Hogar y celos

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Una vez que llegaron a Konoha el Hokage mismo los recibió, la pelirroja lo abrazo fuertemente, desde que despertó se había negado a aceptar las muestras de afecto para concentrarse en rescatar a si hija, pero ya no podía seguir más.
Se aferró al cuerpo de su hermano mientras esté contenía las lágrimas, después del Séptimo llegaron los hijos y sobrinos de la pelirroja, que estaban muy felices de verla viva y bien. Abrazó a su cuñada y para sorpresa de Sakura, también la abrazo a ella; la pelirroja estaba de regreso en Konoha y parecía estar más feliz de estar ahí que nunca.

-¿Qué pasará con Hayato? -preguntó a su hermano cuando estuvieron en la oficina- Se que cometió crímenes horribles, pero... Perdió a su amada y quería venganza

-Los señores feudales quieren verlo muerto

-¡No es tan diferente a lo que hizo Obito! -el rubio suspiro- Además, la muerte es demasiado fácil para alguien como él

-Mis manos están atadas -la pelirroja bajo la mirada- Lo siento, pero está decisión no nos pertenece a los Kages... Los Señores feudales han decidido que debe morir

-¿Y sus aliados? -intervino Itachi- ¿Qué pasará con el líder de Takigakure? ¿Y con Ume?

-El nuevo líder de Takigakure solicitó que se le encerrará por sus crímenes -el rubio sonrió ligeramente- Y ya que la chica Ume les ayudó y según Ibiki-san, después de las memorias de todos... Ella no tuvo participación real en todo esto

-¿Será liberada? -sonrio la pelirroja

-Tal vez haga servicio a la comunidad para pagar por su apoyo a Hayato, es complice por no detenerlo

-Puede ayudarme en el hospital -sonrio la mujer- Sakura y yo somos buenas, yo especialmente soy magnífica, pero una mano extra jamás viene mal

-Si estás de acuerdo, bien

Ume comenzó a vivir en Konoha poco después bajo vigilancia de los ANBU, compartiendo edificio con Mitsuki. Hayato permaneció en prisión mientras los Kages intentaban frenar los sanguinarios deseos de los Señores feudales.
Indra por su parte agradeció a sus amigos su apoyo y tras salir del hospital debido a sus heridas, se reunió con Kagura, quien debía apartir de regreso a si aldea.

-Gracias por ayudarnos, hay poca o nada de información compartida sobre Hayato Uzumaki, pero... -la niña desvió la mirada- De cualquier forma, gracias

-Gracias por tomarme en cuenta, pero procura no volver a meterte en líos -el joven picó la frente de Indra haciéndola sonrojar- Por ahí escuché que no era la primera vez que salias de Konoha

-Esos falsos rumores, tú ignoralos

Kagura sujeto las manos de la niña mientras la miraba fijamente, él realmente se sentía atraído por la combinación Uzumaki-Uchiha, era perfecta. La burbuja en la que el shinobi los metió fue rota de tajo cuando una mano pálida golpeó sus manos unidas con fuerza.

-Mitsuki...

-Lo siento, había una mosca -la joven agradeció mirando alrededor a ver si encontraba al bicho- Supe que te ibas hoy

-Sí... -asintió Kagura mirándolo con cierta irritación en su sonrisa- Ya me iba

-Entonces vete -escupió el albino

-Soltó quería despedirme de Indra... -Kagura guardó silencio ante aquella gélida mirada- ...De cualquier forma, seguimos en contacto

-Claro -sonrio ella sin entender porque había tanta tensión en el aire- Ten un buen viaje... Oh, ya vuelvo ¡BORUTO!

Ambos chicos la vieron alejarse hacia sus primos, para inmediatamente volver a mirarse entre ellos; Kagura intentaba mantener la cordialidad, sin embargo Mitsuki cortaba en cada intento.

PAUSADA - Boruto Next GenerationsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora