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Después de tres largas semanas en el mar, finalmente regresábamos a Curaçao. Mañana seria el día clave.

Estaba contento de que Kyle y Vic cuidaran mis espaldas. Es así con los chicos del equipo, somos más que hermanos, estamos unimos de por vida.

Nos dirigimos hacia el gimnasio del barco para entrenarnos por última vez antes de mañana. La adrenalina bombeada en mis venas. Necesitaba controlar mis emociones. Quería matar a esos hijos de puta, y no lo pensaría dos veces antes de hacerlo.

Repasamos el plan que había trazado cuando regresé del burdel aquella noche. No nos preocupaba demasiado sacar a Katniss clandestinamente. El plan consistía en dirigirnos al burdel por la noche, haciéndonos pasar por clientes. Una vez que estuviéramos dentro de la habitación con Katniss, Kyle y Vic se encargarían del proxeneta hasta que yo la sacara de allí. No íbamos a utilizar la fuerza salvo que fuera necesario.

"Exigimos disciplina. Esperamos perfección. Las vidas de mis compañeros de equipo y el éxito de nuestra misión dependen de mí... de mi habilidad técnica, mi dominio táctico y mi atención a las circunstancias. Mi entrenamiento nunca está completo".

Después de rescatarla, la desintoxicaremos de la heroína y nos aseguraremos de que no tenga ninguna ETS. Vic es médico. Planeamos tomar prestado el yate de un ex integrante del equipo quien manejaba un servicio de charters en el Caribe. Kyle sería nuestro capitán. Los tres nos tomamos dos semanas de permiso para rescatarla, ayudarla a sanar, y llevarla sana y salva a la embajada. De ninguna manera llevaría a una drogadicta a la embajada. Sus padres la habían perdido durante cinco años; merecían ver a su pequeña tan saludable como ella pudiera estar. Kyle me dio un manotazo en la cabeza.

—Mierda, hombre. No veo por qué no puedo echarme un polvo primero con alguna de las otras rameras y después salvar a tu chica. Seré rápido.

Le devolví el golpe en la cabeza.

—Sí, tu ex mencionó tu pequeño problema. Pero lo siento, no voy a arriesgarme. Y ella no es mi chica.

Vic sacudió la cabeza, disgustado con ambos. Kyle y yo nos íbamos de parranda intentando divertirnos, pero el pobre Vic todavía no había aprendido su lección después de que su ex esposa lo engañó. Albergaba la maldita fantasía de que encontraría a una chica que le fuera fiel mientras él estaba ausente. Algunos se engañaban pensando que serían capaces de tener un matrimonio que desafiara la infame tasa de divorcios del 80 por ciento de los Navy SEALs. Bastardos optimistas.

—Lo que tú digas, hombre, —Vic se echó a reír.

—Te conozco. Quedaste obsesionado con ella desde que la conociste. Fue de lo único que hablaste durante las últimas tres semanas. Una vez que la rescates, té adorará. Y terminarán casándose. Recuerda mis palabras. En cualquier caso, Katniss es de San Diego... que conveniente. Además, tú mismo dijiste que te hizo una mamada grandiosa. Suena como una pareja creada en la semana del infierno, si me lo preguntas.

—Vete al diablo, Vic. No voy a rescatarla porque esté enamorado de ella, ni siquiera la conozco. Quiero rescatarla porque es lo que hay que hacer.

Pero las palabras de Vic resonaban en mí. Katniss era en todo lo que pensaba. Y aunque no hubiera tenido más que un breve encuentro sexual y una torpe conversación con ella, en el último mes aprendí todo lo que pude sobre la mujer... observé vídeos de su infancia y de su familia, miré las entrevistas a sus padres, llorando y rogando porque regresara sana y salva. Katniss deseaba ser maestra y ayudaba de forma voluntaria a rescatar perros. Y aunque al principio solo la vi como a otra mujer que podía satisfacerme, ahora no podía luchar contra el deseo de verla otra vez. Incluso si eso significaba que al final tendría que verla marchar.

Pero yo nunca podría hacer feliz a ninguna mujer. No comprendía por qué tantos hombres sentían la constante necesidad de complacer a las mujeres como si fuera su única misión sobre la vida.

Pero yo no era así. Esto era más profundo que eso. Me encantaban las mujeres. Todas las mujeres. Mi madre me enseñó a no faltarle el respeto a ninguna mujer. Una vez le entregué mi corazón a una, y me lo destrozó. Todas las veces que quedé atrapado en algún agujero en Afganistán, pensando en ella, me estaba engañando. No necesitaba esa complicación, mi trabajo ya era lo suficientemente estresante. Necesitaba que la vida en mi hogar fuera apacible, porque mi trabajo era todo menos eso. Los únicos hombres en el equipo que tenían matrimonios exitosos tenían mujeres absolutamente fuertes, honestas y leales. Era difícil construir ese tipo de relación cuando uno nunca está en casa. Así que simplemente escogí permanecer soltero hasta retirarme. Pero todavía era un hombre y tenía mis necesidades. No ayudaba que mi memoria estuviera plagada de las imágenes de los labios de Katniss sobre mi polla y sus manos agarrándose a mis muslos mientras me corría.

Pero ya basta de esta mierda de las relaciones. Tenía que permanecer inmutable... sin importar nada más, no podía permitirme darle a Katniss cualquier esperanza de que pudiéramos estar juntos.

No podía esperar para terminar con esta mierda. Intentaría no pensar en lo que sucedería después de dejarla en la embajada. Si su familia la trataría bien, si sus amigos iban a poder mirarla a la cara sin encogerse. Ese no era mi problema. Ella no era mi problema. Haría mi trabajo en llevarla de regreso sana y salva, y entonces me largaría como la mierda de allí. Había visto lo que los medios le hacían a estos tesoros redescubiertos... los acechaban como lo hacen con las celebridades. Nunca podría formar parte de ese circo mediático, ni con mi trabajo, ni con mi vida.

Cumpliría con mi deber hacia ella, mantendría mi promesa. Pero después de eso, Katniss seguiría por las suyas. Tenía una familia esperándola, de todos modos. Yo nunca podría encajar en su vida y ella nunca podría ser parte de la mía. Katniss simplemente tendría que olvidar que alguna vez me conoció, al igual que esperaba que olvidara toda la tortura que tuvo que soportar. Y yo podría regresar a vivir mi vida de la manera que me gustaba.

Solo.


ETS: Enfermedad de Transmisión Sexual.

HéroeWhere stories live. Discover now