uno y otro. Los amo, pero nunca estamos de acuerdo en nada, y cuando digo nada, es nada, sobre todo cuando se trata de mi vida, mis calificaciones y mi futuro. 

Saco mi cámara de fotos de la mochila y le tomo una foto al paisaje que va quedando atrás. 

Al menos voy a poder tomar una buena cantidad de fotografías en Busan. Eso es lo bueno. Planeo pasar mi verano haciendo lo que más me gusta. Voy a recorrer y fotografiar lo más que pueda. 

Voy a tratar de poner lo mejor de mi parte para que estas vacaciones no sean las peores de mi vida. 

Solo espero que papá colabore un poco también…

Cuando llego es pasado el medio día y él ya está esperándome en la estación.  

Me aseguro de ocultar bien mi cámara en la mochila antes de bajar del autobús. 

- ¡Jungkook! - exclama emocionado cuando me ve al bajar. Me abraza y yo le devuelvo el abrazo. 

Lo primero que noto es que tiene puesto su traje. Seguro se va a trabajar después de esto y no va a quedarse a pasar el día conmigo. Típico.

De todos modos, me agrada verlo. Hace meses que no nos vemos y no puedo olvidar que es mi padre y sé que me quiere aunque no estemos de acuerdo en nada.

- ¿Cómo has estado? ¿Qué tal el viaje? - me pregunta mientras nos dirigimos hacia su auto. 

- Cansador. ¿Tenías que vivir tan lejos? - me quejo. No es mi intención empezar con las quejas desde tan pronto. Pero, vamos, soy adolescente. A eso nos dedicamos, a quejarnos. Es parte de nuestra naturaleza.

- Te va a encantar Busan. Vas a ver. - intenta animarme él. - Vivo cerca de la playa Haeundae, una de las más famosa en la ciudad. Y el edificio y el departamento son muy lujosos, vas a ver.

- Genial. Pero no tengo ni un amigo aquí. ¿Qué se supone que haga todas mis vacaciones solo? 

- ¿Solo? Estás conmigo. 

Carga mi maleta en la parte de atrás y nos subimos al auto. Hace calor así que enciendo el aire acondicionado de inmediato. 

¿Vive cerca de la playa? Al menos una buena noticia. 

- ¿Quieres decir que no vas a ir a trabajar hoy? - le pregunto siguiendo la conversación de antes. 

- Eh, tengo que...la empresa está con negocios importantes.